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viernes, 19 de mayo de 2023

LA DEMOCRACIA | Por Walter Boza @WGBM44


Cómo es sabido, la palabra Democracia proviene de la antigua Grecia siglos antes de Cristo, en Atenas, para muchos la cuna de la civilización occidental, de donde también provienen grandes pensadores cuyas ideas y conceptos aún permanecen vigentes, Aristóteles, Platón, Sócrates, Demócrito y tantos otros que le dieron brillo al pensamiento Ateniense.

Democracia significa “Poder del Pueblo”.

En Atenas se practicaba la llamada democracia directa, eran asambleas de ciudadanos “libres” que decidían el destino de esa “polis” o ciudad, estaban impedidos de participar los esclavos y los que no eran considerados ciudadanos. Ese esfuerzo fue acabado con la victoria de Esparta sobre Atenas y posteriormente con el advenimiento del Imperio Romano en donde la palabra y los deseos del Emperador de turno eran la ley.

Posteriormente en la Edad Media, uno de los periodos más oscuros de la humanidad, las monarquías amparadas por la aprobación de las religiones y utilizando a Dios como soporte, se cometieron las más grandes injusticias y sólo la voluntad del rey tenía valor.

Con el triunfo de la Revolución Francesa y la Constitución de los EEUU, la primera constitución del mundo, se expande la idea de libertad, igualdad y fraternidad y se establece un pacto social de eliminación del poder absoluto para una persona o grupo; se asienta la idea del poder legislativo y del poder judicial autónomos y comienza a florecer la democracia con muchos avances y retrocesos.

El proceso civilizatorio de la humanidad pudiera resumirse en la lucha de la civilización contra la barbarie en un permanente movimiento a veces muy lento en donde las ideas de libertad y dignidad humana cobran fuerza pero siempre acechadas por el demonio del autoritarismo.

Durante el siglo veinte hubo dos expresiones terribles de totalitarismo una fue el triunfo de la revolución bolchevique en la Rusia Zarista en 1917 en donde el partido bolchevique toma el poder, posteriormente Partido Comunista, e impone una dictadura férrea en nombre de la clase obrera, por cierto en la Rusia de la época prácticamente no existía clase obrera, era un país esencialmente campesino y el más atrasado de Europa en donde el PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) se autoproclama partido de la clase obrera y todo el poder recae finalmente en el secretario general del partido, se pasa de la dictadura Zarista a la dictadura comunista, aplastando todo tipo de disidencia, abriendo numerosos campos de concentración en Siberia, con centenares de miles perseguidos, torturados y asesinados, todo en nombre de la clase obrera, este periodo ignominioso fue dirigido por Stalin uno de los dictadores más crueles del siglo veinte.

Años después surge en Alemania el fenómeno del Nazismo cuyo máximo líder fue Adolfo Hitler reivindicando el ultranacionalismo alemán y la supremacía de la raza Aria, llega al poder a través de elecciones para posteriormente convertirse en dictador cometiendo los más atroces crímenes, creando campos de concentración tenebrosos, persiguiendo y asesinando a millones de judíos y expandiéndose por Europa gracias a su poderío militar.

Se genera la Segunda Guerra Mundial para detener y derrotar al nazi fascismo y se produce una alianza insólita EEUU, URSS e Inglaterra se unen para derrotar a Hitler y lo logran después de muchas luchas y muchas muertes y se crea un nuevo orden mundial bipolar, de un lado las democracias occidentales y del otro el comunismo soviético.

Comienza la etapa de la guerra fría. Se crea la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y se aprueba la declaración de los Derechos Humanos y comienza un período complejo en donde el talante autoritario del modelo soviético no solo se expresa cotidianamente sino que todos los países de la Europa del Este pasan a ser controlados casi como colonias, hasta que aparece la primera disidencia sería Hungría, que finalmente fue aplastada por el imperio soviético invadiéndola en 1955 causando numerosos muertos, obra del camarada Stalin.

Durante la década del sesenta también ocurrieron episodios que marcaron al mundo; en Europa aparece el fenómeno del Eurocomunismo, una manera de separarse del yugo soviético y de la influencia del partido comunista, ocurrió en toda Europa occidental sobre todo en España, Italia y Francia en donde los partidos comunistas tenían mucha influencia.

A finales de los sesenta ocurre la invasión soviética a Checoslovaquia en donde se desarrollaba un proceso democrático rompiendo con el modelo sovietico que fue abortada por el ejército rojo; múltiples protestas de intelectuales de todo el mundo que generó un aumento del rechazo del stalinismo, como era conocida la dictadura de Moscú .

La escuela de Frankfurt, sede de pensadores de izquierda aumentaron sus críticas y diferencias con el stalinismo, uno de sus más importantes exponentes Herbert Marcuse lo desnuda plenamente con su ensayo “El marxismo sovietico”.

Se resquebrajaba el mundo del socialismo real y fueron evidenciadas todas sus inconsistencias y crímenes.

En América Latina aparece el fenómeno de la Revolución Cubana convirtiéndose casi de inmediato en satélite de la URSS, estimulando y propagando la lucha guerrillera en todo el continente, fomentando actos terroristas y organizando células por toda América Latina; la influencia de la Revolución Cubana fue muy grande y hasta hace poco la “izquierda” de nuestros países eran defensores de Fidel y su revolución.

En Venezuela crearon focos guerrilleros y hasta invadieron nuestro territorio por machurucuto.

La lucha por la democracia tenía dos vertientes, una contra las clásicas dictaduras militares en América Latina y otra la lucha contra la dictadura stalinista representada por Cuba.

Rómulo Betancourt el bien llamado padre de la democracia venezolana tuvo que enfrentarse, y lo hizo a fondo y con éxito, a los dos tipos de dictaduras, a la marxista stalinista de los cubanos y a las de derecha de la época, e impuso lo que se denominó la doctrina Betancourt que consistió en romper relaciones diplomáticas con todas las dictaduras latinoamericanas y fortalecer los mecanismos internacionales para su aislamiento.

Durante el periodo democrático 1959– 1999, llamada en la jerga chavista la cuarta República, se consolidaron las instituciones del Estado, hubo independencia de poderes, hubo alternabilidad democrática, también hubo corrupción pero nunca a los niveles de hoy, había libertad de expresión y de manifestación y hubo progreso y desarrollo tanto en nuestra industria petrolera como el las industrias básicas de Guayana.

Hubo muchos errores y desaciertos pero el venezolano vivía mucho mejor y en libertad.

La caída del muro de Berlín y posteriormente la caída de la URSS, cambian el panorama político del planeta y también pierde fuerza e influencia la Revolución cubana.

Ya el viejo debate entre socialismo y capitalismo perdía cada vez más sentido, tanto Rusia como China se convierten en países de economía capitalista, pero con regímenes dictatoriales y la pugna por la hegemonía mundial es entre países capitalistas, hay tres “imperios”, el Chino en expansión, el Ruso en reconstrucción y el Norteamericano con signos de crisis y de decadencia.

Chávez llega al poder ganando unas elecciones y su mensaje era la democracia y le añadía lo de participativa y protagónica para diferenciarse de la democracia de la llamada cuarta República, toda su campaña electoral de entonces fue en nombre de la democracia, todas sus entrevistas por los medios de comunicación de la época eran de un Chávez inofensivo, pausado, equilibrado y se auto proclamaba demócrata, la influencia cubana (hasta su muerte) fue determinante y progresiva y aceleradamente se proclama socialista y del Chávez de su primera campaña, suave, equilibrado y presentándose como demócrata, se transforma en un déspota, agresivo, amenazante, arbitrario, violentando la propiedad, estatizando empresas productivas, acabando con el agro Venezolano, recordemos las veces que en tono provocador y autoritario decía “¡Exprópiese!”, destruyendo la economía del país. Era un autócrata seguido por un grupo de aduladores ignorantes y fanáticos, sin embargo aún no era una dictadura, la dictadura comienza con Maduro .

En su delirio Chávez inventa el Socialismo del siglo XXI que no es más que un conjunto de ideas inconexas, sin fundamento, producto de su mediana cultura, su narcisismo exagerado, su adoración a Fidel Castro y su odio irracional a los Estados Unidos; financia ilegalmente a gobiernos afines en la región, hace alianzas con los enemigos de EEUU que son como sabemos dictaduras China, Rusia, Irán una dictadura criminal y teocrática islámica, Corea del Norte, Cuba y Nicaragua y genera una situación de alta peligrosidad en la región, además de aliarse y proteger al ELN y a las FARC.

Maduro, el heredero, el elegido, sin ningún tipo de liderazgo es el agente cubano necesario, gana una elección muy sospechosa, para muchos fraudulenta, utilizando los recursos del Estado indebidamente cometiendo peculado de uso, quien después del 2015 con el golpe de Estado a la Asamblea Nacional se convierte en dictador, violando sistemáticamente los DDHH , destruyendo las instituciones, envileciendo la vida política del país, sin rendir cuentas a nadie, acabando con el sistema de Salud Pública, acabando con la educación desde preescolar hasta universitaria, provocando la diáspora venezolana, sin libertad de prensa, más de trescientos presos políticos civiles y militares, destruyendo la cuenca del Caroní con el Arco Minero del Orinoco, con salarios de hambre manteniéndose en el poder solo por la fuerza, también ayudado por sectores de la “oposición” quienes tienen también un alto grado de responsabilidad por lo que está pasando.

Maduro es la continuidad y la ruptura al mismo tiempo de los planteamientos de Chávez; continuidad porque profundiza la autocracia y fortalece los vínculos internacionales de Chávez, ruptura porque de socialismo no tiene nada excepto que es un dictador , las políticas más neoliberales jamás aplicadas en Venezuela son las políticas de Maduro.

Democracia del Siglo XXI.

Frente al fracaso estrepitoso del gran fraude del socialismo del Siglo XXI, los demócratas Venezolanos tenemos un gran desafío por delante, es un desafío de todos y es la reconstrucción de un país destruido no solo en el ámbito material que nos coloca casi en la mitad del siglo XX, o más atrás según muchos analistas; sino que tenemos que reconstruir los valores éticos y Morales y ennoblecer la vida de la República; la crisis moral y espiritual abarca a todas las áreas, a la política, a la institucional, a la económica, a la cultural, a la ecológica, en fin, a todas.

Estamos en la obligación de remoralizar al país, sigue teniendo vigencia plena la frase de Bolívar “Moral y Luces son nuestras primeras necesidades”, esa remoralizacion debe impregnar todos los ámbitos de la vida nacional, desde las localidades, parroquias y municipios hasta las más altas esferas del Estado y del Gobierno, remoralizar y reconstruir todo el Poder Judicial desde el TSJ, hasta los tribunales de parroquia.

Remoralizar a los partidos políticos que en su gran mayoría han perdido el norte y se han convertido en nóminas sin ningún tipo de democracia interna.

Lucha a fondo y sin cuartel contra la corrupción.

Lucha a fondo para erradicar la pobreza, recordemos que América es el continente más desigual del planeta.

Renovar y fortalecer mirando hacia el futuro nuestro sistema educativo.

Luchar por nuestra soberanía, hoy en alto riesgo.

Aplicar los planes y proyectos de los especialistas en materia de agua, electricidad y servicios en general.

Reconstruir PDVSA y las industrias básicas de Guayana.

Fortalecer la agricultura y la industria con participación privada.

Aplicar en la práctica lo que dice nuestra constitución en materia de DDHH.

Concebimos la democracia como un movimiento en donde en su seno pugnan fuerzas que son conservadoras y fuerzas que impulsan el avance y la actualización de ella. Los problemas de la democracia sólo se resuelven con más democracia, ampliando y profundizando la democracia.

El mejor antídoto para evitar que vuelva a ocurrir en Venezuela una tragedia como la que estamos viviendo, es la construcción entre todos de un modelo democrático tan fuerte y poderoso que rechace cualquier intento de aventura dictatorial.

Los demócratas somos mayoría, hay que despojarse de intereses personales y grupales, acabar con la vanidad y el narcisismo, predicar con el ejemplo.

Tomado de:

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