Por Maximiliano Donat, 15/02/2015
Cuando un venezolano nace en este País se convierte constitucionalmente
en Ciudadano con todos los derechos y deberes que en la carta magna y leyes le
confieren.
Desde los albores de la República esos derechos se han ido quedando en
letra muerta pues tanto los ciudadanos como los “lideres” que han regido los
destinos de nuestro País así lo han querido.
La partidocracia ha sido el instrumento institucional que eso “lideres”
han utilizado para desviar los derechos ciudadanos hacia terrenos del control
social mediante un cambio de vestimenta de los derechos ciudadanos, ese nuevo
vestido lo han, malévolamente, desarrollado con una habilidad pasmosa, llamándola
“Las Necesidades del Pueblo”.
Estas habilidades que esas personas han perfeccionado con el andar de
los tiempos republicanos, los han encumbrado a sitiales de gobierno, dándose a
sí mismos el titulo (inadecuado por cierto) de político.
Estamos en el siglo XXI y un importante número de Ciudadanos hemos
alcanzado la mayoría de edad, y comenzamos a reclamar la herencia que por
nacimiento nos corresponde, ya no necesitamos un “tutor” que administre
nuestros derechos, nuestros padres nos han preparado moral, ética y
profesionalmente para administrar nuestra herencia.
Solo una fuerza política (ciudadanía no partidista) puede reemplazar a otra fuerza política
(partidocracia de partidos) en la evolución y desarrollo de una sociedad más
justa, más honesta, más eficiente y descentralizada. Esa fuerza política está
fundamentada en un Ciudadano Domine Político, que no es contraria a la
participación política de los partidos, sino que es una organización de sujetos
con derechos y deberes constitucionales, los cuales les dan la cualidad de
ocupar un cargo de gobierno (en cualquier nivel), ministerial e institucional.
Este nuevo paradigma que la organización DeCiDo lleva a todo nivel del
País nacional, tiene como objetivo cardinal llevar a la sociedad a un estadio
superior de organicidad donde los derechos y deberes del Ciudadano sean el punto
central de toda política de Estado.
Este nuevo paradigma, en lugar de despreciar y desdeñar la política, la
profundiza a niveles de descentralización que alcanzan al ciudadano como
individuo, a la sociedad como nación y por ende reemplaza a la política
partidocratica por un nuevo neologismo La Ciudadanocracia o País de y para
Ciudadanos.
Como Ciudadano Domine, asumimos nuestros derechos políticos y avanzamos
instruyendo, formando y organizando grupos ciudadanos que nos permita alcanzar
la masa crítica que dispare exponencialmente una fuerza política ciudadana que
pueda definir espacios de participación política a ciudadanos y ciudadanas con
capacidad y virtudes superiores para iniciar la sustitución de una forma de
gobierno que mantenga a la ciudadanía en un estado de necesidad por uno que
desarrolle los derechos ciudadanos.
Maximiliano Donat
Coord de OngDeCiDo (democracia y ciudadano domine)
@maxidonat; Web Democracia y
Ciudadano Domine
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