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domingo, 24 de enero de 2016

“Las misiones no han contribuido a disminuir la pobreza”


Por Edgar López


Frente a la matriz de opinión que ha intentado crear el gobierno para hacer ver que la oposición es enemiga de las misiones, los diputados de la Mesa de la Unidad Democrática que constituyen la mayoría en la Asamblea Nacional tienen el reto de mejorar y consolidar los programas sociales, mediante un cabal ejercicio de sus funciones legislativas, contraloras y políticas. En opinión del investigador del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, Carlos Aponte, las tareas de los nuevos parlamentarios debe partir del único dato preciso que se tiene: “Las misiones no han contribuido a disminuir la pobreza”.


“Hubo un importante crecimiento del gasto social desde 1999 y sobre todo entre 2004 y 2012, gasto que pudo ser mucho más eficiente y efectivo. Pero la reducción de la pobreza derivó especialmente de la mejora del ingreso laboral de la población en un marco de bonanza petrolera. Se creó una ficción en torno a la supuesta repartidera de plata, pero hasta 2010 hubo pocas transferencias directas de dinero. En 2013 se anulan sus aportes por inflación”, explicó Aponte en el foro “La urgencia de transformar los programas sociales”, organizado por Transparencia Venezuela.

Cuando se implementaron las primeras misiones, en 2004, la pobreza según la línea de ingreso se ubicaba en 47% y la pobreza extrema en 19%. En 2007 ambos indicadores bajaron a 29 y 8%, respectivamente. Sin embargo, desde 2007 y hasta el 2013 (último año en que el INE publicó datos) la pobreza se ha mantenido en 27% y la extrema en 9%. Según la Encuesta de Condiciones de Vida que elaboran las universidades autónomas, en 2015 la pobreza ascendió a 76%.

El experto reconoce la importancia de que la MUD haya privilegiado la atención a los más pobres del país, al anunciar su intención de conceder títulos de propiedad a los beneficiarios de la Misión Vivienda, y cestatickets a los pensionados y jubilados, pero considera imprescindible asegurar la viabilidad de tales anuncios, habida cuenta del contexto fiscal y las tendencias demográficas.

Aponte también advirtió que las bases de misiones que el gobierno ha lanzado para atender la pobreza extrema no son suficientes para afrontar el “feroz empobrecimiento de los venezolanos”.

Transparencia y seguridad. La diputada Dinorah Figuera (Primero Justicia) anunció lo primero que se hará en materia de misiones es evaluar el impacto que han tenido, a cuyos efectos considera necesario elaborar indicadores confiables: “No basta señalar que Barrio Adentro ha atendido a muchísimas personas, pues la efectividad de una misión sanitaria se mide por la calidad del servicio prestado”.

Figuera aseguró que el gobierno tendrá que explicar cómo invirtió el dineral asignado a Barrio Adentro, pues los pocos datos disponibles dan cuenta de un fracaso: las cifras de mortalidad materno infantil y embarazo precoz en Venezuela han aumentado y son de las más altas de América Latina.

Manuela Bolívar (Voluntad Popular) destacó la instrumentación política, ideológica y electoral de las misiones por parte del gobierno. “Hay que garantizar el acceso a los servicios públicos sin sectarismo alguno. Al tratarse de derechos fundamentales, debe procurarse un desarrollo legislativo que ofrezca seguridad a los beneficiarios de las misiones”.

Bolívar presume que el descalabro de las misiones está asociado a la corrupción, por lo cual reiteró que la oposición indagará hasta en los fondos parafiscales que el Ejecutivo ha administrado con absoluta discrecionalidad.

Una ley por cada misión

Marino Alvarado, defensor de derechos humanos, se refirió a lo esencial: la sostenibilidad y efectividad de los programas sociales.

“Antes de lanzar una misión se debería sancionar y promulgar una ley que la respalde. Incluso –agregó el activista– sería necesario que la ley establezca los procedimientos para el cese de la asistencia que presta el Estado a los más pobres. Lo que hemos visto es que las misiones mutan o desaparecen sin que nadie dé explicaciones ni rinda cuentas, como es el caso de Vuelvan Caras, que se convirtió en Ché Guevara y luego en Saber y Trabajo. Y lo peor es que los indicadores desempleo no han mejorado”.

Alvarado lamentó que los mecanismos legales para asegurar la administración transparente de las misiones, como el Consejo Nacional de Información Social, sean letra muerta.

23-01-16




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