Carlos Romero Mendoza viernes 30 de noviembre de 2012
La Verdad
anuncia que el CNE discutirá la fecha de elecciones locales el próximo año
2013, en ese sentido, la nota destaca que para la Unidad es inaceptable que se
modifique la fecha pues ello podría llevar a junio 2013 –como mínimo- la
celebración de las elecciones municipales[1].
Nuevamente se
repite la historia del año 2010, cuando al reformarse la Ley Orgánica del Poder
Público Municipal, se suspenden las elecciones locales para Concejales y éstas,
desde entonces, han quedado suspendidas hasta nuevo aviso por parte del
CNE.
La gran
diferencia al año 2010 es que hoy las Comunas son una propuesta política real y
concreta, que aún siendo inviable su conformación en la práctica real y a corto
plazo, se presenta amenazante con vaciar de competencias a la organización
Municipal.
Resulta un
contrasentido que los dirigentes políticos hoy nos convoquen a las elecciones
regionales del 2012 usando a tal fin la bandera de la descentralización, pero
que paralelamente no hayan acciones y exhortos al CNE para exigir que la fecha
para renovar las autoridades municipales, actores claves de la
descentralización real, sea definida con prontitud y celeridad antes del 2013.
Así como en el
diseño Comunal se pierde el voto secreto, universal y directo, el Gobierno
desde el 2010 ha logrado eliminar de la agenda electoral, la posibilidad de
ejercer nuestro derecho constitucional a renovar las autoridades locales
mediante el voto precisamente directo, secreto y universal; recordemos que esas
autoridades que nos han impedido renovar son: concejales, juntas parroquiales y
debo añadir recientemente a los jueces de paz. Nuevamente el juego
se repite.
Las elecciones
municipales del 2013 se convierten en un importante símbolo político, quizá el
último símbolo electoral que tenemos para enfrentar al modelo
Comunal. En tal sentido, creo que un proceso electoral que se
alimente de la legitimidad del candidato a Alcalde y que se enriquezca con un
proceso transparente de elección de candidatos a Concejales, puede atraer mayor
atención de los ciudadanos y captar mayor participación electoral en las
elecciones locales.
La elección
municipal del año 2013 requiere de candidatos que vayan más allá de proponer un
plan de gobierno, exige de candidatos para alcaldes y concejales que comulguen
con una visión de gobierno y de organización local, para que en base a ello y
de la realidad que les tocará asumir, construyan acciones concretas orientadas
a recuperar la confianza y el valor del Poder Público Municipal frente al
ciudadano.
En este sentido
me pregunto: mientras el gobierno viene desde años atrás “vendiendo” las
Comunas como un producto, ¿qué producto ofrece la Unidad
democrática?. En tal sentido no hay otro producto que el
propio Municipio tal y como está previsto en la Constitución. Ahora
bien, ¿cuántos promotores están vendiendo el producto llamado Municipio?
Para que el
Municipio sea la contraoferta a las Comunas, debe ser replanteado, es decir, se
hace necesario, casi que urgente, que partidos y ciudadanía se encuentren para
construir consensos sobre el modelo de Municipio que el país reclama para
garantizar buenos y efectivos gobiernos locales para beneficio de todos los
ciudadanos y el rescate del hilo Constitucional.
El Municipio que
nació en el año 2005 fracasó, la separación de poderes locales fue un obstáculo
en muchos municipios; el Consejo Local de Planificación Pública fue una molestia,
más que una instancia para el diálogo con los ciudadanos desde el 2002; la
participación ciudadana en los asuntos locales fue más un sueño, que una
realidad; en conclusión este municipio que hoy conocemos está débil y
prácticamente está desnudo ante las Comunas, no lo abandonemos, pues hacerlo es
desconocer la Constitución.
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