Orlando Viera-Blanco 19 de octubre de 2021
@ovierablanco
“Olvidar a nuestros presos políticos y dejarlos
a merced de la fiereza de la violencia, es parte del proceso de deshumanización
y primitivismo cultural que se ha instalado en el país.”
Morir en las mazmorras del régimen venezolano acompañados de reportes anatomopatólogos disfrazados de causas sobrevenidas, es un crimen de lesa humanidad. Tapaderas que ocultan una horrenda realidad: muertes causadas por ergástulas del terror. Un pueblo acabado y dejado en abandono que sigue de pie por la caridad de una notoria minoría. Entonces, el régimen ha alcanzado un perverso objetivo: canibalizarnos sin misericordia…
[Lo
que cobran las clínicas privadas a un enfermo de COVID en Venezuela es un buen
ejemplo de mercantilismo duro y puro, ausentes de humanidad, un todos contra
todos].
Thais
Peñalver nos aporta un oportuno recordatorio de nuestros caídos en las cárceles
del régimen. Cito:
“i.-El
12/03/2015, Rodolfo González (el aviador) murió en su celda en el
Sebin-Helicoide. ii.-Dos años más tarde, el concejal Carlos Andrés
García sufriría un ACV mientras permanecía arbitrariamente detenido en
el Sebin, en el estado Apure, y falleciendo el 17/9/2017…iii.-El 8/10/2018
Venezuela conoció la terrible muerte del concejal Fernando Albán […]
iv.- Menos de un mes después, Modesto Díaz falleció en el
Sebin-Helicoide (4/11/2018), luego de sufrir un Infarto. v.-Antes de finalizar
el año, el 13/12/2018, Nelson Martínez falleció en el Hospital
Militar luego de ser trasladado de emergencia por presentar signos de una
insuficiencia cardíaca exacerbada[…]vi.-El año siguiente-5/2/2019-el preso
político de 20 años, Virgilio Jiménez, murió en su injusta prisión en la cárcel
de Uribana, a causa de enfermedad intestinal generada por las insalubres
condiciones de reclusión[…]vii.-Un mes después, el 7/3/2019, se conoció que el
ingeniero Ángel Sequea-preso por denunciar irregularidades
[Corpoelec]-fue asesinado en circunstancias poco claras, mientras se encontraba
detenido en el Sebin de Ciudad Guayana[…]viii.-El 29/6/2019 Venezuela y el
mundo conoció la muerte del Capitán Rafael Acosta Arévalo en
tribunales, donde llegó a pedir auxilio al juez de la causa en silla de ruedas,
aún cubierto de sangre derramada por crueles torturas[…]xix.-El 3/01/2021, el
preso político indígena pemón, Salvador Franco, murió por desnutrición
y tuberculosis bajo custodia del régimen en la cárcel El Rodeo II. X.-El
13-10-21 se conoce la muerte del General Raúl Isaías Baduel, sólo
unos días de ser trasladado de “La Tumba” donde fue sometido a torturas
durante períodos prolongados[…]El 29/08/2021, Gabriel Medina
Díaz falleció en la cárcel de La Pica en el estado Monagas, por una
insuficiencia respiratoria sin recibir atención médica oportuna y
especializada…Once presos políticos fallecidos bajo custodia desde el año 2015;
once casos para ser investigados, juzgados y castigados en la Corte Penal
Internacional”. Fin de la cita [¿?]
Olvidar
a nuestros presos políticos y dejarlos a merced de la fiereza de la violencia,
es parte del proceso de deshumanización y primitivismo cultural que se ha instalado
en el país. Perder misericordia por el prójimo es perder piedad por nosotros
mismos. Ya lo decía San Agustín. “Pobre de aquel miserable que, aun siendo
mísero, no es capaz de tener misericordia por si mismo…”
Un
farol en el horizonte que no puedo contemplar.
Aceptar
convivir con la barbarie es un peligroso acto de
allanamiento, de claudicación, resignación y entrega, que conduce a la anomia,
a los impedimentos del corazón [Dixit García Lorca].
Nuestra
impotencia soslayada de dimisión frente al destino brutal de compatriotas que
han dejado la vida en celdas o en las calles, es una demostración de nuestras
profundas carencias y quiebres sociales. Ese es el método totalitario. La
aniquilación de todo vestigio moral, humanitario e identitario de un gentilicio
convertido en desdeño […] En el poema “lluvia” [enero 1919], el poeta Granadino
Federico García Lorca, añade un interesante matiz. La consciencia de tener una
rémora interiorizada que nos incapacita para la búsqueda del amor, que nos
inhibe para tomar la iniciativa. Dice: “Y fue por los caminos, cansado y
doloroso, juglar extraño de un extraño amor, en busca de la novia, que se fue
aquella noche, en que apuré mi cáliz de dolor”.
Sobre
Venezuela ha caído una “lluvia de desamor”, de
inmisericordia. La Venezuela profunda detrás de las tabernas de
la indiferencia aprendida, muere lentamente. Poco o nada nos
conmueve. Y lanza el poeta andaluz su último aliento: “Tengo en el horizonte
un lucero encendido y el corazón me impide que corra a contemplarlo”. Ese
faro que alumbra en el horizonte, que toca el corazón de los nobles
convidándoles a correr y sufrir por la vida del otro, es cada venezolano que
anhela volver a casa por la gracia de la verdad, la decencia y la paz.
Mi
cáliz de dolor.
Un
compatriota comentó: “La muerte de Baduel, o la de cualquier víctima de
violación de DDHH, no producirá un levantamiento de los cuarteles ni de la
sociedad misma […] porque, a fin de cuentas, la dinámica electoral borra en
horas, todo el primitivismo de esas muertes”. Creo que es un absolutismo
sentenciar que lo electoralista mata lo humanitario.
Pero debo consentir que el impacto e indignación por tantos venezolanos
cobardemente asesinados, ha sido minado.
La
militancia opositora-por cierto-debe elevar el “cáliz de sufrimiento” de
los caídos. Con su olvido, pronto “se pierde la carne entre rosales, se da
neblina a la pasión, y brota en el alma la impotencia y la ansiedad en el
corazón…”
Orlando
Viera-Blanco
@ovierablanco
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