Luis Manuel Esculpí diciembre de 2014
Las noticias de fin de año y las
predicciones para el venidero no son nada halagadoras. Las tradicionales
expectativas, los deseos de prosperidad y felicidad aparecen disminuidos. El
ambiente de las festividades navideñas recuerdan con nostalgia las de otros
años. La inflación y la escasez agobian el día a día. Las colas ya forman parte
de nuestro paisaje humano. El desconcierto recorre todos los ámbitos,
incluyendo al propio gobierno. En paralelo se evidencia el fracaso de un modelo
y la necesidad de su sustitución. Paradójicamente el cuadro actual ofrece un
ancho espacio al desarrollo de las fuerzas democráticas con el propósito de
consolidación y ampliación de la nueva mayoría.
El expresidente Chávez solía citar
frecuentemente a Gramsci, especialmente el fragmento: "La crisis consiste
en que lo viejo muere y lo nuevo no puede nacer". El pensador italiano
también afirmaba a propósito de estos ciclos: "Si la clase dominante ha
perdido el consenso, entonces no es más ‘dirigente’ sino únicamente dominante,
detentadora de la pura fuerza coercitiva". Ambos textos son perfectamente
ilustrativos de la crisis por la que atravesamos.
Desconozco si Maduro, en los tiempos que
lo conocí, cuando vestía con blue jeans, camisa de kaki y botas montañeras,
vestimenta típica de la Liga Socialista, se aproximó a la lectura de los
Cuadernos de la Cárcel. En verdad lo dudo, pues los textos de Gramsci eran
demasiado heterodoxos para los dogmas que abrazaban los militantes de esa
organización. Igual pienso de su compañero Fernando Soto Rojas.
La cúpula gobernante está aislada. La
evasión no suplanta la realidad, la crisis es omnipresente. Anuncian medidas y
no adoptan decisiones. Aumenta su desprestigio y el desconcierto entre sus
bases. Su indefinición los atosiga. Tal situación es digna de ser considerada y
valorada por los factores alternativos, puede resultar clave para alcanzar los
objetivos planteados. Despejar el panorama constituye un cometido de primer
orden para el alcanzar el cambio político.
Recientemente Maduro llamó a buscar a
"confundidos y descontentos". Debe comenzar por Miraflores, quien es
el principal difusor de la confusión. Debe iniciar con urgencia una búsqueda de
sí mismo. Su desasosiego llega hasta negar la existencia del dólar paralelo,
después de anunciar el propósito de demolerlo. La cúpula no es
"dirigente", es solo "dominante", y amenaza constantemente
con la "pura fuerza coercitiva". Una crisis que los ha superado. Todo
ello acrecienta las posibilidades para la alternativa del campo opositor, el
año próximo será promisorio en esa dirección.
Para finalizar, siendo esta columna la
última de este año, expresamos nuestra solidaridad con los presos políticos y
los exilados, exigiendo su libertad y regreso. Tomo prestadas las palabras de
Cesar Miguel Rondón para desear a todos unas navidades y el mejor año posible.
A pesar de todo.
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