Un cartel a tamaño real de López colocado por la oposición en las calles de Caracas. |
DANIEL LOZANO 05 de junio de 2014
En la Venezuela de la revolución
bolivariana, emitir "mensajes subliminales" se castiga con una celda
diminuta y oscura en una prisión militar. El líder opositor radical Leopoldo
López será juzgado dentro de varios meses y mientras tanto permanecerá en Ramo
Verde, tras la vista preliminar que terminó este jueves en Caracas y en la que
no se presentaron más pruebas que aquéllas que están debajo del umbral de la
conciencia.
Una decisión con nocturnidad (se dio a
conocer a las tres y media de la madrugada) y con mucha alevosía, según los
abogados del dirigente de Voluntad Popular (VP), partido adscrito a la Internacional
Socialista. "La juez vendió su conciencia, cambiando de opinión sobre su
decisión. Estamos del lado correcto de la historia y no dejaremos de luchar por
la mejor Venezuela", transmitió López a sus seguidores a través de una
carta nada más conocer la decisión del Tribunal 16 de Control, encargado de dar
contenido jurídico a la decisión política tomada por el chavismo.
Puede ser condenado a 13 años de cárcel
A López se le acusa de instigación
pública, daños a la propiedad e incendio (ambos en grado de autor) y asociación
para delinquir, por los que puede ser condenado a 13 años de prisión. Delitos
que le responsabilizarían de los incidentes violentos del 12-F, pese a la
inexistencia de pruebas (más allá de dos discursos y un tuit) y pese a que
aquel día fueron miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia y agentes
policiales quienes dispararon contra los manifestantes y asesinaron a dos
personas.
Tras permanecer 100 días en prisión,
se estima que al ex alcalde de Chacao le esperan al menos otros tres meses
antes de que comience un juicio "que está completamente amarrado y donde
nos han sido negadas nuestras pruebas, evidencias y testigos
presenciales", desveló el abogado Juan Carlos Gutiérrez a una emisora
local.
"El delito de López fue pensar
distinto. A Maduro lo único que le queda es intimidar para mantenerse en el
poder", acusó David Smolansky, dirigente de VP.
Los seguidores del opositor han
convocado una protesta para el domingo, "donde definiremos los pasos para
conseguir la salida constitucional de este régimen dictatorial", anunció
Freddy Guevara, antiguo líder estudiantil convertido hoy en uno de los
colaboradores de López. "Vamos a anunciar al país la convocatoria del
proceso para el cambio", añadió con énfasis, en lo que parece será un
intento para relanzar unas protestas hoy sofocadas en el país.
'La decisión estaba cocinada por el
Gobierno'
"Venezuela permanece espantada
frente al régimen del terror que pretenden imponer, crueldad e infamia
infinitas. ¡Esto hará reaccionar a muchos más!", clamó la diputada María
Corina Machado poco antes de recibir ayer en su domicilio la citación de la
Fiscalía para que comparezca el próximo lunes. El ministerio público investiga
el supuesto plan magnicida contra Nicolás Maduro perpetrado por Machado a
través de correos electrónicos.
"La crisis no la van a resolver
metiendo preso a todo el que protesta por pensar distinto. La decisión estaba
cocinada por el Gobierno", denunció Henrique Capriles, gobernador de
Miranda.
Dos jóvenes acompañaron a López en el
banquillo y sufrieron su misma suerte. Se trata de Marco Coello y Christian
Holdack, que permanecerán en prisión por participar en los hechos del 12 de
febrero y, sobre todo, porque la Fiscalía necesita a otras personas, además de
López, para incluir el delito de asociación. Poco importa que ninguno de los
dos conociera a López o militara en su partido. Familiares y asociaciones de
derechos humanos han denunciado las torturas que se practicaron contra Coello
el día de su detención.
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