IGNACIO FARIZA Bruselas 24 MAR 2014
Bruselas desvela su
“malestar” y “preocupación” por los choques, que ya se cobran 30 víctimas
mortales
Catherine Ashton exige
la apertura de un periodo de diálogo en el que se escuche a todas las partes
implicadas
La inestabilidad política de
Venezuela, agravada por los violentos choques entre grupos opositores,
militantes oficialistas y fuerzas de seguridad ocurridos desde mediados de
febrero, preocupa a laComisión
Europea. El Servicio Exterior de la Unión Europea (UE) ha
hecho público este lunes su sentimiento de “alarma” y “malestar” por la
treintena de víctimas mortales, centenares de heridos y 1.700 detenidos que,
según sus cifras, deja hasta el momento el estallido de violencia en el país
latinoamericano.
“La UE está apesadumbrada por el
creciente número de víctimas mortales entre manifestantes, policías y personas
ajenas a los acontecimientos”, ha señalado una portavoz de la Alta
Representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton. Esta
misma fuente ha remarcado que la UE sigue con “preocupación” las denuncias por
supuesto uso ilegítimo de la fuerza, torturas y abusos que se han vertido
contras las fuerzas del orden y contra altos funcionarios del Gobierno deNicolás Maduro y ha
apelado a las autoridades competentes a “garantizar” que estas acusaciones son
investigadas de manera imparcial y “de conformidad” con el debido proceso
legal. “La velocidad aparente en su sentencia”, señala el Servicio Exterior europeo en
alusión a la Comisión de la Verdad con la que el Ejecutivo
venezolanopretende
investigar lo sucedido en las protestas, “plantea algunas preocupaciones
potenciales”.
Teniendo en cuenta el habitual
lenguaje críptico que caracteriza los comunicados diplomáticos europeos, es
especialmente significativo que la UE haya optado en esta ocasión por comunicar
a las claras y sin titubeos su postura sobre el grave
episodio de conflictividad social que sufre Venezuela. “Condenamos la
intolerancia y el uso de la violencia y estamos preocupados por las denuncias
de presunto uso excesivo y desproporcionado de la fuerza por parte de agentes
de seguridad del Estado”, señala en relación a las quejas de los manifestantes.
“Consideramos que corresponde a los
poderes públicos garantizar que todos los ciudadanos puedan ejercer su derecho
a la libertad de expresión, asociación y reunión, y nos unimos a la Alta Comisionada de la
ONU para los Derechos Humanos en su recordatorio de que el Gobierno
debe garantizar que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley actúan
en consonancia con las normas internacionales”, señala el departamento de
Ashton. La responsable de Derechos Humanos de Naciones
Unidas, Navi Pillay,
ha exigido reiteradamente al Gobierno de Maduro que “renuncie” de inmediato al
uso de la violencia y “dé pasos hacia” el diálogo real.
Siguiendo la estela de la ONU, el
Ejecutivo comunitario ha señalado hoy su “apoyo” a los esfuerzos regionales
para que todas las partes vuelvan a sentarse a negociar con el objetivo de
poner punto y final a los disturbios y afirma “tomar nota” de la reunión
ministerial de Unasur —la
organización que reúne a todos los países de América del Sur—. Está previsto
que el martes llegue a Venezuela una delegación de los ministros de asuntos
exteriores de los Estados representados en el organismo con el objetivo de
desbloquear las negociaciones entre oficialistas y opositores. El Servicio
Exterior europeo matiza, no obstante, que para que este diálogo sea efectivo,
los cancilleres de los países de Unasur deben tener en consideración los
postulados de la oposición aNicolás
Maduro. “De las negociaciones debería resultar una agenda aceptable para
todas las partes”, zanja.
Por primera vez desde que se iniciaran
los disturbios el pasado 12 de febrero, varios representantes del oficialismo admitieron
el sábado que se habían producido “excesos” en la represión de las
protestas. La Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, apuntó en una entrevista que
su departamento investiga 60 presuntos abusos pero matizó que “no son parte de
una política de Estado”. Poco después, el comandante general de la Guardia
Nacional de Venezuela admitió que algunos de sus efectivos habían incurrido en
“excesos” y se comprometió a investigar 56 casos de agresiones de periodistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico