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domingo, 2 de marzo de 2014

La gran masacre mundial del comunismo, desde 1917, se instaló también en Cuba y Venezuela, de la mano de los Castro y del chavismo, hasta ahora


Mensaje con Destino: ¿Lograrán los Castro y Maduro mantener su opresión en Venezuela?

Por Jesús González Briceño, 18/2/2014.

Los autores intelectuales del comunismo y por ende de la masacre de  más de más de cien millones de personas en el mundo, causado por los regímenes comunistas, Carlos Marx, 1818-1883, y Federico Engels, 1820-1995, fundamentado en  el Manifiesto Comunista, 1847-48, propiciando la lucha de clase, mediante el odio y la guerra civil entre los pueblos, para la implantación de los regímenes revolucionarios marxista-leninista que dieron  como resultado la mayor masacre de de la historia de la humanidad, cifra mayor al holocausto judío nazi de 6 millones de personas.

Lenin y Stalin y otros dirigentes comunistas rusos hasta  1987 fueron  los principales arquitectos de las depuraciones de disidentes, torturas, desplazamientos y migraciones, trabajos forzosos y muerte de de 62 millones de ciudadanos en Rusia.


Los primeros revolucionarios bolcheviques, Lenin y Stalin, considerados los peores sanguinarios en la historia de la humanidad, crearon el terror en Rusia , y posteriormente en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas , URSS,1922-1991, en que sobresalen  casos patéticos de violación de derechos humanos y matanzas en Alemania Oriental (70.000 muertos), Rumanía, en que se destacó Nicolau Ceaussesco quien participó en la desaparición y asesinato de 430.000 rumanos; en Bulgaria las víctimas del comunismo fueron aproximadamente 220.000o opositores y disidentes; Checoslovaquia corrieron la misma suerte 65.OOO personas; en Angola, con la contribución de tropas cubanas, perecieron 120.000 nativos  y en todos los países de la cortina de hierro se sintió la opresión del comunismo soviético fundamentalmente contra  el sagrado derecho humano de la vida y la disensión política. En toda la URSS la arremetida del comunismo soviético y sus secuaces nacionales, el sacrificio de hombres, mujeres, niños y adolescentes, la persecución alcanzó un millonario saldo tan cruel o peor que las guerras mundiales y los conflictos armados nacionales .La consumación por muerte del derecho más preciado de la humanidad, la vida, ha sido y es el común denominador de los regímenes comunistas para imponer su hegemonía marxista-leninista en todos las naciones en que se ha impuesto por la fuerza.

El, gran Mau-tse-tung, desde 1949 fue el principal responsable de la consolidación de la revolución comunista china, con la represión y muerte de 35 de millones de conciudadanos nacionales y regiones vecinas, tomando un camino  geoestratégico distinto de la URSS pero muy similar en la eliminación de todo vestigio de oposición  y de la disidencia ideológica, política y cultural con la  hegemónica del Partido Comunista Chino, que ha venido cambiando su trazado original para transformarse en un híbrido capitalista-comunista sin que por ello haya desaparecido la constante violación de los derechos políticos ni de expresión, como la lamentable masacre de la Plaza de Tiananmen en 1989 en la que, según la Cruz Roja China, murieron  aproximadamente 2600 protestantes y disidentes ciudadanos por reclamo de reivindicaciones  políticas y sociales, sin que hayan  actualmente desaparecido por completo la violación de los derechos humanos de esta gigantesca nación asiática. Corea del Norte, desde la división de la península en 1948, se ha transformado en un bastión singular de un comunismo vernáculo de una crueldad, nepotismo y despotismo sui generis con una sociedad militarizada en que se violan los más elementales derechos  humanos, apoyado desde entonces por  la URSS, la actual Rusia  y China que no terminan  de desprenderse de  sus reminiscencias totalitarias y criminales. Se estima que con la criminalidad, como expediente justiciero dictatorial,  desde su líder fundador Kim Il. Sung, se han eliminado 1,6 millones de ciudadanos y prevalecen las atrocidades de un comunismo feroz, brutal y arcaico.

Pero el comunismo ruso y asiático instalado en enero en la isla cubana, con  el triunfo de Fidel Castro contra el dictador Fulgencio Batista, con un apoyo masivo, cultural, científico y económico de la URSS hasta 1990, sustituido después por China y otros países occidentales y por la Venezuela del chavismo, desde el 2000, le ha dado la oportunidad de transferir a nuestro nación el modelo revolucionario cubano que el mismo Fidel calificó como comunismo, al calificar la Revolución Bolivariana. El líder cubano se ha encargado de repetir en su isla  el modelo represivo y hegemónico marxista-leninista con el agregado de martiano (sin relevancia) y para perpetuarse en el poder, junto con su hermano, Raúl( desde 2007) que no han tenido escrúpulo en asesinar a mansalva miles de cubanos que según cálculos serios eliminó entre 1959-2000, 70.000 disidentes y contra-revolucionarios  cubanos, sin que en los últimos años se hayan restaurado totalmente los derechos a la disidencia y pluralismo político, libertad de expresión, protesta y asociación para presos, torturas, encarcelamientos y muerte de opositores, como el reciente asesinato del líder democristiano  Osvaldo Paya, otra víctima, el 22/7/2012, al ser envestido el vehículo en que viajaba. El Informe de Human Right Watch 2014 sobre Cuba señala refleja la situación de los derechos humanos.

 En Cuba se han eliminado los fusilamientos y las penas de muerte pero está lejos de  conseguirse el respecto de los derechos humanos fundamentales, con la represión, amenazas, encarcelamientos, golpizas, actos de repudio (de muy vieja data ), despidos, amenazas de largas penas de prisión y las detenciones preventivas sobre todo cuando hay eventos internacionales o visitas de personalidades extranjeras, como sucedió recientemente en la celebración de la reunión del CELAC, a fines de enero de 2014.Las Damas de Blanco han sido vejadas  por actos fútiles, los periodistas y blogueros  independientes son fustigados y reprimidos; internet, a pesar de la ampliación de su cobertura es limitada hacia y desde el extranjero; la libertad de tránsito dentro del  territorio nacional está o es restringida, y el número de cubanos en prisión es demasiado elevado con más de 57.000 personas retenidas la mayor parte de ellas por razones políticas o protestas. Cuba es el país de América Latina con más cárceles y prisioneros en proporción a su  población.

Pero lo más grave de los Castro ha sido la  exportación de su revolución comunista en  todo el subcontinente latinoamericano, apenas iniciado su dictadura  desde 1959, con expediciones guerrilleras en Panamá, Haití, Dominicana,  y creando focos guerrilleros con adiestramiento militar, dotación de armas y equipos militares, y formación ideológica y creación de movimientos guerrilleras en Centroamérica y  México, Colombia, Ecuador y Perú, hasta Uruguay ,Argentina, Chile, Bolivia y Venezuela , etc. que dieron como resultados movimientos guerrilleros marxista-leninista, maoísta e indigenistas que han sembrado el terror y la muerte en  miles de latinoamericanos con sus líderes emblemáticos  de Tiro Fijo, Raúl reyes y el Mono Jojoy en Colombia, Abismael Guzmán, en Perú, Sandino en Nicaragua, Furibundo Martí en El Salvador, Subcomandante Marcos del movimiento Zapatista mexicano; Oscar Raúl y Mario Firmenich en Argentina; Raúl Sandic, José Mujica y Eleuterio Fernández de los tupamaros uruguayos y las guerrillas venezolanas iniciadas por los liderazgos sobresalientes de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional y grupos subversivos comandados por Fabricio Ojeda, Douglas Bravo, Alfredo Maneiro, Gabriel Puerta Aponte y Hugo Chávez, aparentemente deslindado del comunismo marxista-castrista termina por imponer el comunismo disfrazado de la Revolución Bolivariana del Siglo XXl, vigente y que Nicolás Maduro, impuesto por el CNE Y TSJ,  y el PSUV tratan de consolidar en nuestro país con la ocupación castrista. Las consecuencias de  la subversión castro-comunista en el subcontinente americano  han sido nefasta  trayendo consigo, con base a la lucha de clase, desolación, destrucción, millones de muertes, desaparecidos y desplazados que han abierto heridas profundas y división en la nuestra sociedad  por causa de los conflictos armados, guerras civiles; muerte y sufrimiento para niños, adolescentes e indígenas, dictaduras militares, paramilitarismo, poderosos carteles de drogas, gobiernos castristas y acontecimientos político-ideológicos aún no consolidados definitivamente en Nicaragua, Ecuador, Bolivia, El Salvador, Colombia y Costa Rica, cuyos resultados podremos apreciar  a corto plazo para evaluar los resultados trágicos de un factible derrumbe o mantenimiento de la democracia. Los millones de desplazaos, desaparecidos, muertes y discapacitados de más de 6 millones de colombianos, de los cuales 5 son desarraigados de sus lares originarios, de los más de 70.000 muertes y desaparecidos causados por el conflicto armado entre Sendero Luminoso y las fuerzas armadas regulares en Perú, de los más de  200.00 muertes y desaparecidos y 100.000 desplazados en Guatemala; de los 75.000 caídos y desaparecidos del conflicto civil salvadoreño, 1980-.1992; y si será posible superar los traumas dolorosos del movimiento guerrillero, del gobierno de Salvador Allende y la dictadura de Pinochet en Chile, de la quiebra del sistema democrático uruguayo con el movimiento insurreccional de los Tupamaros, de la superación de la insurrección del Ejército Revolucionario del Pueblo y de los Montoneros argentinos, o los vestigios de la rebelión indígena mexicana y los acontecimientos recientes de la consolidación de castrismo en Nicaragua, cuyas cuyos efectos están latentes y sin definición pero sobreviven causando crisis institucionales de difícil pronóstico. El caso de Venezuela merece un capítulo especial porque se ha  manifestado como una espiral creciente y compleja de castración continua y persistente de los derechos humanos, desde antes y después de la toma democrática del poder por el fallecido presidente Hugo Chávez, desde enero de 1999, que en nuestro país se manifiesta como una vulgar ocupación y dependencia del régimen comunista de los Castro con el menoscabo casi total del Estado de Derecho y las libertades democráticas con los recientes y actuales acontecimientos de febrero de 2014.


Jesús González Briceño

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