Naky Soto Parra 02 de mayo de 2022
@Naky
Cuatro
días le llevó al Foro Cívico (FC) procesar el resultado de la designación
de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), a pesar de ser
los proponentes de al menos once candidatos, cuyos nombres fueron ocultados
durante todo el proceso de postulación, y revelaron este sábado en un
comunicado colgado en Twitter.
No se mencionaron, por ejemplo, en las entrevistas en medios de comunicación.
Todo el tiempo que tardaron en decir algo pudiera explicarse con la posibilidad
de que los miembros del foro esperaban otra proporción de participación en el
‘nuevo’ TSJ, o que sus miembros no evaluaron los costos de ser una pieza más en
un juego del poder para preservar el poder.
En todo caso, el largo tiempo de respuesta no supuso un mejor producto. El comunicado es otra colección de eufemismos y sutilezas para no decir con claridad dos cosas: que el juego adelantado en Miraflores falló, y que el poder volvió a hacer lo que le dio la gana después de hacerlos parte de una estrategia de limpieza reputacional.
Como
contrapeso a un resultado tan desfavorable, el FC informa que al menos un par
de sus candidatos ingresaron a este TSJ: Luis
Emilio Rondón (suplente en la sala Político Administrativa), y Elías
Bittar (principal en la sala de Casación Social). En rigor no lo dicen así,
pero sí los mencionaron entre sus postulados, así que A+B=C. Para un experto en
el aparato de justicia como el abogado Alí Daniels, la conformación de este
tribunal es peor de
lo que se esperaba y además se hizo “con fraude a la Constitución”.
El FC
le dice al chavismo que un TSJ al servicio de una parcialidad política es una
“mala señal” y una “oportunidad
desperdiciada”. El poder se ríe de interpretaciones como esa, porque
gracias a sus toneladas de oportunidades perdidas han mantenido el control del
Estado por más de dos décadas. El foro reitera que el fin justifica los medios,
y por eso, para lograr una democratización “aunque sea de manera gradual”
(¡esto debe ser un chiste!), participaron en otro proceso que incumplió con las
leyes, es decir, lo avalaron.
¿El
que falla es el poder por no escoger un camino de rectificación? Decir eso es
insultar a la gente. El poder se atrinchera sin ceder espacios reales de
participación y se vale de actores sociales para mantener el control y la
ilusión de apertura, diálogo y encuentro. Mientras tanto, los crímenes de
estado se mantienen impunes y la emergencia humanitaria sigue sin atención
adecuada.
No
aguantaron la tentación de responder en la carta que no lo hicieron por cuotas de poder.
Sin embargo, contradicen esta idea cuando mencionan a sus once candidatos. De
hecho, cada grupo político que fue a ver a Nicolás en Miraflores esa misma
noche obtuvo algún nombramiento en el TSJ. Al nombrar en este comunicado a los
nuevos magistrados Rondón y Bittar, los distinguen del resto, y así se trata a
una cuota.
Es
grave que la instrumentalización de un sector de la sociedad civil (poco claro,
porque no hay un documento que explique quiénes
conforman el FC), quedó reducida a la frase: “el resultado en esta
oportunidad no ha sido favorable”, admisión que acompañan con la promesa de que
seguirán “insistiendo” en “la reconstrucción concertada de las instituciones”,
aunque el mismísimo poder acaba de demostrarles que no está
interesado en ese escenario sino que espera obediencia y sumisión.
A
pesar de que el texto señala algunos de los problemas que entrevera un Poder
Judicial al servicio del Poder Ejecutivo, igual invita a los nuevos magistrados
a que, al margen de sus lealtades políticas, cambien el sistema corrupto y
violatorio de la Constitución que les permitió llegar a esos cargos o
conservarlos. Y no solo eso, sino que además los exhortan a cumplir con las
leyes que ya burlaron de origen. Pero eso no es lo más asombroso del
comunicado. El FC reservó su más enérgico reclamo a rechazar ‘la persistencia
del conflicto’. El conflicto, así de genérico. Por toda justificación estiman
que es más probable que el poder acepte la redemocratización por la
persistencia de su civismo. Reitero, el Foro Cívico rechazó en términos más enérgicos
‘el conflicto’ que al nuevo TSJ y los abusos de su ejercicio.
Justo
por eso, no debería ser sorprendente que en las dos páginas del comunicado no
haya una frase que sugiera alguna reflexión sobre sus acciones y mucho menos
una frase de disculpa. No se aceptan errores ni expectativas frustradas. Eso
solo le pasa a los políticos. Así resulta otro ejercicio de soberbia, con una
épica que no termina de cuajar por la mala redacción, las indirectas para no
herir las susceptibilidades del poder y la ratificación de que seguirán
haciendo lo mismo, porque parece que nada es tan satisfactorio como saber que
“hiciste algo”.
Pero
hacer solo algo en este contexto no es suficiente, se necesitan resultados y
garantías de que no habrá represalias contra la crítica ciudadana, porque
también hay miedo en organizaciones civiles para disentir. En prisión y en el
exilio siguen defensores de derechos humanos, periodistas, políticos y
activistas. Por ellos y por todos hay que trabajar.
Tomado
de: https://zaperoqueando.blogspot.com/2022/05/un-error-no-admitido.html?m=1&s=08
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