Carlos Romero Mendoza 20 de diciembre de 2014
@carome31
Un total de 194 países se reunieron en
Lima para participar en la XX Conferencia Mundial de Cambio Climático promovida
por la ONU; este evento marcó el inicio del conteo regresivo para lograr
alcanzar un nuevo acuerdo global que permita reducir el calentamiento global y
que sustituya al Protocolo de Kioto. Este nuevo acuerdo deberá
aprobarse para finales del 2015 en el marco de una nueva Conferencia Mundial.
Cada año que pasa, los estudios van
evidenciando que el cambio climático no es un mito, sino que por el contrario
es una realidad. Tan es así, que el 2014 registra -como saldo
positivo-, los anuncios que China y Estados Unidos hicieron públicamente en el
marco de la Cumbre Asia-Pacífico, sobre su posible contribución en la reducción
del calentamiento global[1].
Que ambos países se hayan tomado el
tiempo para hacer públicamente el anuncio, es un indicador importante del
reconocimiento que hacen sobre la gravedad del problema, pero además, que sean
estos dos países los mayores generadores de gases tóxicos en el mundo, pone
grandes esperanzas en la batalla contra los efectos del cambio climático.
Por cierto, algunos medios destacan que
las diferencias entre ambos países en cuanto a la desaceleración
del cambio climático, motivó al presidente Peruano a extender un día más
las sesiones de la XX Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático en Lima.[2]
La importancia que reviste un nuevo
acuerdo global sobre el Cambio Climático, fue expresado por el Papa Francisco,
a través de un mensaje mediante el cual reconoció que estamos frente a un grave
problema que afecta a toda la humanidad y en particular a los más pobres y a
las generaciones futuras, por lo que invitó a cada gobierno a actuar en esta
materia con responsabilidad ética y moral.
“Solamente podremos hallar
soluciones adecuadas si actuamos juntos y concordes. Existe, por tanto, un
claro, definitivo e impostergable imperativo ético de actuar”, advirtió
el Papa Francisco en su mensaje.[3]
La XX Conferencia Mundial cerró con
un angustioso acuerdo a última hora -como lo calificó Gestión,
diario de economía y negocios del Perú[4]-, bajo el
título de La llamada de Lima por la acción climática[5], cuyo
texto incorporó con distintos matices aspectos cruciales en la ruta hacia el
acuerdo que debe quedar aprobado en diciembre 2015 en París, y además,
reconoció la responsabilidad común y diferenciada de cada uno de los países
frente al calentamiento global.
Para Ban Ki-moon, Secretario General de
la ONU, los acuerdos alcanzados abren el camino para el éxito en París[6]; y en el mismo
sentido, Laurent Fabius, Canciller de Francia, afirmó que la esperanza de éxito
en París está cerca.
Para Matt McGrath, de la BBC, ninguno de
los 194 países que asistieron a las charlas se fue con todo lo que querían,
pero todo el mundo logró algo. En este sentido, el ministro de Medio
Ambiente de Perú, Manuel Pulgar Vidal, aseguró queLa llamada de Lima por la
acción climática no es perfecta, pero incluye las posiciones de
las partes.
Por su parte, World Wide Fund for Nature
(WWF) es crítico y advierte que el texto de la declaración final de la XX
Cumbre “pasó de débil a más débil y de más débil a realmente muy
débil". Así mismo, Amigos de la Tierra Internacional, afirmaron que
el temor de que las conversaciones no consiguieran "un resultado justo y
ambicioso" se cumplió y que ha sido "trágicamente cierto".[7]
La BBC resume los acuerdos alcanzados
en La llamada de Lima por la acción climática, de la
siguiente manera:
- Que
los países desarrollados proporcionen apoyo financiero a los países en
desarrollo "vulnerables"
- Promesas
nacionales de los estados listos para comprometerse y que se presentarán
en el primer trimestre de 2015.
- Que
los países establezcan objetivos más allá de su "compromiso
actual".
- Que el
organismo de la ONU encargado de cambio climático informen sobre los
compromisos nacionales en noviembre 2015[8].
El recorrido hasta la Cumbre Mundial de
Paris 2015 debe superar no sólo las diferencias entre China y Estados Unidos;
sino también las tensiones que genera el debate que polariza entre países
desarrollados y países en vías de desarrollo, o como lo llaman algunos medios
de información, entre países ricos, que serían los altamente contaminantes, y
los países pobres, identificados como los más vulnerables.
La ruta hacia la Conferencia de Paris
del 2015, se acompaña en el caso venezolano con las elecciones parlamentarias,
lo cual reclama a la sociedad venezolana, en particular a las llamadas ONGs en
materia ambiental mayor esfuerzo para el 2015, a los fines de exhortar y exigir
a los partidos políticos y al gobierno nacional, mayor responsabilidad en el
tratamiento de un tema que no reconoce ideologías y que avanza sin
frenos.
La sociedad venezolana está llamada,
incluso constitucionalmente, a ser corresponsable en garantizar un ambiente
sano, saludable y ecológicamente equilibrado, lo cual supone reclamar a las
autoridades gubernamentales la información oportuna y suficiente para
comprender mejor el impacto del calentamiento global en Venezuela y el llamado
de urgencia que se hace a nivel internacional en esta materia.
El Cambio Climático es un tema que no
puede seguir ajeno a la realidad venezolana.
@carome31
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