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lunes, 21 de agosto de 2017

Ni rendición ni desesperanza por @goyosalazar


Por Gregorio Salazar


Los venezolanos necesitaremos del coraje ciudadano y la fortaleza espiritual de nuestras vidas, no solamente para ir a votar si es que definitivamente se concreta la realización de las elecciones, sino para enfrentar y salir airosos del reto integral que tenemos por delante en esta etapa crucial de nuestra patria.

Una vez concretado el fraude constituyente y reunido en asamblea no otra cosa que lo más radical y delirante de la secta oficialista, no habrá sorpresa pequeña, no habrá desmán ni ventajismo irrealizable para quienes, basados en una supuesta “legitimidad histórica” nacida al parecer de la intentona golpista del 4-F, creen ser los únicos poseedores de los derechos y los privilegios que durante estos tiempos les han venido negando a la gran mayoría de los venezolanos. Y como tal actúan.

Después de haber recibido para su creación de la servil anuencia de la dupla TSJ-CNE y puesto en sus manos el control de las elecciones regionales a las que venían rehuyendo desde hacía más de un año, va a ser mucho muy fácil (porque ya venían haciéndolo) para esa cúpula decir arbitrariamente este candidato sí y aquel candidato no, aquel alcalde sí y éste descabézalo y mándamelo a prisión, y tú Asamblea Nacional subordínate o date por disuelta. Esto último, vano empeño, la AN seguirá reconocida dentro y fuera de Venezuela aunque intenten borrarla del mapa.

Ese accionar perverso que se va intensificando en la medida que la mentada revolución ve esfumarse la base de apoyo popular que otrora tuvo ha colocado en distintos momentos a los venezolanos en la paradójica situación de renegar de dos de los mecanismos consustanciales al funcionamiento de la democracia: el diálogo y las elecciones. Obvio, la burla a la Constitución y el fraude reiterado, hacen mella en las víctimas.


Es comprensible, por ejemplo, que el pueblo tiemble de indignación al ver que con el mismo artificio criminalizador, el mismo abuso de poder con el cual se le robó al ciudadano el derecho a un referéndum revocatorio se le impida ahora la participación de la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática en siete estados. Era insoportable, de paso, para los “legítimos” que esa tarjeta siguiera siendo la más votada en la historia electoral del país.

Es inaudito que para intentar mantener alejado al pueblo opositor de las mesas de votación se ratifique al frente del organismo electoral a las cuatro rectoras que por su parcialidad y sus actos contrarios a la ley más desconfianza y más repudio levantan en la población. Y aun así, Socorro Hernández intenta salir de compra dominical a la charcutería, así tan felizmente como cualquier hacendosa ama de casa altamente estimada por sus vecinos. Y un pueblo enardecido y ciego del dolor se lo cobra.

Duele ver al rector Luis Emilio Rondón tener que someterse a un poder cuyo procedimiento electoral inconstitucional él denuncio. Pero, puestos a elegir, confesamos que preferimos su permanencia en el CNE a que saquen de allí a la única mirada crítica e imparcial y que en ese cargo se escoja a otro cómplice.

La lucha toca darla en las elecciones regionales, que ojalá no sean nuevamente postergadas. Cada espacio que se gane debe ser un tributo a la lucha de tantos jóvenes que perdieron la vida o aún padecen cárcel en la lucha por una Venezuela distinta. Vienen más dificultades. Asimismo se necesitará más coraje y más entereza ciudadana. La rendición o la desesperanza sería la gran victoria de los enemigos de la libertad.

20-08-17




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