Por Aylen Bucobo
Para Jesús “Chuo” Torrealba,
exsecretario de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) el problema de la
coalición de partidos de la oposición es la táctica en la conducción de la
dirección política de la sociedad democrática. A su juicio, no hay pueblo
vencido ni sociedad derrotada luego que el 30 de julio se eligiera la Asamblea
Nacional Constituyente (ANC) después de cuatro meses de lucha en la
calle.
El también comunicador social
que propuso la reestructuración de la MUD en los últimos meses del 2016 y
lideró parte de la oposición en el proceso de diálogo desarrollado el año
pasado, considera que “el reto del venezolano es vencer la manera madurista de
hacer política” con liderazgos colaborativos. Ante la fata de concurriencia de
la sociedda ante el último llamado a la calle reflexiona que “el país quiere un
cambio pero lo quiere en paz”.
Además, desataca que la
Asamblea Nacional Constituyente (ANC) no se congregó para redactar un nuevo
texto constitucional, en esencia solo aprueba propuestas presentadas por el
constituyente Diosdado Cabello. “Esa ANC es una suerte de Gobierno de
facto”.
¿Fue un error cambiar la
vocería de la MUD de alguien que no pertenecía a ningún partido a alguien que
si representa un partido?
-El problema no es la vocería
sino la coherencia política. Lo importante es seguir avanzando en la
congruencia en su conducción.
¿Cree que en este momento es
necesario reestructurar nuevamente la MUD?
-Creo que estamos en un
momento de crisis política extremadamente grave, en un momento de estas
características es urgente y vital que la estructura que se tiene en la MUD
funcione y que las personas y los partidos que la integran estén conscientes de
la inmensa responsabilidad que tienen. No se trata de estar haciendo ejercicios
organizacionales o cambios de naturaleza cosmética, sino de que se pongan de
acuerdo para seguir haciendo el trabajo de lucha.
¿Considera que el problema
táctico de la conducción es el problema que tiene la MUD?
-Sí tiene problemas tácticos
en la conducción, pero básicamente los elementos fundamentales de la crisis
venezolana son los mismos, el régimen es incapaz de capitalizar en su provecho
ninguna situación que ocurra, por otro lado el país que exige cambio siguen
siendo inmensamente mayoritario.
¿Que está planteado en la
Unidad?
-Está planteada una necesidad
de que la dirigencia se reorganice en su visión del proceso político, reconozca
los errores y rearticule su propuesta a la sociedad, eso es demasiado
importante porque la MUD es la dirección política de la sociedad democrática.
Deben corregir y aplicar elementos necesarios para mejorar y darle continuidad
a la única estrategia que nos ha llevado a lograr la victoria que es la
estrategia democrática, pacífica y electoral.
¿El capital social que logró
la Mesa de la Unidad en los últimos cuatro meses se perdió? Pudo evidenciarse
en la convocatoria del último trancazo.
-La MUD logró movilizar al
país no solo en los últimos cuatro meses sino en los últimos años, como en el
2016 con la jornada del referendo revocatorio que fueron memorables, las que
hubo en el 2015 con las elecciones parlamentarias. En este momento no solo es
cuestión de la capacidad de movilización de los partidos de la alianza
democrática sino que hay que revisar elementos de conducción táctica.
¿Qué pasó con la convocatoria
del último trancazo?
-Si convocaron el 16 de julio
a los venezolanos a votar y se produce una movilización masiva de 7.6 millones
de venezolanos y luego llamaron a un trancazo, es obvio que el país está
emitiendo un mensaje claro. El país está diciendo queremos cambio pero lo
queremos en paz, queremos cambio pero a través del voto. Ese es un mensaje
claro y poderoso.
¿Y las respuestas del 16 de
julio quedaron solo en papel?
-Lo importante es la acción,
el mensaje más importante no son las respuestas de las preguntas que se
hicieron en la consulta sino que esa cantidad de personas se atrevieron a votar
a pesar de que era un proceso que el Gobierno no iba, sino que el que hiciera
acto de presencia era opositor corriendo un peligro, como el caso de la
enfermera Xiomara Scott asesinada en Catia durante la jornada.
¿La negociación ahora es solamente
una ilusión de aquellos que creen en un acuerdo entre Gobierno y oposición?
-Todo aterriza en un
planteamiento central, la búsqueda de la negociación, eso es lo requiere el
apoyo todo el mundo para una transición pacífica a la democracia. Si tenemos a
un pueblo que quiere un cambio a través del voto y al mundo respaldando a la
oposición democrática en el país. Aquí no hay pueblo vencido ni sociedad
democrática derrotada que cada vez es mayor. El reto del venezolano es vencer
la manera madurista de hacer política, con liderazgos colaborativos.
¿Cree que las regionales se
celebrarán?
-Hay que ponerse en los
zapatos de cada estado, dejar de hacer una política caraqueña, donde no hay
gobernador y están acostumbrados a que la cara del poder es Maduro pero en el
resto del país hay una realidad distinta. En la actual coordenada política el
tema de la elección de los gobernadores la decisión de la oposición de
participar llevará al Gobierno a poner obstáculos en el camino para que esas
elecciones no se realicen. El Gobierno estaba contando que la oposición tuviera
problema o se fracturara para que no participara o concurriera dividida. Además
las regionales no son producto del Gobierno ni de la voracidad de los partidos,
son un derecho de los ciudadanos y creo que la oposición va a ganar el 90 por
ciento de las gobernaciones.
¿Qué lectura le da a la manera
de cómo se está conduciendo la Asamblea Nacional Constituyente?
-A la luz de los anuncios que
ha hecho el señor Maduro Moros, el señor Cabello y la señora Delcy Rodríguez
está demasiado claro que la Asamblea Nacional Constituyente, ni es asamblea, ni
es nacional, ni es constituyente. Me explico, no es asamblea porque las
decisiones se toman de manera vertical, abre la sesión, hacen la propuesta,
levantan la mano y la cierran, no hay debate. No es nacional porque es el
resultado de una elección no competitiva, allí está es un pedazo de país y
minoritario, no es representativa de la totalidad del país. No es
constituyente, su objetivo y vocación no es la redacción de un texto
constitucional, sino que esa ANC es una suerte de Gobierno de facto.
13-08-17
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