Páginas

domingo, 6 de septiembre de 2015

Francisco y el discernimiento sociopolítico, por @rafluciani



RAFAEL LUCIANI sábado 5 de septiembre de 2015

En la década del 70, el padre Bergoglio propuso los siguientes criterios de discernimiento: «la unidad es superior al conflicto, el todo es superior a la parte, y el tiempo es superior al espacio». Casi 40 años después, en el 2010, los retomará como Cardenal en la Conferencia que diera con motivo del Bicentenario de la Independencia, y ahí agregará un cuarto criterio: «la realidad sobre la idea», diciendo que dichos criterios «ayudarían a resolver el desafío de ser ciudadano y la pertenencia a una sociedad». Más recientemente aparecerán en la encíclica Lumen Fidei (55.57) y en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (217-237). Expliquemos brevemente cada uno.

1. «El tiempo es superior al espacio». Sostiene Bergoglio que «uno de los pecados que a veces hay en la actividad sociopolítica es privilegiar los espacios de poder sobre los tiempos de los procesos» (2010). Para muchos, es más importante la cantidad que la calidad, el poder que el servicio, la estructura y los proyectos que la relación real y próxima al otro. La consecuencia es clara: «somos una sociedad fragmentada que ha cortado sus lazos comunitarios» (Cf. La nación por construir, 2005). El camino pasa por mirar más allá de los espacios que ocupamos e iniciar procesos defraternización social y reinstitucionalización política.

2. «La unidad es superior al conflicto». El fin de la actividad política ha de ser el bien común, pero esto implica «meterse en el conflicto, sufrirlo, resolverlo y transformarlo en el eslabón de una cadena, en un proceso» (2010). Sólo así se puede construir una unidad mayor que permita superar las divisiones que vivimos como nación. El reto está en construir «una unidad plurifacética alejada de lo hegemónico» (2005). De otro modo seguiremos deshumanizándonos y viviendo bajo el signo de la anarquía social y el totalitarismo político.

3. «La realidad sobre la idea». Como explica Bergoglio «la realidad es, mientras que la idea se elabora». Pero, se pregunta: «entre realidad e idea: ¿qué está primero? La realidad. Ella es superior a la idea» (2010). Aquí hace eco del método teológico latinoamericano al reconocer la necesidad de ver aquello que es evidente ante nuestra mirada, lo que no puede ocultarse porque es un hecho que nos afecta a todos. Cuando reconocemos con honestidad lo que nos rodea descubrimos que nos estamos deshumanizando cada vez más, que estamos perdiendo «toda referencia a lo común y todo intento por fortalecer los lazos sociales» (Laudato Si 116). Las puras ideas terminan en ideologías abstractas sin conexión con lo real, y «las ideologías terminan mal, no sirven, tienen una relación incompleta, enferma o mala con el pueblo, las ideologías no asumen al pueblo» (Paraguay, 11-7-2015).

4. «El todo es superior a la parte». Con este cuarto criterio, Bergoglio nos advierte cómo «un ciudadano que conserva su peculiaridad personal, su idea personal, está unido a una comunidad, como sucede con la figura del poliedro. Por ello, la característica fundamental del ser ciudadano es la projimidad» (2010). Sólo como prójimos -al hacernos próximos al otro- superaremos el individualismo, podremos conectar con lo real y compartir mundos de vida. La projimidad revela un horizonte de vida mayor, una unidad superior que permite reconstruir los lazos humanos perdidos por la desintegración sociocultural que padecemos.

Estos cuatro criterios nos pueden ayudar a «refundar los vínculos sociales, apelar a la ética de la solidaridad y generar una cultura del encuentro» (2005). Eso que tanto necesitamos para recuperar la unidad nacional.


Rafael Luciani
Doctor en Teología
rlteologiahoy@gmail.com
@rafluciani

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico