Páginas

domingo, 21 de diciembre de 2014

La libertad de Cuba no depende de EE.UU., por Rosa María Payá

Rosa María Payá 20 de diciembre de 2014

Los cambios en la política exterior estadounidense anunciados este miércoles, a solo una semana de las detenciones, los maltratos y la represión violenta que vivieron todos los cubanos que se manifestaban a favor de los derechos el pasado 10 de diciembre, demuestran que la democracia en Cuba es prioridad solo para los cubanos.

Y somos los cubanos, quienes trabajamos y trabajaremos por los cambios políticos que nos conduzcan a la democracia. Pues el Estado de derecho es el único escenario que garantiza la posibilidad de la superación de la pobreza y la búsqueda del bien común.

Nuestra expectativa no reside en la acción de un Gobierno extranjero.

El presidente de Estados Unidos ya anuncia su recompensa al régimen cubano por la liberación de un rehén. La administración de Barack Obama decide normalizar relaciones con un Gobierno que no es normal, porque no es legítimo, pues los cubanos nunca lo elegimos y viola los más elementales derechos humanos. Los diálogos entre las élites no son el espacio del pueblo.

Sin embargo, este nuevo escenario viene acompañado de nuevas oportunidades, no solo en el terreno de una posible mejora de las comunicaciones o la actividad comercial del incipiente sector privado, porque quien primero censura y restringe estos sectores es el régimen de la isla y no ningún Gobierno extranjero.

Pero se presentan nuevas oportunidades para que los ciudadanos cubanos y sus justas demandas se hagan escuchar, sean acogidas y planteadas al Gobierno cubano por los mismos actores que acompañaron este proceso de acercamiento y en coherencia con las administraciones e instituciones democráticas del planeta.

Lo que garantiza el espacio del pueblo es el respeto a los derechos y la posibilidad de participación ciudadana.

Lo garantizan las elecciones libres.

Por eso invitamos a todos los cubanos a trabajar por la realización de una consulta popular en favor de las elecciones libres y plurales, y a los Gobiernos del mundo, también al de Canadá y al Vaticano, a apoyar el derecho a decidir de todos los cubanos, de todos los seres humanos.

Felicito a la familia Gross por su reencuentro y el regreso a casa de Alan.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico