@lmesculpi
Teníamos
una idea de todo cuanto eran capaces. Ya no se ocupan ni de guardar las
apariencias. No disimulan su carácter dictatorial. Su desprecio por las
disposiciones constitucionales y la legalidad es manifiesto. Las formalidades
no importan si se trata de lograr objetivos. Sin embargo algunos de sus actos
no dejan de sorprender, con este régimen esa capacidad pareciera inagotable.
Lo
sucedido el domingo cuando por disposición constitucional debería elegirse la
directiva de la Asamblea Nacional, constituyó una viva demostración de hasta
donde pueden llegar la arbitrariedad, la barbarie y el caradurismo de los
representantes del régimen.
No
les bastó el constante acoso, atropello, persecución permanente a los
parlamentarios y la violación permanente a su fuero e inmunidad, el
ofrecimiento millonario en dólares y la compra de algunos personajes
impresentables, con el propósito de intentar dar un golpe de estado contra el
parlamento, intento afortunadamente frustrado, por la instalación, cumpliendo
con todas las formalidades reglamentarias exigidas para ese acto, como
verificación del quórum y votación nominal de la directiva tal como está
contemplado en el instrumento legal que rige el funcionamiento de la Asamblea
Nacional.
El
intento frustrado contrastó con el realizado legítimamente, no se contabilizó
la asistencia, por lo que no se verificó el quórum, ya que no existió y ni
siquiera hubo votación. Lo que sí hubo fue una autojuramentación, no se cumplió
con lo establecido en el reglamento interior y de debates en cuanto a que la
sesión debe ser instalada por el Presidente de la Asamblea, a quien le
impidieron el ingreso al Palacio Federal, como consta en el abundante material
gráfico que ha circulado profusamente por las redes sociales. Apelaron a un
artilugio solo válido para instalar el primer período de sesiones, trajeron del
estado Carabobo al diputado electo de mayor edad, el mismo personaje que hace
cinco años pronunció un discurso incoherente e incomprensible.
En
uno de los vídeos se observa nítidamente como el operador del oficialismo
Francisco Torrealba le da órdenes al supuesto “presidente”, al que hace un mes
había calificado de corrupto, debelando su verdadero juego. En los cálculos
quizás no midieron acertadamente las consecuencias en el plano nacional e
internacional de sus actos, además del rechazo a las pretensiones oficialistas
de los países que han reconocido a Guaidó, el comunicado del Grupo de Lima fue
suscrito por Guyana y Santa Lucía, miembros del CARICOM y lo que es más
significativo aún es la declaración de los gobiernos de Argentina y México que
por sus características podían ser considerado por Maduro como aliados.
En
le plano nacional, en la denominada “mesita” surgieron contradicciones
importantes disminuyendo aún más su rol como aliado del oficialismo, quien
ahora privilegiará a los tránsfugas tarifados protagonistas de la chapucería
del domingo.
Posiblemente
Juan Guaidó no pudo pronunciar el discurso que tenía previsto para un sesión
sin los avatares conocidos, sin embargo en las palabras pronunciadas después de
ser reelecto, hay un hecho que conviene destacar, la solicitud al partido,
luego admitida por su organización política, de ser liberado de disciplina
partidista; enviando una importante señal, que le permitiría en lo inmediato
realizar algunos gestos hacia sectores sociales y políticos más allá de los que
hasta ahora lo han respaldado. Igualmente podrá conducirse con mayor amplitud y
flexibilidad para asumir la dirección, acompañado de la mayor suma de
voluntades, permitiéndole la confección de una dirección política colectiva a
tono con las exigencias planteadas para despejar la ruta del cambio político.
Esperamos
que el talento y la consecuencia de la actual conducción apoye los pasos y
comprenda la oportunidad que pese a todas los dificultades y obstáculos a
vencer ofrece la coyuntura actual.
@lmesculpi
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