Por Susana Morffe, 20/08/2017
Hay algo que nos obliga a ser coherentes para no tener
que dar zancadas y quedarnos postrados ante la guerra sucia que se ha declarado
por los enemigos del pueblo, bajo el sistema ruin, miserable y despiadado que
nos toca enfrentar en este siglo XXI.
Esa coherencia no la debemos perder con el desánimo
porque es justo lo que permite al adversario avanzar en sus torcidos y
abominables fines. Esta guerra es de actitud
frente a individuos que no razonan con el cerebro sino por
las emociones. Evidente que trazan estrategias debido a que ya conocen
la respuesta de la población, frente al hambre, el dinero y las imposiciones.
Entonces, lo que debemos hacer es no morir en el
intento, sino continuar persistiendo. Recordaran que la actitud de Deisy Eloina
cuando la OEA no la dejó entrar a la conferencia cumbre para cuestionar el
maltrato del régimen a la población, entre otras cosas por la violación de los
derechos humanos ¿Qué dijo Deisy Eloina? Si me cierran la puerta entro por la
ventana. Así se han venido manejando
hasta llegar a la ilegalidad que conocemos y se impuso en el país a la vista de
los venezolanos y el mundo.
Ahora, nuevamente, aplican el mismo antídoto con la anulación de la Asamblea Nacional, una actuación totalmente visceral que busca crear más desánimo.
Ante estas repetidas estrategias, harto conocidas y
predecibles, ¿Qué hacer? Lo más simple, seguir la jugada. En ese caso, los
adversarios abren la oportunidad de unas elecciones regionales, quizás las
eliminan más adelante, de modo que la actitud pensante, en este momento, es
acudir masivamente a ese proceso electoral del próximo 10 de octubre, de lo
contrario, ellos estarán esperando la reacción del desánimo para ganar más
espacios y abarcar más poder territorial.
Tenemos que dejar la ignorancia para los que están
frenando la vigencia de los preceptos constitucionales, incómodos en este
momento y catapultada por ellos mismos años atrás. No queda sino atacar con la
carta magna en la mano a los ojos del mundo y, vamos a atrevernos a decirlo, de
un minúsculo grupo de ciudadanos que quieren ignorarlo por razones
acomodaticias y de actitud servil.
La salida de todo este lio en el que hemos caído, la
tenemos todos con la actitud. Un claro ejemplo de esto nos ilustra la manera
como hemos dejado abarcar al pulpo con sus aberrantes tentáculos, internos y
foráneos.
Venezuela ha sido y sigue siendo despojada de sus
recursos. Años atrás comenzó a moverse desde La Habana y pasaron años hasta que
lo consiguieron. El entreguismo, la bufonada de hacer ver que las mejores
relaciones diplomáticas era fortalecer a otros países y por ahí comenzó la
pérfida soberanía de nuestro país. El que conoce de historia sabe de los mandatarios
venezolanos que lo permitieron. Los
cubanos sabían de su jugada y conocían
las emociones de los venezolanos. Fue una cuestión de actitud y tiempo para dar
el zarpazo.
En este nuevo capítulo, hay tres tigres feroces que se
disputan el uranio existente en Venezuela, ya se lo hemos dado a Irán por
toneladas, a partir del uranio existe un derivado, único en el mundo y se trata
del Thorium, especial para combustible nuclear.
Los guerreros del mundo se apertrechan de armamento para su enloquecida
batalla y Venezuela es el país benefactor del recurso.
Quién en su equilibrado juicio va a pensar que la
intervención o invasión que han anunciado, es para salvar a la población venezolana de la
dictadura. Nada de eso, es una negociación
universal que enfrenta a países con poder, potencias establecidas para dominar
el mundo. Esa es su guerra y Venezuela es el comodín.
Frente a estas realidades, luce sensato cambiar la
actitud para no dejarnos despojar de los espacios y recursos que quedan en el
país. Habrá que recordar algo tan trillado como “la voz del pueblo es la voz de
Dios”. Al parecer a muchos se les olvida ¿Dónde está el mando y la
soberanía? Saquen sus conclusiones y
actitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico