Por Carlos Vilchez Navamuel, 10/09/2013
Interesante como son las cosas, los llamados socialistas
carnívoros y los comunistas constantemente hablan en contra del capitalismo, de
los liberales y de la extrema derecha, como si sus argumentos fueran inequívocos.
Con ello, acostumbran a condicionar a las masas que no entienden nada de esto con
tal de obtener su único objetivo, el poder.
La enciclopedia digital Wikipedia por ejemplo
nos define este concepto y nos dice que “Extrema
derecha o ultraderecha son términos utilizados en política en sentido
peyorativo para describir movimientos y partidos políticos con tendencia
POPULISTA que sostienen un discurso ULTRANACIONALISTA, xenófobo y AUTORITARIO,
en defensa exacerbada de la identidad nacional QUE NO ABOGA POR EL
MANTENIMIENTO DE LAS INSTITUCIONES Y LIBERTADES DEMOCRÁTICAS. Se considera que existe un gobierno de
ultraderecha cuando sobre la base de instituciones no democráticas éste aplica
políticas racistas, xenófobas, contrarias a diversas expresiones culturales y
religiosas”.
Para nosotros, esta definición podría
describir en parte también a gobiernos socialistas como el de los chavistas en
Venezuela que son populistas, autoritarios, no abogan por mantener las
instituciones y las libertades democráticas, pretenden un totalitarismo de
Estado y un único Partido en materia de gobernar.
Lo anterior se explica porque en el fondo entre
la extrema derecha y la extrema izquierda existe un gran común denominador, tiene que
ver con el cómo hacerse y mantenerse en el poder aunque difieran en lo ideológico.
Cae como anillo al dedo un comentario que
hizo hace unos días Juan Carlos Hidalgo, del Cato Institute, a quien invitan
frecuentemente en CNN por ser un analista sobre políticas públicas en un
artículo titulado con una pregunta ¿Somos los liberales de extrema derecha? El escrito fue publicado en el
periódico El Financiero y pone en su lugar a todas esas personas que se la
pasan afirmando que los liberales son la extrema derecha, sintetiza de forma
magistral y categórica su argumento para rechazar que los liberales no tienen
nada que ver con la extrema derecha.
Aquí un resumen de lo expuesto por Hidalgo
que entrecomillaremos, dice así “Uno de
los pilares fundamentales de los movimientos de extrema derecha en Europa es su
oposición visceral a la inmigración, la cual nace de una fuerte creencia en el
nacionalismo étnico. Esta es la plataforma política de partidos como el Front
National de Francia, Amanecer Dorado de Grecia y el British National Party del
Reino Unido, los cuales proponen expulsar a los inmigrantes y crear sociedades
donde prevalezca "la pureza de la raza". Nada puede ser más
opuesto al credo de los liberales ya que consideramos que los inmigrantes
enriquecen económicamente y culturalmente a los países que los reciben, incluso
cuando se trata de inmigración ilegal. Pensamos que más bien los países
deberían facilitar la llegada de inmigrantes, no expulsarlos”.
Y continua “El nacionalismo de los movimientos de extrema derecha no se
circunscribe a su odio a los extranjeros. También se extiende a los productos e
inversiones extranjeras. Los partidos de extrema derecha son
anti-globalización. Como tales, están en contra del libre comercio y de la
inversión extranjera directa. Jobbik de Hungría rechaza la inversión extranjera
por considerarla "antipatriótica". Como sabrán, esto es totalmente
contrario al pensamiento liberal que promulga el libre comercio y la libertad
de capitales. Más bien, en su rechazo a la globalización y al libre comercio la
extrema derecha tiene mucho en común con la extrema izquierda”.
Añade que
“Curiosamente los partidos de extrema derecha son grandes abanderados del
Estado de Bienestar. Amanecer Dorado cree en un Estado social donde no haya
estratificación social ni de clases basadas en ingresos. "La solidaridad
debe ser la regla del Estado social", añade. Jobbik cree que a través de
un sistema estatal de salud se puede promover el aumento de la población. True
Finns en Finlandia aboga por impuestos progresivos y la defensa del Estado de
Bienestar. El Front National cree en un Estado que se haga cargo de la salud,
la educación, el transporte, la energía y los bancos. Todo esto va en
contraposición con el pensamiento liberal que, si bien cree que el Estado
debería tener un rol subsidiario y brindar una red básica de seguridad social
para aquellos que no pueden valerse por sí mismos, está en contra de los
abotagados Estados de Bienestar que ofrecen pésimos servicios públicos a un
elevado costo”.
Y termina afirmando “En temas sociales la extrema derecha tiende a ser ultra conservadora.
El British National Party plantea que "los proponentes del homosexualismo
vuelvan al clóset" y reinstaurar el servicio militar obligatorio. La Lega
Nord (Italia) está en contra de la eutanasia y la legalización de las drogas.
True Finns se manifiesta opuesto a la fecundación in vitro. Jobbik habla de
restaurar los valores patrióticos cristianos en Hungría. El Front National propone
reintroducir la pena de muerte en Francia. Todas estas propuestas están en
las antípodas del pensamiento liberal que cree en el matrimonio entre personas
del mismo sexo, favorece la FIV y la legalización de las drogas, está en contra
del servicio militar obligatorio (y el intervencionismo militar) y de la pena
de muerte, y además promueve el Estado laico”.
Lleva entonces la razón el analista Juan
Carlos Hidalgo cuando dice que “Las personas que afirman que los liberales
representamos a la extrema derecha, o hacen gala de su ignorancia o de su mala
fe argumentativa”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico