Por Eddie Ramírez, 03/03/2015
¿Es compatible avalar el documento Venezuela Unida, firmar el Acuerdo
Nacional para la Transición y, al mismo tiempo, estar de acuerdo con acudir a
votar en las parlamentarias? Entendamos que enfrentamos un régimen totalitario
adaptado al siglo XXI que pretende mantenerse en el poder a cualquier costo,
aunque haya perdido el apoyo popular. Por ello, para derrotarlo requerimos
acciones contundentes de toda la dirigencia política y de la sociedad civil.
El presidente de facto ha demostrado que justifica las violaciones de
los derechos humanos, incluidos asesinatos de niños y de jóvenes, torturas,
encarcelamiento de los alcaldes Ceballos, Scarano y Antonio Ledezma y más de
medio centenar de ciudadanos, allanamiento de la inmunidad parlamentaria de
Mardo, María Aranguren y de María Corina, las amenazas que pesan sobre Julio
Borges y Juan Carlos Caldera y la destitución de la alcaldesa de Guasdualito.
Estos hechos no pueden quedar sin una respuesta firme y conjunta de nuestros
dirigentes. Ya el 80% de la población rechaza a Maduro y a su revolución, pero
si la unidad de los partidos de oposición se limita a los eventos electorales,
los políticos demócratas no lograrán convencer de que son una alternativa de
poder.
Contundentemente hay que señalar que los discursos de odio de Maduro,
Diosdado, Jorge Rodríguez y del resto de la caterva roja son los culpables de
los asesinatos y que la política económica del régimen es la única responsable
de la escasez de productos, del alto costo de la vida, de la inseguridad, de la
corrupción y de las fallas en los servicios médicos. También, que los inventos
de magnicidio, golpes de estado e invasiones del “imperio” tienen como fin
engañar a quienes todavía apoyan a la llamada revolución. La paranoia del
inquilino de Miraflores es de tal magnitud que lo indujo a descalificar al
asesinado niño Kluiverth Roa por pertenecer al prestigioso movimiento scout, al
que señaló como “una secta de derecha”.
Hasta el presente, nuestra dirigencia ha tomado tres iniciativas:
divulgar el documento titulado Venezuela Unida, recoger firmas en apoyo del
documento Acuerdo Nacional para la Transición y convocar a votar en las
parlamentarias. El primero contó con el apoyo de toda la MUD. Señala que para
construir la Venezuela Unida debemos superar la división, organizarnos mejor,
movilizarnos con eficiencia, que el costo de la crisis lo debe pagar la élite
gobernante, que tenemos que ganar el poder, congregar a los venezolanos en
torno a un sueño país, tener un pueblo de propietarios, solidario y próspero,
con un Estado austero y unidad de voto y calle.
Por su parte, el documento titulado Acuerdo Nacional para la Transición
fue suscrito inicialmente por María Corina, Ledezma y Leopoldo, adhiriéndose
los partidos Copei, Voluntad Popular y ABP, los distinguidos ciudadanos Pompeyo
Márquez, Tejera París y Enrique Aristiguieta y miles de ciudadanos. El mismo
hace un llamado sin distingos políticos para lograr una transición en paz.
Señala tres agendas. Una política-institucional para restituir las libertades
conculcadas, la soberanía, la paz social y el estado de derecho. Otra agenda
para atender la emergencia social y asegurar la atención eficaz a los sectores
más vulnerables y una tercera para estabilizar la economía, recuperar el
ingreso familiar y generar confianza en el país. Lamentablemente, este Acuerdo
no fue suscrito por la mayoría de los partidos integrantes de la MUD.
Quien analice desapasionadamente las tres propuestas y aparte intereses
propios, no debería tener objeciones en estar de acuerdo con todas ellas. Quizá
algunos temen que convocar a una transición y, al mismo tiempo, llamar a votar
en las parlamentarias es un contrasentido, pero no lo percibimos así. Sea que
la transición se produzca antes o después de las parlamentarias, estas son
importantes y más bien deben contribuir a que la necesaria transición se
produzca con el menor trauma posible. La alternativa democrática ganará la
mayoría parlamentaria pero, por el ventajismo oficialista y la parcialidad del
CNE, dudamos que sea por mayoría de las dos terceras partes y pensamos que el
régimen puede ingeniárselas para convivir con una Asamblea en la que no tenga
mayoría, por lo que solo las parlamentarias no someterán al totalitarismo.
Como en botica: Falleció el distinguido venezolano doctor Julio César
Arreaza, quien fue vicepresidente fundador de la Pdvsa meritocrática y
ciudadano ejemplar. Nuestro reconocimiento a la tenaz lucha de Teodoro y todos
los trabajadores de TalCual. El acoso del régimen no los doblegó. Leeremos
el semanario. En la conspiración de Maduro los misioneros norteamericanos
tenían el papel de rezar por el éxito del golpe. Como consecuencia de la
exigencia de visas a los estadounidenses dejarán de visitarnos veinte millones
de turistas. En un artículo sobre las conspiraciones inventadas, Umberto Eco
menciona que para Richard Hofstadter “paranoico social “ es aquel que piensa
que los poderes ocultos están persiguiendo a su clase, su nación o su religión,
considerándolo más peligroso que el paranoico clínico. ¡No más prisioneros
políticos, ni exiliados!
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