Carlos Romero Mendoza 17 de diciembre de 2014
@carome31
En noviembre 2014 el Papa Francisco
habló en el Parlamento Europeo y desde allí, reconociendo la representación que
detenta esta institución, exhortó a todos los ciudadanos europeos, a avanzar
con esperanza y aliento hacia una Europa menos centrada en lo económico y más
centralizada en la persona humana.
Además, invitó a que Europa abrace
con valentía su pasado y mire con confianza su futuro para vivir plenamente y
con esperanza su presente. A tal fin, el Papa destacó el papel
que juegan los europarlamentarios en este exhorto, y les recordó que en este
tiempo histórico tienen la misión de:
1- Mantener
viva la democracia en Europa. El Papa reconoce que este reto
exige evitar tantas maneras globalizantes de diluir la realidad:
purismos angélicos, totalitarismos de los relativos, fundamentalismo
ahistóricos, eticismos sin bondad, intelectualismo sin sabiduría.
En este sentido, advierte el Papa
que la concepción unificadora de la globalidad daña la vitalidad del
sistema democrático, debilitando el contraste rico, fecundo y
constructivo de las organizaciones y de los partidos entre sí.
2-. Cuidar
y proteger la memoria y esperanza del pueblo europeo, y a hacerse cargo
del presente en su situación más marginal y angustiante, para dotarla de
dignidad.
3-. Custodiar
y hacer crecer la identidad europea, de modo que facilite a los ciudadanos, en
el marco de su propia diversidad, encontrar de nuevo la confianza en las
instituciones de la Unión y en el proyecto de paz, amistad en el que se
fundamentaron los padres fundadores.
4.- Reconocer
el valor de la vida humana, que se nos da gratuitamente y no puede ser
objeto de intercambio o de comercio; así como también, a no olvidar
que cada persona es parte de un contexto social en el cual sus derechos y
deberes están conectados a los de otros y con el bien común de la misma
sociedad.
Considerando al hombre como parte de un
contexto social, el Papa advierte que el hombre debe ser considerado como parte
fundamental de la naturaleza, y así como se habla de ecología ambiental, hay
que hablar también, de ecología humana, la cual se sustenta en el respeto de la
persona.
Elevó un llamado a profundizar la
cultura de los derechos humanos, para que ella pueda unir sabiamente la
dimensión personal o individual con el bien común, por ese ´todos nosotros´
formado por individuos, familia y grupos intermedios que se unen en comunidad
social.
Estas reflexiones puntuales del discurso
del Papa en el Parlamento Europeo, son útiles para cualquier debate que se haga
sobre el proceso electoral de candidatos para las parlamentarias del 2015, pues
nos invita a evaluar la función estratégica de los parlamentarios.
Debemos reconocer que desde el año 1999,
cuando se aprobó la Constitución Nacional, perdimos aquél Congreso bicameral
que hoy se recuerda como garante del espíritu federal y de una efectiva
representación política que además de plural, fue diversa desde el punto de
vista ideológico y entre los cuales siempre privó el mayor respeto muto en la
dinámica parlamentaria.
Es claro que en estas próximas
elecciones está en juego la supervivencia de la función parlamentaria y que los
candidatos tendrán la enorme responsabilidad de hacer entender a sus electores,
que estos no son tiempos normales y que la participación electoral,
con todo y los obstáculos que puedan surgir, representa la única alternativa
viable y realista para mantener viva la esperanza de reencontrarnos con la
democracia como único sistema capaz de reconocernos como sujeto de derechos y
deberes, sin distinción alguna ante la ley y en un ambiente de mayor libertad.
Algunos dirán que lo mismo se dijo con
las municipales en el 2013, y es cierto; pero son realidades distintas, en
aquél diciembre estaba en juego el único modelo de organización local
reconocido por la Constitución, que de debilitarse facilitaba el camino hacia
el modelo comunal.
Más allá de los obstáculos, y del propio
resultado, las elecciones municipales reafirmaron y legitimaron las
instituciones del Poder Público Municipal y garantizaron su permanencia como
actores políticos legítimos, institucionales y además constitucionales.
Legitimar la vigencia y existencia del
Parlamento, impedirá que el tiempo haga olvidar el significado de la
representación política, su coexistencia con la libre participación ciudadana y
el valor del voto directo, secreto y universal que intentan debilitar, porque
la existencia de los mismos no son esenciales en el modelo
comunal.
Las elecciones 2015 será un proceso
político complejo, que requiere un parlamentario que esté a la altura de un
tiempo histórico que exige de actores políticos, capaces de mantener viva la
democracia, lo que significa ir más allá de la función legislativa, que ha
quedado debilitada y prácticamente anulada. El reto es recuperarla y
para ello hay que rescatar la institucionalidad, desde el rol parlamentario y
en alianza con los ciudadanos.
Es importante recordar que en su mensaje
de esperanza a los Europeos, el Papa habla desde el Parlamento, casa del
pensamiento plural, del debate y de la representación política; y desde allí
llama por la confianza de que las dificultades puedan convertirse en
fuertes promotoras de unidad, pues reconozcamos las dificultades que estas
elecciones del 2015 traen consigo, no olvidemos que éstos no son tiempos
normales y en consecuencia actuemos responsablemente, pensando en las
generaciones futuras.
Asumamos nuestra corresponsabilidad por
mantener viva la esperanza en reencontrarnos con la democracia.
Fuente:
ACIPRENSA. Texto: Discurso completo del
Papa Francisco al Parlamento Europeo. 25 de noviembre 2014. Online
en: https://www.aciprensa.com/noticias/texto-discurso-completo-del-papa-francisco-al-parlamento-europeo-82825/
@carome31
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico