Lester Toledo 21 de marzo de 2022
@LesterToledo
La
semana pasada nuestros corazones lloraban de dolor al ver las desgarradoras
imágenes del bombardeo a una Maternidad de Mariúpol en Ucrania producto del
criminal ataque ruso. Mujeres y niños resultaron afectados y varios de ellos
asesinados por este cruel ataque.
Ahora, si bien estas muertes se están dando en medio de una injustificable guerra, y todo ello nos lleva a recriminar y acusar a Vladimir Putin como asesino de madres y niños, la verdad es que Nicolás Maduro no escapa de estas acusaciones, pues por sus acciones y omisiones, 94,5 % de la población venezolana en 2021 ha sido afectada por la pobreza y 30% de los niños sufren de malnutrición, y más de la mitad de manera severa. Esto según el informe de la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH) y la ONG venezolana Provea, presentado esta semana. Y esto sin estado de guerra.
El
documento de 72 páginas señala textualmente: “Los factores económicos han
causado una situación de urgencia humanitaria caracterizada no sólo por una
profunda pobreza, sino por la inseguridad alimentaria, la malnutrición infantil
y la emigración de más de seis millones de venezolanos”… “Durante los últimos
seis años el PIB ha caído más de un 80 %, una de las contracciones más brutales
del hemisferio norte, excluyendo los países inmersos en un conflicto armado”.
Denuncia
además “la falta de acceso a la tierra, al agua y a ciertos servicios
contribuyen a la inseguridad alimentaria”… “La producción de electricidad ha
caído el 74 %, lo que ha provocado 174.000 cortes de corriente durante 2021,
afectando al 74,2 % de la población”, y añade, que la penuria energética “ha
llevado a 5,4 millones de personas a cocinar a base de la combustión de madera,
en vez de con gas”.
Este
nuevo informe de la FIDH y Provea, denominado “Con la Comida no se Juega:
Graves Violaciones al Derecho Humano a la Alimentación en Venezuela”, es
evidencia de cómo el deterioro institucional y democrático provocado por el
régimen de Maduro, han causado graves violaciones al derecho a la alimentación
desde 2016, y han comprometido el futuro de nuestro país, amenazando y
asesinando lentamente a nuestros niños.
Y no
se trata de una afirmación a la ligera y sin fundamento. Por el contrario,
informes de Unicef de octubre de 2020, sobre la situación humanitaria en
Venezuela, basado en un estudio realizado sobre 4.625 niños y niñas menores de
5 años, revela que 700 de estos niños (15,3%) presentaron desnutrición aguda,
516 (11,1%) bajo la forma moderada y 516 (4%) en su forma severa.
Lo que
significa que, de acuerdo con los estándares internacionales, los niños de Venezuela
están en una situación de emergencia nutricional.
Pero
profundizando aún más en el tema, Cáritas de Venezuela, en mayo de 2021, reveló
el impacto de esta privación alimentaria, ya no refiriéndose a la
desnutrición aguda, que no deja de ser grave, sino al retraso del crecimiento
de los niños venezolanos en los estratos más pobres.
El
informe de Cáritas es demoledor. Revela que más del 30% de los niños que han
sido ingresados en el programa de protección nutricional de esta organización
ya venían con retraso del crecimiento al llegar. Hablamos en su mayoría de
niños menores de 6 meses, lo que refleja el déficit nutricional de sus madres
durante el embarazo.
Las
consecuencias de este déficit nutricional están incidiendo en el deterioro del
desarrollo cognitivo y en su rezago biológico, social y afectivo que,
lamentablemente, se heredará a generaciones futuras y lo que representa, en
conclusión, una violación masiva al derecho a la vida de nuestros niños
venezolanos.
Entonces,
no sólo Vladimir Putin es un asesino de niños, también Nicolás Maduro lo es. O
acaso no lleva años violando el Derecho a la Vida de los venezolanos.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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