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lunes, 15 de octubre de 2018

El socialismo no funciona, por @alejandrojsucre




ALEJANDRO J. SUCRE 14 de octubre de 2018
@alejandrojsucre

En estos días circula un experimento en un aula de clases para demostrar que el socialismo no funciona. Un profesor decide que es necesario igualar las notas en los exámenes entre sus estudiantes. Era algo escandaloso que algunos estudiantes lograran las más altas notas en los exámenes mientras otros las más bajas. Las diferencias entre las calificaciones de los estudiantes generaban roces y malestares. El profesor decidió igualar las notas entre todos los estudiantes en un primer examen y a cada quien le dio la nota promedio de la clase y no su nota individual. Ya no habían 10s 6s, 5s y 2s sobre 10 como calificaciones. Las notas que asignaría el profesor a los estudiantes no serían la de sus logros individuales sino el promedio de la clase. Así en el primer examen el promedio fue 6 y esa nota se la dieron a todos los estudiantes. Luego vino un segundo examen. Los que más estudiaban para los exámenes entonces decidieron no estudiar ya que el mérito personal beneficiaba a otros más que al que realizaba el esfuerzo. Y los estudiantes que sacaban bajas calificaciones tampoco estudiaban ya que decían para qué estudiar si los que más estudian van a subir el promedio de los que menos estudian. En ese segundo examen el promedio de la clase bajó de 6 a 4 puntos sobre 10. Y así fueron bajando las calificaciones de todos los estudiantes y el promedio de la clase también en ese experimento socialista de igualar a todos y no reconocer los esfuerzos individuales.

En el socialismo del XXI, los controles de precios y de cambio y la emisión de dinero inorgánica que el gobierno ha ejecutado en los últimos años están inspirados en igualar a todos los miembros de la sociedad entre sí (i.e. menos a los dirigentes). En la regulación de precios no importa cuánta inversión o mejora se realice al producto, no se reconocen los costos reales, lo importante es regular el precio por un funcionario público que elimine rentabilidad. El gobierno emite dinero inorgánico para regalárselo a los más pobres para que compren productos e igualarlos a los profesionales y empresarios. Emite tanto dinero que sube la demanda de productos y regula tanto los precios por de bajo de los costos que aparece la escasez. Así como en el salón de clases todos dejaron de estudiar. La clase obrera y los pobres no crearon nuevas empresas. Y los funcionarios públicos expropiaron y dejaron caer la producción. Y así la producción nacional cayó a la mitad como cayeron las notas promedios en el salón de clase. Obviamente, así como al principio el profesor que regalaba la calificación de los mejores estudiantes a los peores se hizo popular, cuando nadie estudiaba ni ponía atención a clase, el promedio bajó tanto que ya nadie sabía nada ni querían al profesor. Igual los dirigentes del socialismo del siglo XXI perdieron popularidad y al aparecer la escasez y subir la inflación los ciudadanos empezaron a huir del país.

Para mejorar a los estudiantes de más bajas calificaciones hay que estimularlos, entender qué les impide estudiar en su entorno, y ayudarles a buscar su vocación. Las misiones bien ejecutadas tenían una orientación de política pública correcta de dar oportunidad a los que no la tenían. Pero al agredir al emprendedor y profesional con expropiaciones, congelación de precios y emisión de dinero inorgánico para igualar quitando al que produce, la calidad de vida de todo venezolano cayó. El pobre es más pobre hoy que en 1998. Ya el gobierno debe reconocer que su socialismo no funcionó y dejar de disimular sus errores con una apertura de a poquito que no llega a nada y abrir las puertas a la economía de mercado de “par en par” y retomar las misiones.

ALEJANDRO J. SUCRE
@alejandrojsucre

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