Por Saúl Jiménez
La situación de Venezuela es
cada día más difícil y los que reciben el mayor peso son los habitantes de los
sectores populares a quienes se les hace más cuenta arriba comprar o recibir
alimentos de los programas del gobierno por cuanto su pobreza extrema significa
no tener acceso a pequeños recursos y sólo viven de las dádivas que logran en
su deambular por las calles, esa es una realidad que se viene agudizando desde
hace cuatro años para acá en la misma medida en que la producción petrolera va
mermando y los precios internacionales van bajando y al ser un país rentista y
mono productor nos afectamos todos, eso significa que se incrementa la
desnutrición aguda en los niños.
Eso conllevó a otra realidad
que los niños dejaran de asistir a la escuela por cuanto las escuelas también
se vieron afectadas y ahora tampoco funciona el Programa de Alimentación
Escolar (PAE) que les garantizaba, por lo menos, una comida al día y en las
escuelas integrales dos comidas, esa situación los llevó, al igual que
muchos adultos, a ir hurgando en la basura para lograr conseguir algo de
comida, igual en las puertas de los restaurantes y en ventas de frutas y
verduras, esa es una triste realidad.
Por esa razón muchas
organizaciones de la Sociedad Civil nos hemos venido involucrando en el
acompañamiento social con pequeñas ayudas a familias afectadas, luego con
pequeñas donaciones a comedores populares y además atendiendo la parte
psicosocial de esas familias tan vulnerables lo que nos ha permitido
sistematizar la experiencia e ir afinando la metodología de trabajo para poder
mejorar dicha atención y que permita de verdad superar la situación de muchos
niños, ancianos, embarazadas y lactantes para sacarlos de la situación crítica
y llevarlo a un nivel de peso, talla y medida normal.
Todo ese accionar lo hemos
venido realizando con mucho trabajo voluntario, con recursos propios y pequeñas
donaciones que hemos venido recibiendo, aun así la situación real del País y su
inflación no nos permite avanzar más y además los sitios atendidos se ven
afectados por cuanto los recursos cada día que pasa se hacen más corto por los
costos de los alimentos.
Esta situación es
preocupante por cuanto bajar la calidad de la atención y alimentación afectaría
el programa como tal por cuanto no se lograrían las metas que es sacar a las
personas atendidas de los niveles críticos y que puedan mantenerse en niveles
aceptables de salud.
Es triste cuando llegamos a
los comedores populares que apoyamos y nos comenta Petra o Ramona que en esta
semana no pudieron comprar suficiente carne porque se incrementaron los precios
y eso reduce la cantidad a servir por cada niño, igual con los víveres, eso nos
preste las alarmas e indudablemente tenemos que empezar a buscar alternativas
que nos permita mantener los niveles necesarios para su recuperación de peso y
talla.
Mucho se ha hablado de la
Ayuda Humanitaria de Emergencia lo cual ha creado una gran expectativa y
esperanza, sin embargo a nivel del gobierno central esa propuesta no ha sido
aceptada y por lo tanto cada día que pasa es un día más de incertidumbre y de
agravamiento de la situación y los programas sociales
No podemos sentarnos a
esperar la tan ansiada donación Internacional para atender nuestra emergencia
por tal motivo debemos repotenciar nuestra creatividad para lograr los recursos
necesarios para fortalecer dichos programas, en ese sentido hemos iniciado
una campaña con las personas de buena voluntad y quienes a pesar de tener una
situación económica difícil pueden contribuir con pequeñas donaciones bien sea
económica o con insumos e igual las amistades que viven en el exterior quienes
centavo a centavo pueden ir guardando para enviar pequeñas remesas, lo
importante es reconocer nuestra realidad y como, entre todos, podemos
fortalecer los programas sociales de la Sociedad Civil y continuar atendiendo
los sectores más vulnerables y sacarlos del nivel crítico como hasta ahora se
ha venido logrando.
Igual venimos sensibilizando
a personas de buen corazón para que nos acompañen como voluntarios en la
atención motivacional, cocina, valores, juegos didácticos que nos permita
fortalecer el desarrollo integral de los niños atendidos y nos permita
motivarlos a la reincorporación a la escuela regular para de esa forma ir
regularizando e insertándolos en una sociedad de todos y para todos.
Ese es nuestro reto y lo
asumimos con mucha responsabilidad pero lo que no podemos dejar de hacer es
abandonar estos programas que tanto bien le hacen a nuestros sectores más
vulnerables y que en los últimos 3 años venimos atendiendo con el programa
Acompañando en la Esperanza y que por el contrario debemos ampliar con más
personas atendidas y con nuevos centros que podamos incorporar en otros
sectores populares, seguimos apostando a Venezuela y a nuestros hermanos,
desde aquí y desde el ahora, mañana es tarde.
15-03-19
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