Freddy Paz 18 de agosto de 2017
@freddyspaz
Es
cierto que los venezolanos vivimos momentos muy duros. La humanidad entera vive
momentos de desconcierto, de odio, de pérdida de vidas, hambruna, guerra,
discriminación, violencia, pérdida de valores; desatado con más fuerza en los
últimos años, bajo un modelo político que no representa el sentimiento
nacional.
Es
lamentable ver como los humanos nos empeñamos en dañarnos unos a otros sin
medir las consecuencias, y la necesidad de convivir como sociedad que demanda
progreso sostenido para las actuales y futuras generaciones.
Venezuela
no es ajena a este drama; vivimos nuestra propia crisis interna que ha llegado
hasta dónde jamás pensamos que podría llegar.
Es
imposible permanecer ajenos al dolor y al sufrimiento de los venezolanos porque
la inmensa mayoría lo sufrimos día a día, viendo como el esfuerzo se vuelve sal
y agua para poder alimentar a nuestras familias, por cuanto los ingresos que
gana la gente, no alcanzan para el sustento básico de los nuestros.
Parte
el alma saber que en los hospitales, mueren a diario venezolanos por falta de
medicamentos y solo la fe y la fuerza de la oración para pedirle a Dios, por
los que sufren, por los más necesitados, por Venezuela, y por todos y cada uno
de nosotros.
Que
terrible es vivir con miedo. Con ese pánico que hela la sangre cuando uno ve
salir a sus seres queridos y no saber si van a regresar con bien, ó van a caer
en manos del hampa y la violencia desbordada.
Son
tantos sentimientos encontrados de dolor, de frustración, impotencia,
injusticia, que nos están invadiendo y afectando la salud de los venezolanos.
Sin
embargo, creo que la historia está llena de ejemplos, que nos llenan de fuerza,
para seguir luchando y salir adelante con nuestra bandera tricolor, convencidos
en que después de la tormenta viene la calma, y surgirán nuevas oportunidades
para todos los que amamos ésta hermosa tierra, ancha, buena y generosa. Tierra
bendita con recursos naturales, con hermosas playas, llanos y montañas;
majestuosos paisajes, que son la envidia y el objetivo de contemplación de
visitantes de todas partes del mundo. Tenemos un subsuelo incalculablemente
rico en petróleo, gas, metales, oro, piedras preciosas y otros minerales de
gran demanda.
Pero
como como decía un ilustre zuliano, nuestra mayor riqueza, son los venezolanos.
Más de treinta millones de habitantes que si bien estamos dando una desigual
batalla contra el abuso, la inflación, el hambre, la enfermedad, la desidia y
la delincuencia, la carencia de alimentos, la escasez; seguro estoy que dentro
de sus corazones y en sus almas está anidada la fuerza de voluntad, necesaria y
suficiente para echar éste país pa’ lante.
Debemos
aferrarnos a esa capacidad que tenemos los venezolanos de enfrentar las
dificultades, de hacerle frente a la adversidad, debemos ser nuevamente ese
pueblo unido y solidario, lleno de ganas de trabajar, ese pueblo que por las
madrugadas abarrota las paradas de transporte publico para ir a su trabajo a
construir país, sin importar las distancias que para hacerlo tenga que
recorrer, ni la cantidad de trasbordos que tenga que hacer.
Nuestro
propósito tiene que estar orientado en ayudar a construir un mejor país, con la
firme convicción de que con nuestro trabajo, nuestro esfuerzo y nuestras ganas
de salir adelante podemos logra unidos los cambios necesarios para vivir en una
nación prospera, productiva y de bienestar para nuestros hijos y nuestros
nietos.
Culmino
con una cita Bíblica que dice: “Pero los que confían en el Señor renovarán sus
fuerzas; volarán como las águilas:
correrán
y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.” Isaías 40:31.
Freddy
Paz
@freddyspaz
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