CARLOS E. VALERO 01 de agosto de 2016
Nunca
imaginé que nuestro país pudiese llegar a niveles de hambre, desnutrición, escasez de medicinas e insumos de tal magnitud.
Nuestro país hasta principios de los 80 fue considerado una especie de Kuwait
caribeño y hoy es un país con indicadores similares a los países africanos más
pobres o a países inmersos en guerras o sometidos a catástrofes naturales.
La
explicación sobre el tamaño de la crisis va más allá de Nicolás Maduro y su
miopía ideológica o incapacidad para entender el tema económico. Mucho menos
esta crisis puede ser explicada por el argumento de la guerra económica o por
la caída de los precios del petróleo. Resulta que en nuestro país Maduro
decidió obedecer de forma ciega e irracional los consejos del gurú español
vinculado al partido Podemos, llamado Alfredo Serrano Mancilla, quien, según se
cuela por las rendijas del poder palaciego, es el responsable intelectual de la
tragedia de los venezolanos.
Pongamos
las cosas en contexto. El señor Serrano manda mucho más que Padrino López,
supuesto vice presidente de facto y encargado de paliar, distribuyendo la
miseria, las consecuencias de las decisiones de Alfredo. Ahora que comienzan
las deserciones importantes dentro del gobierno, podemos enterarnos del poder
que ejerce Serrano sobre las acciones de Maduro.
Cuentan
que frente al deterioro de las variables económicas y los indicadores de
desarrollo, el genio español afirma que es normal y correcto que ello ocurra.
Dicen que para él, en la transición del
capitalismo al verdadero socialismo, la destrucción de esas variables son un
indicador de la velocidad en la instauración del nuevo modelo, que de nuevo no
tiene absolutamente nada, son las viejas tesis de colectivización, supremacía
del Estado por sobre la sociedad en su conjunto, partido único, desaparición de
la iniciativa privada y la empresa, etc, etc.
La
economía según Serrano explica por qué Maduro ignoró los consejos económicos de
UNASUR y todas las proposiciones de políticas públicas realizadas por
economistas interesados en el tema, de izquierda, de derecha y de centro. Para
el dúo Maduro-Serrano resulta que cada opinión distinta a la de ellos obedece al
interés de los “intelectuales orgánicos” del capitalismo de fortalecer un
sistema que debe ser destruido, porque entre otras cosas, le da poder al
ciudadano, habla de democracia, derechos humanos, ciencia y tecnología
desarrollada por universidades, libertad de pensamiento, en fin, modernidad.
Frente
a esta tozuda postura de Maduro, no queda otra opción moral y existencial que
revocar, democráticamente las ideas de Maduro y su mentor Serrano. Es
inaceptable que todos los venezolanos paguemos las consecuencias de los
experimentos de un señor al que no le importa en absoluto el sufrimiento del
pueblo venezolano. Vino a alimentar las telarañas ideológicas de Maduro y en el
camino irse, seguramente con unos muy buenos honorarios pagados en Euros o
dólares, nunca en Bolívares Fuertes, para disfrutar en el primer mundo y
observar a la distancia su “experimento revolucionario”
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