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domingo, 20 de diciembre de 2015

Para servir la mesa navideña hace falta hasta poner la pensión por @marilachang


Por María Laura Chang


Desde comprar un pernil entre cuatro familias hasta dejar de comer los típicos platos navideños, los caraqueños se las ingenian para pasar las festividades a pesar de la crisis. Efecto Cocuyo visitó este 19 de diciembre tres supermercados de la capital y habló con distintas familias para ver cómo se preparaban para las fiestas.


Con un carrito a medio llenar, cuyo principal atractivo era un pernil congelado, Carmen Rojas y Mariana González contaron desde el Excelsior Gama de Santa Eduvigis que por primera vez harán una compra mancomunada las 4 familias que componen su círculo. “Este pernil cuesta 12 mil y para poder comprarlo los 4 tuvimos que aportar”, dijo Mariana. Además, indicó que en esta oportunidad la cena será sin hallacas ya que no consiguieron Harina Pan.


Sobre los precios, Carmen piensa que para este diciembre hubo que decidir entre comida y ropa, pero considera que la cena es más importante. Confesó que gastará gran parte de sus utilidades en los alimentos y dijo que le parecieron insuficientes. Son 10 personas las que se reunirán la noche del 24 de diciembre para compartir esa cena, que también contará con ensalada de gallina y pulpo. “Menos mal que no tomamos licor, porque si no imagínate el gasto”, concluyó González.

En otra fila del mismo supermercado, donde para las 11:30 am no había a la vista productos regulados, la familia Espín aseguró que todo está muy costoso lo que reducirá las cantidades a compartir este diciembre. “En vez de 150 hallacas haremos 90 y en vez de 50 bollos serán 30 o 35”, destacó Alejandro, el padre, y añadió que en vez de grandes bandejas ahora comprará un solo pan de jamón. Para hacer ese mercadito todos aportaron. Su familia consta de  cuatro adultos y una adolescente y dice que en la compra de los alimentos se irá parte de las vacaciones de unos, las utilidades de otros y hasta su pensión.
Ricardo Rojas, junto a sus padres, se encontraba en la primera parada de sus compras de Navidad: el Luvebras de la Avenida Rómulo Gallegos. Allí ofrecían harina de maíz (marca Juana), mayonesa y cereal Corn Flakes, de los productos regulados. Según comentaron, a pesar de la escasa oferta de productos tienen visualizado su menú fijo: asado, hallacas y ensalada de gallina. “Aquí conseguimos esas dos harinas, ahora faltan las hojas y todo lo demás”, dijo la madre. Por su parte, Ricardo se sorprendió por los altos precios de los productos: “Con lo que compramos para hacer solo la ensalada de gallina, hubiésemos podido comprar toda la cena del año pasado”, indicó.


En el Unicasa de La Candelaria, la oferta de aceite de maíz, harina de trigo, harina de maíz y mayonesa se traducía en una larguísima cola. Sin embargo, dentro del supermercado aún había personas que compraban otros productos. Una de ellas era Delicia Zerdón, de origen español pero radicada en Venezuela desde hace 40 años, quien aseguró que estas navidades si tenían un toque diferente. “No conseguí el cordero que solía hacer para estas fechas”, dijo la gallega. En su lugar, uno de sus dos hijos le pidió que prepara bacalao: “ Yo dije que está bien pero un kilo de bacalao está costando 24 mil bolívares y yo no le voy a dar poco a mis hijos”, apuntó. De los platos típicos, Delicia aseguró que sus hijos los consiguen por otros lados: “Mandan a hacer las hallacas, pero este año serán menos”, finalizó.

19-12-15




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