Por Carlos Vilchez Navamuel, 05/02/2015
No hay que ser experto en economía o finanzas para darse cuenta que los
únicos culpables del desastre que viven los venezolanos han sido el finado Hugo
Chávez y su sucesor Nicolás Maduro.
La inseguridad, la inflación, la devaluación, la corrupción, el
desabastecimiento y las largas colas que hacen todos los días los venezolanos
para obtener los productos básicos, son producto de las malas políticas que
adoptaron estos gobernantes en sus administraciones, por un lado Chávez
despilfarró la bonanza del petróleo hasta más no poder, y por otra parte Maduro
no ha querido hacer los cambios que se necesitan para corregir el rumbo del
país.
Desde que asumieron al poder estos gobiernos chavistas, atacaron a los
empresarios venezolanos, los expropiaron, los persiguieron, desmantelaron el
aparato productivo del país, millones de hectáreas que producían fueron
expropiadas, miles de industrias cerradas y muchas de las que se apropiaron
dejaron de producir eficientemente, en consecuencia el 90% de los productos que
se consumen en el país son ahora importados.
Mientras recibían los petrodólares, el gobierno se dedicó a
despilfarrar los fondos públicos, nunca en la historia de ese país había
recibido tanto dinero procedente de su industria petrolera, se calcula que más
de $800.000.000.000.oo (ochocientos mil millones de dólares) entraron a las
arcas de este gobierno chavista, pero en lugar de dedicarse a enseñarle al
pueblo a producir, le enseñaron a pedir.
Los chavistas utilizaron la bonanza
petrolera para beneficiarse ellos mismos y compraron conciencias de políticos
de otros países con el propósito descabellado de imponer el modelo del
socialismo del siglo XXI. Miles de millones de dólares venezolanos fueron a
parar a Cuba, Argentina, Nicaragua, Bolivia y Ecuador, así como a muchos otros
países del Caribe y de Centroamérica, y como si no fuera poco, muchos
funcionarios de alto nivel junto con algunos militares se dedicaron a llenarse
los bolsillos con negocios ilícitos, con el cambio de divisas, con el
narcotráfico, lo que ha fomentó una corrupción nunca antes vista en Venezuela.
Como ya no tienen a quién echarle la culpa, el gobierno, en el último
año se dedicó a cerrar comercios, entre ellos grandes cadenas de supermercado y
de venta de línea blanca, ahora ataca a las farmacias y amenaza con encarcelar
a sus propietarios, el pretexto ha sido el acaparamiento, sin embargo, ellos lo
saben, las políticas monetarias han sido un desastre, es el gobierno quien
decide cómo vender los dólares para la importación y no contentos con eso
quieren imponerle los precios a quienes desarrollan esta actividad, ante esta
situación preguntamos ¿Qué comerciante puede arriesgarse a invertir y subsistir
con este sistema?
El resultado de todo esto está a la vista y nos lo revela un trabajo
realizado por tres universidades venezolanas, Católica Andrés Bello, Simón
Bolívar y Central de Venezuela quienes elaboraron recientemente un estudio
sobre la pobreza que dice que el 48% de los hogares en Venezuela estaban en
situación de pobreza en el 2014 con relación a sus ingresos, frente a un 45% de
pobreza que tenían los hogares en 1998, antes de que entraran a gobernar Chávez
y Maduro.
El periodista Andrés Oppenheimer escribió en uno de sus últimos
artículos un comentario muy acertado al escribir que “La historia reciente de Venezuela debería ser de enseñanza obligatoria
en todas las universidades del mundo, como ejemplo de un milagro económico al
revés: a pesar de haberse beneficiado del boom petrolero más grande de su
historia, el país hoy en día tiene más altos niveles de pobreza que antes”.
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