Páginas

domingo, 24 de abril de 2016

El cuento de la cerveza es como el de Pedro y el Lobo: se acaba, se acaba... ¿se acabará?


Por Miguel Eduardo Blanco


Ante el anuncio que hizo Empresas Polar sobre la falta de cebada malteada, materia prima de la cerveza y malta, los dueños de locales dicen que "si le quitan la cerveza al venezolano, no sabemos qué pueda pasar"

La Candelaria es una advocación al compartir social rodeado de tapas y cañas. Tan solo basta usar la aplicación google mapspara evidenciar la existencia de locales (restaurantes, tascas, "chinos", cafés) que sirven para rendir culto al arte etílico. En ese populoso sector, la cerveza es la principal excusa de los comensales que día a día frecuentan las esquinas de un urbanismo con grandes anécdotas. Ahí nunca falta una excusa para catar una "fría" y una buena ración de gastronomía ibérica.


Sin embargo, una preocupación ronda en los establecimientos de la zona: Empresas Polar informó que le queda cebada malteada, materia prima para producir la cerveza y la malta, hasta el próximo 29 de abril. Por lo tanto, a partir de esa fecha, se verán en la obligación de suspender la elaboración de estos productos hasta que el Gobierno nacional les asigne las divisas necesarias para adquirir tales insumos.

  
En un recorrido realizado por Contrapunto este viernes 22 de abril por diversos establecimientos de La candelaria, se pudo constatar que el anuncio no los tomó por sorpresa. Al contrario, tenían conocimiento sobre la situación desde hace algunas semanas. De cierta forma, dueños o representantes de los negocios indican estar curados en salud frente a esta situación. Sostienen que desde hace algunos meses (años, en algunos casos) son víctimas de la escasez de bebidas alcohólicas en sus neveras y vitrinas.

Tal es el caso de Juan William Abreu, encargado de una licorería en la parroquia La Candelaria. Él afirma que la "falla con el despacho de cervezas se viene presentando desde hace dos años". Cuenta que en la mayoría de los casos las casas distribuidoras no entregan lo que se les solicita. "Nos despachan de a poquito. Si la solicitud es de 100 cajas, te dejan 15 o 20 cajas, dependiendo", indica Abreu.


Esta realidad, como se puede preveer, afecta a los comerciantes. "Hemos tenido que dejar de vender cajas, optando por la venta al detal de las cervezas. Por caja tenemos un margen de ganancia del 15%, mientras que al detal podemos ganar hasta un 30%", explica. Sin embargo, a pesar de la situación (crisis económica), Abreu destaca que la cerveza tiene un vínculo especial con el venezolano. "Es un asunto de tradición. La gente la pide, la quiere. Siempre se va a vender a pesar de la escasez y de la poca que haya".
Al momento de establecer indicadores de ganancias, los establecimientos del área estipulan que cuando se negocio trabaja con el rubro de licores (cerveza, ron, vodka, anís), la ganancia debe generar un 30% o 40% de beneficios netos. Al menos, eso es lo que consideran justo para mantener el nivel. El ron, indican los comerciantes consultados por Contrapunto, es el principal paliativo para recuperar las perdidas. "Permite ganar con un margen de comercialización de 20% o 30%", señalan.


 Cerveza: bebida nuestra de lunes a lunes

Carlos Cermeño* es el encargado de otra licorería en La Candelaria. De entrada, le indica a Contrapunto que esta situación se venía venir. "La falla en cerveza no es novedad". Actualmente a los locales del ramo les dejan, en promedio semanal, 20 cajas de cervezas. "Los precios suben constantemente. Cada tres o cuatro semanas los porcentajes de aumento se ubican en un 20%", explica el comerciante en torno a la dinámica de los precios de los productos. "Las personas siguen pagando igual, a pesar de la escasez. La gente sigue comprando. Uno que otro cliente opta por el ron o la ginebra como alternativa".

Usando como ejemplo su situación, Cermeño* manifiesta que si no tiene cervezas, las ventas caen. Con el último aumento fijado por Polar, una caja cuesta entre 4.500 y 5.000 bolívares. En esta ocasión, estima Cermeño, "el próximo aumento puede llegar, fácil, entre 5.500 y 6.000 bolívares la caja. Si le quitan la cerveza al venezolano, yo no se qué puede pasar". Carlos preveé un nuevo aumento en el despacho de cervezas, tomando en cuenta que cada vez que Polar anuncia paralización de su producción, el precio de la gavera sube al momento de reactivar las maquinarias.

Desconcierto

María Teresa De Sousa se muestra confundida al hablar de cerveza y escasez. Ella dice ser testigo de primera mano de la crisis que golpea al país. Por la falta de alimentos, tuvo que cerrar la cocina de su restaurante. El sustento de su familia y del local, que tiene más de 70 años de funcionamiento, es la venta de bebidas lupulosas. Para verle el "queso a la tostada", como dice De Sousa, "hay que vender en efectivo".

"Cerveza no tengo. Si me voy a hacer la cola para comprar comida, no se trabaja. La cerveza aumenta, aumenta y yo no se por qué. No hay materia prima. Este negocio tienen más de 70 años y yo acá tengo 24 años trabajando. Da pena y ganas de llorar ver como está el país", reflexiona.


De Sousa resalta que antes traían (las empresas) lo que ellos querían. Ahora se tienen que adecuar a lo que haya. "Si la compañía no tiene, qué se hace. Mira como está ahorita", señala para reflejar la poca asistencia de clientes en su establecimiento. "Con la inseguridad acá no se puede. No hay agua, no hay luz, no hay nada. No sé cómo se va hacer", concluye con resignación.

La situación de la venta de cerveza y licores también está afectando a los populares "chinos", alternativa de clientes cuyos bolsillos no viven un momento de bonanza. La explicación es simple: "Ha bajado bastante (la presencia de clientes) porque los precios han aumentado y el consumo ha bajado". Los propietarios de dichos establecimientos, subrayan que la cerveza igual se vende porque sale más barata que el resto de las otras bebidas alcohólicas. "Para la gente, el consumo de cervezas sale mejor. No les regaña tanto sus bolsillos".

La situación de estos negocios "chinos" era positiva hasta hace un año. Pedían 50 cajas y les despachaban 50. "Pero, hoy día se pregunta por lo que hay y mandan entre dos o cuatro cajas".Afirman que los asiduos visitantes tienen la predisposición a pedir la Pilsen (cerveza negra). En esos casos, cuando la gente nos visitan y no encuentran lo que quieren, se van. "A los negocios lo salvan las cervezas. Es el eje del consumo. Eso es lo que nos salva", aseveró. 


Es tanta la incidencia de la venta de cervezas en las ganancias y entradas económicas de los establecimientos, que hace tres años trabajaban hasta tres o cuatro mesoneros, tres encargados en la barra y cuatro cocineros. Hoy, el escenario es otro. "Nos hemos quedado con dos cocineros, dos mesoneros y un encargado de la barra. Es el reflejo de la crisis para los chinos".

Los cierto es que la venta de cerveza es clave en los negocios de comida y bebida abiertos en La Candelaria. Para resolverse la escasez no se han salvado del bachaqueo. Para muchos, así el negocio no gane, lo importante es mantener al cliente. Si antes ganaban un 30%, hoy ganan 10% o 15%. Una cosa equilibra la otra, manifiestan los dueños y encargados, mientras esperan que la situación de Empresas Polar se solvente.


23-04-16






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico