Norberto Paredes 14 de noviembre de 2023
@NorbertParedes
El
Esequibo ha sido el epicentro de una disputa territorial que enfrenta a Guyana
y a Venezuela desde hace más de 180 años.
Aunque
las tensiones por el control de la región rica en recursos minerales han
persistido durante todo este tiempo, en los últimos años se han agudizado tras
la insistencia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de
"reconquistar" un territorio que, según dice, "desde
siempre" perteneció a su país.
Caracas
insiste en la necesidad de reanudar las "negociaciones de paz" para
tratar de poner fin a la disputa, respetando el Acuerdo de Ginebra de 1966, en
el que las partes se comprometieron a buscar una solución pacífica a través del
diálogo directo.
Pero Guyana
rechaza el diálogo.
En un
comunicado del pasado 30 de septiembre, el presidente de Guyana, Irfaan Ali,
aseguró que la controversia deberá resolverse en la Corte Internacional de
Justicia (CIJ).
El
Esequibo -también conocido como la Guayana Esequiba- comprende 159.000
kilómetros cuadrados ricos en recursos naturales y forestales, y constituye dos
tercios del territorio guyanés.
Caracas
y Georgetown nunca han logrado ponerse de acuerdo sobre el
trazado de la frontera que los separa y la región del Esequibo figura
frecuentemente en los mapas venezolanos con un rayado denominado "Zona en
Reclamación".
Se
trata de una disputa que cuenta con múltiples episodios y que se intentó
resolver en un tribunal en París en 1899 y que desde que se firmó el Acuerdo de
Ginebra entre Venezuela y Reino Unido en 1966 ha mantenido un status
quo.
Aquí te contamos los puntos claves.
¿Por
qué Venezuela reclama dos tercios de Guyana?
La
Guayana Esequiba fue en un principio controlada por el imperio español y el
holandés, que más tarde se lo cedería a los británicos.
Formó
parte de la Capitanía General de Venezuela, cuando esta fue
fundada en 1777, y luego fue integrada a la naciente República de Venezuela,
por un breve periodo, a partir de 1811.
"En
1819, con la creación de la República de Colombia (Gran Colombia), Gran Bretaña
reconoció el curso del río Esequibo como la frontera", cuenta a BBC Mundo
el historiador venezolano Manuel Donís, un experto miembro de Academia Nacional
de la Historia de Venezuela que ha dedicado 35 años al estudio histórico de las
fronteras del Esequibo.
"Cuando
Venezuela se separó de la República de Colombia en 1830, el río Esequibo quedó
como el límite de la República de Venezuela. Eso fue reconocido durante gran
parte del siglo XIX hasta que se encontró oro en la cuenca del río Yuruari, en
la Guayana Venezolana, lo que desencadenó la ambición británica por ese
territorio".
Londres
había adquirido el territorio en 1814 -alrededor de 51.700 kilómetros cuadrados
en ese entonces-, mediante un tratado con Países Bajos, pero el pacto no
definía su frontera occidental y por eso los británicos designaron en 1840 al
explorador Robert Schomburgk para que la trazara.
Poco
después se dio a conocer la llamada "Línea Schomburgk", un
polémico trazado que reclamaba cerca de 80.000 kilómetros cuadrados
adicionales.
"Una
segunda línea fronteriza ya avanzaba hacia el occidente del río Esequibo, y a
estas líneas le siguieron otras. Schomburgk murió, pero Gran Bretaña
modificó los mapas y pretendía prácticamente llegar con una cuarta
línea hasta (la población venezolana de) Upata", explica Donís.
Cuándo
comenzó la disputa
Según
un documento del Departamento de Estado de EE.UU., la disputa comenzó
oficialmente en 1841, cuando el gobierno venezolano del general José Antonio
Páez denunció una presunta incursión a su país por parte del Imperio británico,
del que Guyana formaba parte.
Venezuela
sabía que no podía enfrentarse sola al imperio más poderoso mundo y por
eso buscó el respaldo de EE.UU., que comenzaba a perfilarse como
una potencia emergente.
Y bajo
la Doctrina Monroe, que reclamaba una "América para los americanos",
EE.UU. decidió intervenir en 1895 en la disputa fronteriza.
Tras
la insistencia venezolana y la presión del entonces presidente estadounidense
Grover Cleveland y la de su exembajador en Caracas, en enero de ese año la
Cámara de Representantes de EE.UU. propuso la Resolución 252 al Congreso que
recomendaba que la disputa fuera resuelta en un arbitraje internacional.
Cleveland
había declarado anteriormente en una polémica intervención que la línea
fronteriza en el Esequibo había sido ampliada "de una manera
misteriosa".
Al
principio Reino Unido rechazó la intromisión estadounidense, pero Londres sabía
que no podía darse el lujo de entrar en una nueva guerra con el gigante de
Norteamérica, que se mostraba inflexible en su decisión de apoyar a Venezuela,
y terminó por aceptar la propuesta.
Cuándo
se produjo el primer arbitraje
El 2
de febrero de 1897, EE.UU., en representación de Venezuela, y Reino Unido
firmaron un tratado en Washington para someter la disputa a un arbitraje
internacional.
Venezuela,
persuadida de que se aplicaría el uti possidetis iuris, -un
principio legal del Derecho Internacional que les garantiza a los Estados
administrar territorios que geográfica e históricamente les pertenecen- aceptó
acudir a un tribunal en París.
Para el
historiador Manuel Donís, Venezuela fue engañada.
"De
acuerdo con el uti possidetis iuris, el territorio que era
considerado como Venezuela cuando era una colonia española, debía ser el mismo
cuando se convirtió en república. Venezuela actuó de buena fe, pero fue víctima
de una componenda entre los estadounidenses, los británicos y (el jurista ruso)
Friedrich Martens", afirma.
La
comisión terminó actuando el 3 de octubre de 1899 a favor de Reino Unido,
estableciendo la "Línea Schomburgk" como la frontera entre ambos
territorios. Al polémico fallo se le conoce hoy como el Laudo Arbitral de
París.
Medio
siglo después, surgieron evidencias que denunciaban la complicidad entre los
delegados británicos y el jurista Friedrich Martens, cuyo voto fue decisivo para
el fallo en contra de Venezuela.
Tras
la muerte de Severo Mallet-Prevost -un abogado estadounidense que formó parte
de la defensa de Venezuela en el Laudo Arbitral de París-, su representante
legal hizo público en 1949 un documento que Mallet-Prevost había escrito cuatro
años antes, en el que denuncia que el laudo fue una componenda
política.
"Tres
jueces que tenían la mayoría dispusieron del territorio de Venezuela, porque
los dos jueces británicos no estaban actuando como jueces, sino que lo hacían
como hombres del gobierno".
En el
texto, Mallet-Prevost concluye que: "La decisión del tribunal fue, en
consecuencia, unánime; pero, si bien es cierto que dio a Venezuela el sector en
litigio más importante desde un punto de vista estratégico, fue injusta para
Venezuela y la despojó de un territorio muy extenso e importante sobre el cual
la Gran Bretaña no tenía, en mi opinión, la menor sombra de derecho".
El
documentó además indica que el juez Friedrich Martens no fue imparcial y
persuadió a una de las partes para que aceptaran una controvertida propuesta
que él mismo había redactado.
"Venezuela
considera que el Esequibo fue tomado de forma ilegítima e ilegal por Gran
Bretaña el siglo XIX, por eso lo reclama", dice a BBC Mundo el historiador
Tomas Helmut Straka, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
El
Laudo Arbitral de París, afirma, fue un acuerdo amañado y "una típica
componenda" entre los grandes imperios de la época.
Las
revelaciones de Mallet-Prevost sirvieron para que Venezuela denunciara el laudo
ante el mundo y lo declarara nulo e írrito.
Independencia
de Guyana
Al
finalizar la Segunda Guerra Mundial y con la creación de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) inicia el proceso de descolonización, en el que varias
colonias europeas se independizan y nace una coyuntura favorable a la revisión
de este laudo.
Además
de la información revelada por Mallet-Prevost, los jesuítas venezolanos Hermann
González Oropeza y Pablo Ojer Celigueta corroboraron y encontraron aún
más evidencia de lo sucedido en París, hurgando en los archivos
británicos que suelen abrirse al público después de 50 años de ocurrido un
hecho.
on
toda la documentación en la mano, el gobierno del entonces presidente de
Venezuela Rómulo Betancourt se da a la tarea de denunciar ante las Naciones
Unidas en 1962 a través de su canciller las irregularidades halladas, con el
fin de que Reino Unido acceda a una revisión del laudo arbitral.
Pero,
tras múltiples reuniones en Londres, Reino Unido se niega a una
reedición de la sentencia arbitral.
No
obstante, un hecho histórico juega a favor de Venezuela: la inminente
independencia de la Guayana Británica.
"El
movimiento independentista y la fuerza que tenía la reclamación venezolana con
la documentación que se había dado a conocer y que está plasmada en el 'Informe
que los expertos venezolanos para la cuestión de límites con Guayana Británica
presentan al Gobierno Nacional', conllevan a los británicos, y a un grupo de
guyaneses que estuvieron presentes, a firmar el Acuerdo de Ginebra",
detalla el historiador Manuel Donís.
Firmado
el 17 de febrero de 1966, apenas tres meses antes de que se reconociera la
independencia de Guyana, el Acuerdo de Ginebra es un tratado
aún vigente que reconoce el reclamo de Venezuela y que busca encontrar
soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la disputa limítrofe.
El
pacto indica que si los dos países no pueden ponerse de acuerdo en una solución
pacífica, el Secretario General de la ONU debe elegir posibles mecanismos de
solución, contenidos en el artículo 33 de la carta de Naciones Unidas.
¿Cuál
es la posición de Guyana?
Guyana considera
que no hay más nada que discutir y que Venezuela debe aceptar las
fronteras establecidas por el Laudo Arbitral de París de 1899.
En una
entrevista con BBC Mundo publicada en marzo de 2017, el exvicepresidente de
Guyana Carl Barrington Greenidge calificó el reclamo de Venezuela como
"absurdo".
Además,
negó que la disputa haya comenzado en 1840. Para él, todo empezó en la década
de 1890 o "tal vez un poquito antes", cuando Estados Unidos ayudó a
que Venezuela pudiera llevar a Reino Unido a una mesa de arbitraje.
"Ellos
recibieron la boca del río Orinoco y acordaron, como parte del Tratado de
Washington de 1897, aceptar la decisión del tribunal de arbitraje como final y
definitiva. Por lo tanto, en lo que a nosotros respecta, ese reclamo
acabó en ese momento: Venezuela recibió territorio, Guyana recibió
territorio y el tratado operó sin problemas por 63 años", agregó.
"Las
fronteras no son nunca perfectas, así que no esperamos que los problemas vayan
a desaparecer completamente. ¡Pero el hecho es que el reclamo en sí mismo es
tan absurdo que Venezuela nunca jamás ha ejercido soberanía sobre el
Esequibo!".
Greenidge
también aseguró que después de que las Provincias Unidas (de los Países Bajos)
se separaron de España en 1648, España nunca tuvo soberanía sobre el área, pues
esa se les concedió a los holandeses tal y como estipulaba un tratado.
"Y
cuando Holanda perdió las guerras napoleónicas, al pelear del lado de los
franceses, el territorio le fue transferido a Gran Bretaña en 1814".
¿Por
qué han aumentado las tensiones?
La
disputa ha tenido altos y bajos en las últimas décadas.
Guyana,
Reino Unido y Venezuela firmaron en 1970 el Protocolo de Puerto España que
congeló las conversaciones entre ambas partes por doce años, un paso
considerado como un error por muchos historiadores venezolanos.
En la
década de los 80 el reclamo venezolano fue reanudado hasta que Hugo Chávez
llegó al poder en 1999.
"Chávez
básicamente le baja el tono a la disputa, su proyecto era sobre todo consolidar
un liderazgo en el Caribe. Para lograrlo, decide tener a Guyana como aliado y
no meterse con algo que siempre fue una causa de crispación en las
complicadísimas relaciones de Venezuela con Trinidad y otras islas del
Caribe", recuerda el profesor Helmut Straka.
Pero
los múltiples hallazgos de vastos yacimientos petroleros en
Guyana en los últimos cinco años, que ya ha comenzado a explotar, han hecho que
las tensiones aumenten.
Guyana
introdujo en 2018 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya una
solicitud para que se resuelva el conflicto territorial, pero Venezuela
ha negado desde entonces la legitimidad de esa institución para
resolver la disputa.
Y el
18 de diciembre de 2020, la CIJ dio a conocer su fallo en el que se declara
competente en el asunto; pero Venezuela no da su brazo a torcer y no lo acepta.
Manuel
Donís explica que para Venezuela no tendría sentido asistir a la Corte
Internacional de La Haya, porque solo decidiría si el Laudo de París es nulo e
irrito y eso es algo que Caracas considera evidente.
"A
mí me da la impresión de que Guyana ha manejado muy bien este asunto de la
reclamación, no solamente con Maduro, sino desde 1966, y le ha estado sacando
provecho a la aquiescencia, a los errores y a las vacilaciones de los distintos
gobiernos".
El
tema del Esequibo siempre ha generado unidad nacional en los
venezolanos y eso es algo que el mandatario podría estar tratando de
utilizar a su favor.
A
principios de este año, el presidente de Venezuela le envió una carta al
secretario general de la ONU en la que le solicita mediar en el diferendo
territorial.
"La
dura experiencia histórica de agresiones económicas y despojos territoriales
por parte de potencias imperiales nos dejó como lección jamás someter nuestra
soberanía a las decisiones de instancias internacionales", se lee en el
texto.
Las
tensiones siguen aumentando, y con una Guyana inflexible, por un lado,
y por el otro una Venezuela en crisis, pero que no descansa en su lucha por
un territorio que desde siempre ha figurado en sus mapas, la disputa por el
Esequibo no parece pronta a resolverse, al menos en el corto plazo.
Tomado
de: https://www.bbc.com/mundo/articles/c28vrmj73m0o
Invitamos
a suscribirse a nuestro Boletín semanal, tanto por Whatsapp como vía correo
electrónico, con los más leídos de la semana, Foros realizados, lectura
recomendada y nuestra sección de Gastronomía y Salud. A través del correo
electrónico anunciamos los Foros por venir de la siguiente semana con los
enlaces para participar y siempre acompañamos de documentos importantes,
boletines de otras organizaciones e información que normalmente NO publicamos
en el Blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico