Francisco Ibarra Bravo 26 de diciembre de 2014
@franibar10
Nada hace tanto daño a una profesión
como la perversión de los términos o el uso interesado de los mismos.
Imagínense un médico que comience a decir que la apendicitis consiste en un
dolor agudo en la cabeza que se puede tratar con analgésicos ¿Qué sería de ese
médico? ¿Qué diríamos de la profesión si esa tendencia se extendiese? ¿Podría
haber avanzado la medicina utilizando definiciones flexibles?
En las ciencias sociales lamentablemente
las definiciones no suelen ser tan exactas. Muchas de ellas tienden a estar
cargadas de emociones y con frecuencia son maleadas. Tomemos por ejemplo la
palabra libertad. Para una sociedad donde había esclavitud la libertad
significaba claramente no ser esclavo. Para los blancos criollos del siglo XIX
significaba no estar bajo el designio de la corona española, para mucha de la
izquierda actualmente la palabra libertad está asociada a capacidad de
consumir, a mayor capacidad de consumo mayor libertad según creen. Es una
verdadera pena lo que ha ocurrido con una palabra trascendental como lo es la
libertad, porque por malinterpretarla se acaba perdiéndola, pero en todo caso
es comprensible que existan estas diferencias de criterio.
Donde no deben existir diferencias de
criterio es en definiciones que han sido y deben ser bien precisas. Una de esas
definiciones es la unificación cambiaria. Tener un solo tipo de cambio implica
que para un mismo bien existe un solo precio. Lo que quiere decir que se cumple
la ley de un solo precio o lo que es lo mismo, no existen posibilidades de
arbitrar en el mercado cambiario. Esta es una definición lo suficientemente
clara como para que no existan discrepancias; sin embargo, hemos visto como
algunos han tratado de pervertirla para referirse a lo que no es: un tipo de
cambio único oficial bajo el control de cambio.
No se puede hablar de unificación
cambiaria bajo un régimen de control de cambio. Lo que se podría alegar es un
tipo de cambio único oficial. No ha existido en Venezuela un tipo de cambio
único desde febrero de 2003 cuando se instauró el vigente control de cambio.
Alegar que ocurrirá una unificación cambiaria bajo el actual control de cambio
constituye una estafa al lenguaje. Esa perversión del lenguaje es la que
termina generando luego dudas en el común de la población. Es necesario que
aquellos que forman opinión pública no confundan a la población maleando el
lenguaje. Hay que decirlo fuerte y claro: la unificación cambiaria implica el
levantamiento del control de cambio. Punto.
Los períodos de control de cambio han
estado asociados a los momentos más corruptos e improductivos de nuestra
historia. Gran parte de esa corrupción ha estado asociada al arbitraje de los
dólares porque siempre ha existido un mercado alternativo cuando ha habido
controles. El país requiere salir de esta espiral corrupta e improductiva en la
que se encuentra. Para ello es necesario que ocurra la unificación cambiaria y
que los venezolanos dejemos de estar pendiente de conseguir el dólar más barato
para de alguna manera u otra arbitrarlo. La situación reclama unificar el tipo
de cambio y por lo tanto la eliminación del control de cambio.
Francisco Ibarra Bravo
@franibar10
Director de @Econometrica
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