Por Eddie Ramírez, 01/09/2015
A algo más de cien años del inicio de la actividad petrolera y a 40
años de la estatización de esta actividad se pueden sacar algunas conclusiones
basadas en la información de los dos artículos anteriores:
1- En los primeros años hubo una gran corrupción con el otorgamiento de
las concesiones y las compañías extranjeras cometieron abusos y operaron sin
mayores controles.
2- Gradualmente, el Estado venezolano fue regulando las actividades y
aumentado los impuestos.
3- Ante el inminente cese de las concesiones, en los últimos años
previos a la estatización las empresas disminuyeron sus inversiones y
descuidaron el mantenimiento.
4- En 1975 se produjo la estatización, que no la nacionalización de la
industria de los hidrocarburos.
5- Paulatinamente, Pdvsa se fue consolidando, ubicándose entre las tres
grandes petroleras del mundo.
6- La situación del mercado petrolero indujo, en la década de los 80, a
iniciar la adquisición de refinerías en el exterior y en los noventa a realizar
una apertura al sector privado para poder aumentar la producción.
7- La política de todos los gobiernos fue de restringir la producción.
Fuimos los únicos que aplicamos esta estrategia, por lo cual pasamos de ser los
segundos productores mundiales a ocupar el doceavo puesto.
8- Al llegar los rojos al poder tomaron la empresa por asalto
poniéndola al servicio del partido de gobierno.
9- Pdvsa no podrá ser la del pasado, ni la del presente.
10- El petróleo no se va a acabar, pero la era del petróleo sí.
Hoy, de acuerdo a los informes de Pdvsa, la situación de la empresa es
muy grave. Está produciendo menos barriles que en el pasado, tiene muchos
problemas operacionales en las refinerías, un elevado endeudamiento y una
nómina exageradamente abultada. Un reciente trabajo del ingeniero Sergio Sáez,
acucioso auditor social, concluye que este año Pdvsa tendrá un déficit de caja
de 43.645 millones de dólares.
Ante esta situación, los venezolanos debemos iniciar una discusión
sobre el futuro de nuestra industria petrolera y de Pdvsa. Compete
principalmente al sector político informarse y, después de un amplio debate en
que se escuchen incluso las opiniones de disidentes del sector oficial, elaborar
un documento con recomendaciones específicas. Gente del Petróleo y distinguidos
profesionales, entre ellos Diego Gonzáles y Gustavo Coronel, han propuesto
opciones que pueden ser punto de partida para discutir el tema y en Coener hay
un grupo muy valioso de profesionales.
El régimen actual quiso ordeñar a la vaca Pdvsa sin suministrarle
alimento y, lógicamente, la pobre vaca se secó. La renta petrolera ya no puede
satisfacer las crecientes exigencias presupuestarias de educación, salud,
infraestructura y seguridad. La empresa está colapsada y el Estado no tiene
recursos para poder aumentar la producción de crudo, ni para mejorar las
refinerías. Paradójicamente, los rojos que constantemente predican un
nacionalismo trasnochado son los responsables de que necesariamente tenga que
producirse una mayor apertura al sector privado. Como Pdvsa está protegida por
la Constitución, tendrá que seguir operando pero irremediablemente tendrá que
reducirse a su mínima expresión.
Mientras no se modifique la Constitución, las empresas privadas solo
podrán seguir operando asociadas a Pdvsa. Actualmente tienen un 40% de las
acciones, pero como Pdvsa no está en capacidad de aportar el monto que le
corresponde, ese porcentaje tendrá que ser cambiado. Eventualmente nuestra
Carta Magna deberá ser modificada. Este planteamiento sacará ronchas entre los
rojos, pero les guste o no, ellos fueron los causantes del hundimiento de la
que fue una gran empresa. Por otra parte, ya es tiempo de despojarnos del mito
de que es imprescindible que el Estado sea dueño de la actividad petrolera, del
hierro, del aluminio, de la telefonía y de la energía eléctrica. Aceptemos que
esas empresas están quebradas y que el Estado no puede seguir sosteniéndolas.
Lo vital es que ejerza un control sobre las empresas privadas mediante reglas
claras en una relación ganar-ganar.
¿Se atreverán nuestros dirigentes a predicar que es inevitable la
privatización de esas actividades o seguirán ofreciendo más de lo mismo? Nos
permitimos insistir en que el punto no es si preferimos el esquema estatista,
la realidad es que ya no es sustentable. En los próximos 40 años el petróleo
probablemente habrá sido desplazado por otras fuentes de energía. ¡O cambiamos
o nos seguiremos hundiendo!
Como en botica: El régimen ha cometido muchos atropellos,
encarcelando a ciudadanos inocentes. Uno de los casos más arbitrarios es la
detención de Fray Roa, presidente de la Federación de Licoreros y el de Manuel
Morales, gerente del Supermercado Día a Día. Los venezolanos somos bien
recibidos en Colombia. Ese laborioso pueblo entiende que nosotros no apoyamos
los atropellos ordenados por Maduro. Inmoral e hipócrita es el régimen, no la
Unión Europea. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
Eddie Ramírez
eddiearamirez@hotmail.com
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