Román Ibarra 14 de julio de 2016
La más
reciente actuación del Presidente Maduro designando al Ministro de la defensa al
frente de la ¨gran misión Abastecimiento Soberano y Seguro¨, dice a todas luces
el terror, y el frio que siente en el espinazo con cada día que pasa. Cada
semana se inventa una nueva misión para tratar de concitar la ¨emoción¨, y
esperanza de los venezolanos que le puedan insuflar un nuevo aliento, un
empujoncito de legitimidad que ya no tiene ni siquiera en las encuestas que
realiza su gobierno.
Es
fastidiosa y cobarde la conducta de apoyarse en la FAN para sostener lo
insostenible que es su gobierno, y la horrenda militarización creciente a que
nos está tratando de someter, en vista de que ya nadie le tiene confianza,
incluyendo sus partidarios, quienes cada día más lo ven como el enterrador, el
sepulturero de lo que ellos –equivocadamente- creyeron como una oportunidad
redentora, como un sueño ¨revolucionario¨, que gracias a Dios jamás cristalizó,
sino en la mente alucinada de Chávez, y en los bolsillos y cuentas bancarias de
quienes en estos 17 años se aprovecharon de la estafa del comunismo para enriquecerse
asquerosamente.
Esa
actitud de entregarle todo el poder a la FAN es un error histórico, pues está
militarizando el país, más de lo que ya había venido ocurriendo con Chávez
quien los convirtió en su partido político personal, y ahora Maduro en razón de
que los necesita como sostén único de lo poco que le queda de gobierno.
A lo
largo de estos 17 años de corrupción y mediocridad gubernamental comunista
controlada desde Cuba por los verdaderos amos, Fidel y Raúl, nuestra Fuerza
Armada Nacional ha pasado a ser el hazmerreir del continente en materia
militar. No tienen capacidad para resguardar las fronteras; no tienen una
palabra de aliento para el pueblo venezolano en cuanto a la defensa del
Esequibo se refiere, pero hacen negocios millonarios a través de las fronteras;
negocian con empresas petroleras; tienen televisoras, bancos, empresas de
seguros, y por si fuera poco, ahora controlan la distribución de la comida de
los venezolanos, precisamente en tiempos en que el país dejó de producir por la
persecución del gobierno al sector productivo privado nacional para enriquecer
a economías extranjeras, y en especial a los más chulos de mundo, el gobierno
de Cuba.
Hasta
donde piensa llegar Maduro en su locura? Es que acaso desea una guerra
intestina, ahora que, como dicen en el Banco Central: ¨lo que hay, es lo que
queda¨! No hay, ni habrá más importaciones por falta de divisas, pero tampoco
hay producción interna.
Está
tratando de ganar tiempo para que no se le haga el Revocatorio, utilizando al
CNE, y al TSJ para impedirlo; la FAN tampoco podrá evitar que sea usted
revocado. Es lamentable que se haya entregado a la tutela militar; es una
vergüenza.
En
cuanto al grupo de militares poderosos –porque no es justo generalizar- piensen
bien lo que están haciendo; eso es una alcabala más para la corrupción.
Estoy
convencido de que fue un error garrafal haberles dado el derecho al voto,
siendo que ustedes portan las armas de la República, es una contradicción, y
deberían estar siempre obedientes al poder civil. Creo seriamente que –de cara
al futuro inmediato- apenas revoquemos a Maduro en este 2016, hay que ordenar
el regreso de los militares a sus cuarteles para realizar las actividades que
le son inherentes; y a más largo plazo, pensar en la forma democrática de
eliminar el ejército, y la guardia nacional. Son inútiles!
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