Lester Toledo 07 de julio de 2022
@LesterToledo
Estrategia
o no, muchos se preguntan qué pasó en realidad con alias Luciano Marín Arango,
mejor conocido por su alias Iván Márquez, el excomandante de las FARC que
traicionó el Proceso de Paz en Colombia, ¿está vivo o muerto?, y si sobrevivió
al presunto ataque, ¿dónde está?
Ahora
bien, la gran verdad detrás de este oscuro personaje, y que nadie, ni siquiera
en Miraflores han sido capaces de desmentir, es que existen estrechos lazos y
grandes negocios entre el presunto difunto y Nicolás Maduro Moros.
Lo que se sabe hasta ahora es que el pasado sábado se dio la noticia de un presunto ataque con armas largas y explosivos en contra del campamento de “Márquez”, información que el Estado colombiano estuvo intentando verificar por distintas vías. En medio de la confusión surgió incluso la versión de la muerte del ex FARC, noticia que esta semana fue desmentida por el diario EL TIEMPO de Colombia, que apelando a altas fuentes de la inteligencia de ese país, daban cuenta de que el excomandante del grupo irregular colombiano había sido trasladado a una unidad de cuidados intensivos de un centro hospitalario de Caracas.
Lo que
no se ha podido rebatir es que este hecho, así como la muerte de Miguel Botache
Santilla, alias Gentil Duarte, cabecilla principal del GAO-r E-7 o Bloque Jorge
Briceño Suárez, y las de Jesús Santrich, El Paisa y Romaña, tres miembros de la
primera línea de mando de la ‘Segunda Marquetalia’, todas estas muertes, sin
excepción, se registraron curiosamente en territorio venezolano, y todas, han
quedado bajo el más absoluto silencio del régimen.
Pero
metamos la lupa en el expediente de alias Iván Márquez: Fue comandante del
bloque suroccidental de las FARC. Por su fuerza militar y posición política fue
reconocido como miembro del secretariado de ese grupo guerrillero.
De
acuerdo con informes del Departamento de Estado de Estados Unidos, el ex
guerrillero dirigía la estrategia de drogas del grupo ilegal y, en su momento,
ofreció una recompensa de 5 millones de dólares por su captura.
Márquez
formó parte de la mesa de negociación en La Habana, Cuba, durante los cuatro
años que duró el proceso de diálogo entre el gobierno de Colombia y las FARC.
Sin embargo rompió su compromiso al enterarse de la captura de alias “Jesús
Santrich” por delitos de narcotráfico investigados por el gobierno de Estados
Unidos y en los que también estaba involucrado su sobrino.
A
partir de ese momento decidió oficialmente retomar las armas y trasladarse al
espacio territorial de Miravalle, donde también se encontraba alias ‘el Paisa’.
Allí ambos decidieron unirse a las disidencias de las FARC.
Luego
en agosto de 2019, Iván Márquez, Jesús Santrich, ‘el Paisa’ y ‘Romaña’
anunciaron la creación de la ‘Segunda Marquetalia’ para, según ellos, continuar
con la “lucha guerrillera en respuesta a la traición del Estado al acuerdo de
paz de La Habana”. Y sin sorpresa para muchos, todos huyeron hacia Venezuela.
Sobre
la vinculación cercana y cómplice entre estos guerrilleros y narcotraficantes,
con el régimen venezolano hay serios señalamientos y fundamentos.
Apenas
se dio a conocer la muerte de Duarte, por ejemplo, la Revista Semana de
Colombia reveló el contenido de documentos hallados en su computador personal,
archivos que dejaron evidencias del rol de las disidencias de las FARC, que no
es otro que el de un ejército irregular al servicio de Maduro.
En
tales documentos destaca, en lo político, que su propósito es desplegar una
“campaña de reconocimiento y recuperar el prestigio y buen nombre de la
organización”. En materia militar, revelan la existencia de “operaciones
conjuntas de carácter estratégico” con Venezuela. Y en lo financiero, señalan
que es “fundamental fortalecer y priorizar el trabajo de Venezuela ya que se
logra un enlace directo con sectores de confianza con el actual presidente”. Y
¿quién es el actual presidente?, por supuesto que Nicolás Maduro.
En los
citados documentos se constata la existencia de compromisos como: “establecer
los mecanismos de comunicación directa y eficaz entre el gobierno bolivariano y
el estado mayor de las FARC-EP con delegados directos de las partes y que
permitan de manera ágil y eficaz tramitar, solucionar y gestionar cualquier
asunto entre las mismas”.
Entre
las peticiones esta: “Se nos permita la permanencia y tránsito por el
territorio de frontera de los distintos estados Zulia, Táchira, Páez, Apure,
Bolívar, Amazonas, cumpliendo con los protocolos, rutas y mecanismos que se
acuerden entre las partes preservando los principios de clandestinidad y de
seguridad nacional para el desarrollo conjunto de operaciones”.
Hay
también evidencia de la solicitud de fusiles, ametralladoras, sistemas
antitanques, sistemas de visión nocturna, sistemas antiaéreos tierra-aire
portátiles o de infantería.
En
otra comunicación encontrada en el computador de Gentil Duarte, del 28 de
octubre de 2020, da cuenta de una conversación entre él y su jefe, alias Iván
Mordisco. En el correo de Mordisco a Duarte sugiere que el régimen de Maduro
les planteaba “un negocio tripartito” en el que les dejaría dos minas de oro a
las disidencias de las Farc, así como “explotar petróleo”.
Cita
textual del correo: “Que el país que nos piensa colaborar coloca los barcos y
que nosotros 3 millones de dólares, según el camarada y sus estudios que a
partir de estar en funcionamiento nos dejaría un millón de dólares mensuales,
caso que yo creo que es de mucho estudio para no ir a fallar. El camarada
sugiere que elaboremos la carta para el país que nos quiere colaborar a nombre
de la dirección nacional; yo sugiero que esa carta la elabore usted camarada
¿qué opina?”.
De
allí que la gran verdad y el verdadero asunto no es ni siquiera saber si
Márquez está vivo o muerto, si está grave o no, sino que todo esto lo que
corrobora es lo que ya hemos denunciado en forma reiterada: Nicolas Maduro está
hasta el cuello en sus vínculos y negocios con las disidencias de las FARC, y
su silencio cómplice así lo deja ver.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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