Carlos Valero 27 de abril de 2016
En Tiempo Real:
En
horas de la tarde del día de ayer, el Vicepresidente de la República Aristóbulo
Isturiz anunció sorpresivamente el cese de las actividades del sector público para
los días miércoles y jueves. Medida que se le suma al ya controversial anuncio
de los viernes no laborales por parte del presidente Nicolás Maduro. Lo curioso
del anuncio no es solo el anuncio en sí, que ya de por sí sería catastrófico
para cualquier país, sino que la medida se llevara a cabo hasta que “llueva
café”. Y nos preguntamos ¿Hasta cuando podemos detener un país para cumplir los
designios y aspiraciones de algunos pocos? ¿Será Venezuela capaz de seguir
viviendo en esta anarquía moderna?
Coincidencialmente,
dicho anuncio se realiza a la par de la emisión y entrega de las planillas del
CNE para activar el Referéndum Revocatorio contra el actual mandatario
nacional. Muchos pueden pensar por suspicacia que el objetivo del gobierno al
paralizar al sector público, es demorar los lapsos para la realización efectiva
del Referéndum Revocatorio. Pero el fin de este gobierno no está tan lejos como
ellos esperan. La jugada “maestra” de Maduro no tendrá los fines esperados,
porque los venezolanos ya estamos cansados de sobrevivir en un país en ruinas.
Este será el momento en el cual los venezolanos unidos iremos organizadamente y
por los medios conferidos por la Constitución a retornar el poder originario en
nuestras manos, y le revocaremos el mandado a Maduro. Porque no solo es la
oposición la que se cansó de vivir en el país del “No Hay”.
Cuando
afirmo que en Venezuela no hay gobierno, lo hago basado no únicamente en que
“apagó” al sector público nacional, sino en que el partido de turno incumple
diariamente todos los supuestos constitucionales que deben orientar al
ejercicio del poder. Por esta razón podemos afirmar que más que un gobierno, en
Venezuela existe un desgobierno.
Esto
se evidencia en cada ámbito nacional; en la crisis eléctrica que vivimos hoy
anunciada desde hace más de 10 años, y que ahora la achacan a un fenómeno
climatológico y no a la mala gestión de los titulares de la cartera de energía
eléctrica; en la grave crisis del agua no solo por su escasez sino por su baja
calidad que atenta cotidianamente contra la salud de los venezolanos; en la
crisis del sector salud de la cual no se escapa nadie, porque las condiciones
precarias de los hospitales y la escasez de los medicamentos no conoce de
clases sociales, personas mueren a diario por no tener acceso a los
tratamientos y las medicinas necesarias para curarse.
De
acuerdo a Thomas Hobbes cuando los individuos deciden crear el Estado, lo hacen
con la convicción que ceder algunos de sus derechos les proporcionará bienestar
y seguridad; pero lamentablemente el caso venezolano en los últimos 17 años no
ha sido así. El gobierno lejos de crear un bienestar a sus ciudadanos; ha
generado inseguridad, zozobra, escasez, inflación, devaluación, entre otros
males. Los políticos que devengan o no el poder deben sin duda alguna velar por
este bienestar a sus conciudadanos. Venezuela debe procurarse un nuevo camino
hacia la democracia, que queremos todos; donde nuestro gobierno nos represente
y garantice nuestros derechos como ciudadanos. Aquel lugar común donde todos
podamos vivir, en el cual las minorías o disidencias no sean perseguidas y
violentadas, porque pensar distinto no es un crimen. Un país donde los Derechos
Humanos sean una bandera y no una crítica constante por parte de nuestros
países hermanos y nuestros mismos nacionales. Cada día Venezuela se acerca más
al país que queremos construir, porque hay personas comprometidas con el futuro
de nuestro país.
No
podemos permitirnos seguir viviendo en las condiciones infrahumanas a los que
nos ha sometido está mal llamada revolución. No dejes de firmar por el país que
quieres; para ti, para tus hermanos, para hijos, para tu familia. Es el momento
del cambio y no lo podrán detener.
Carlos Valero
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