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lunes, 25 de abril de 2016

DE ENMIENDAS, por @AmericoMartin



Américo Martín 24 de abril de 2016

La plena diversidad de la actividad política se evidencia con elocuencia en sus rápidos cambios de indumentaria y formas de lucha. Las pretensiones de los adversarios no varían mucho en lo esencial, pero sus procedimientos están en continuo movimiento según como se perfilen las confrontaciones. El punto es determinar dónde colocar el énfasis aquí, ahora y no necesariamente ayer o mañana, y no cabe duda que el protagonismo se ha situado por el momento en el toma y dame entre la Asamblea Nacional y el gobierno del presidente Maduro, porque es allí donde aparecen y desaparecen posibles soluciones finales. ¿Se entiende por qué es indispensable disponer de una dirección política serena, capaz de desenvolverse en las mareas y contramareas, que no sucumba a las emociones del momento y sepa responder a los inesperados retos de la fluctuante realidad?


La MUD, por ejemplo, dio por válidas todas las opciones previstas en la Constitución en función de cambiar legal y pacíficamente la dirección y el rumbo del país, lo que causó cierto desconcierto.

  • Es un mensaje confuso que desanima a los luchadores sociales, dijeron muchos, de buena fe.
  • Es un error no concentrar los esfuerzos, sea en el revocatorio, la enmienda, la renuncia o la constituyente, acotaron otros
  • La MUD le sirve al gobierno con estos mensajes equívocos y quizá lo hace por complicidad con Maduro.

Y no obstante fue, tal vez la más inteligente de las decisiones.

En primer lugar, porque protegió una vez más la unidad sin la cual absolutamente nada podría obtenerse. En unidad la sucesión de victorias de la oposición se ha hecho indetenible, sobre todo desde el hallazgo de las primarias para enfrentar con solvencia a un para entonces imbatible Chávez. Fraccionar esa coalición cuyo prestigio supera al de cualquier partido y de lejos haría triunfar cualquiera de las opciones juntas o por separado, hubiera sido un crimen inaceptable. Prevaleció la razón y ahí está la unidad dando batallas diarias en todos los debates de la AN.

En segundo lugar, porque frente a la bárbara agresión del Gobierno y su brazo armado -el TSJ- contra la AN, presentar la totalidad de las fórmulas constitucionales desvestiría por completo la índole de los fantoches judiciales y la vocación totalitaria del gobierno. ¿Cómo explicarían al mundo y al país que lo que haga la AN será anulado porque les viene en gana? Posiblemente lo harán pero el costo acumulado que pagan por ello alcanzará el tope de las responsabilidades.

En tercer lugar, porque son mecanismos compatibles. El revocatorio se dirige a la remoción del presidente Maduro antes del vencimiento del lapso constitucional. Entiéndase que tanto su convocatoria como su aprobación dependen de los electores. Firmas para hacerlo viable y votos para su feliz culminación. La enmienda puede ser tramitada por el 15% de los ciudadanos inscritos en el registro civil y electoral, por el Presidente en Consejo de Ministros y por la AN. La invocada por la oposición es la parlamentaria, habida su mayoría mucho más que simple en la AN. ¿Qué le espera a la enmienda postulada por la MUD? Ya lo sabemos, será tachada de viciada de inconstitucionalidad, cual ocurrirá con el revocatorio, la constituyente, acaba de ocurrir con la Ley de Amnistía, y paremos de contar.

Es verdad que revocatorio y enmienda denotan la competencia de liderazgos en el seno de la MUD pero eso lejos de ser una debilidad es una fortaleza si se recuerda que cada quien crece desplegando su propia influencia, la que sumará –primarias o consenso pleno de por medio- al torrente común. Y en efecto, se pueden recolectar firmas para el revocatorio y desnudar la índole antidemocrática de las rectoras del CNE, mientras los diputados de la AN aprueban la enmienda por mayoría simple.

Semejante versatilidad de respuestas se compagina con la versatilidad misma de la unidad, dado que no hay unidad que no sea la agrupación de las más diversas corrientes en función de los más grandes objetivos. Lo bueno que tiene es que nadie arriará sus banderas ni amordazará a sus líderes, pero nadie tampoco faltará a la cita de la victoria unida, que será verdaderamente histórica. Que todos quieran ser candidatos presidenciales, créanme, es lo mejor. ¡Que compitan cien escuelas, que florezcan mil flores, siempre que sostengan para los momentos decisivos esa unidad que nos ha traído hasta aquí!

Observen ahora el crepitar de los hechos. Le recordaron al presidente Maduro que así como quieren acortarle el período, él podría pagarle con la misma medicina a los insolentes parlamentarios.

  • ¡Hombre!, se me había pasado por alto que el artículo 343 me proporciona a mí también la iniciativa de las enmiendas. Ajá, le acortaré el período a la AN a ver dónde se meterán ahora. ¡Gracias, Escarrá!
  •  
Es lo que se llama lanzarle una bola perfumada a un poderoso slugger. La respuesta salió como por encanto y no de un estrellado sombrero de farsante de feria.

  • Perfecto, Maduro, reconoces que un poder pueda acortarle el período a otro mediante el mecanismo de la enmienda. Aceptamos tu propuesta y te pedimos que aceptes la nuestra

Sudoroso, habías olvidado que las enmiendas se someten al dictamen popular. El “soberano originario”, si mal no recuerdas.

Sé que darás marcha atrás. Pero también sé que en esta era de héroes revolucionarios destronados o en trance de acomodarse mejor, la radiografía pública de tu modelo, en la OEA, podría obligarte a buscar el diálogo o, caramba, a despedirte del poder.

Eso sí: pacífica, democrática, electoral y constitucionalmente.

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