Por Carlos Vilchez Navamuel, 20/02/2015
Lo hemos dicho en más de una oportunidad, el silencio
de los gobernantes en Latinoamérica con respecto a lo que pasa en Venezuela no
es admisible, es indignante y los convierte en cómplices de todo lo que sucede
allí.
Las herramientas democráticas con las que suelen
disponer los ciudadanos que viven en democracia se han perdido en ese país,
libertad de expresión mutilada, el derecho a las movilizaciones pacíficas
cercenadas, arrestos de estudiantes, jueces y la cantidad de presos políticos
que incluyen a Leopoldo López, uno de los líderes de la oposición así como las
continuas advertencias del gobierno venezolano liderado por el presidente
Maduro de encerrar a quienes se opongan a su gobierno viola constantemente los
derechos humanos y la Carta Democrática de la OEA.
El arresto ayer 19-02-15 del Alcalde de Caracas,
Antonio Ledezma confirma una vez más que el régimen de Maduro actúa de forma
dictatorial y viola las normas democráticas.
El analista político costarricense Claudio Alpizar
Otoya recientemente escribió en su muro de Facebook el 20-02-15 “LA SOLEDAD DE VENEZUELA: Pobre
Venezuela vive el destrozo de su democracia día a día en soledad, mientras
tanto ningún gobierno de América Latina se pronuncia con contundencia sobre el
pisoteo de libertades de movilización, prensa y derechos humanos. Algunos solo
ven el pasado que promovió el presente de Venezuela, más no les importa que el
presente socave aún más a esa nación. Así la diplomacia y la falta de carácter
de los gobernantes de los "hermanos" latinoamericanos se pasea sin
voluntad de auxilio. ¿Mi país Costa Rica? Se le olvida que puede golpear la
mesa por ser la democracia más antigua de la región y liderar un movimiento de
auxilio”.
Sinceramente no entendemos el silencio de los
gobernantes latinoamericanos, es algo incomprensible, la censura y las llamadas
de atención hacia el gobierno de Maduro han salido de la Unión Europea, de las
Naciones Unidas, y hasta del presidente Barack Obama quién el año pasado se
pronunció a favor de que liberen a Leopoldo López, por esa razón nosotros nos
preguntamos ¿Por qué el silencio de todos aquellos que están gobernando en
Latinoamérica? ¿Acaso todos estos gobernantes no son demócratas?
Las únicas voces que hemos escuchado sobre políticos
de trayectoria, pero que no gobierna actualmente, han sido la de los
expresidentes de Colombia, Álvaro Uribe y la de su colega costarricense, Oscar Arias Sánchez, ellos sí se vienen
pronunciado sobre los continuos atropellos que se cometen a diario en el país en
que nacimos, también vimos hace poco en Venezuela a los expresidentes de
Colombia, Andrés Pastrana y al exmandatario chileno, Sebastián Piñera comprobar
en carne propia los atropellos que se dan en esa nación al no permitírseles ver
a Leopoldo López.
Para qué entonces la OEA, UNASUR o la CELAC, si ningún
gobernante (hasta el momento) se atreve a convocar a una de estas organización
de forma urgente para tratar el tema.
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