León Hernández 18 de marzo de 2022
@El_Leon
Periodistas
y ciudadanos rusos contra la censura: valor sin límites
Rusos
contra la censura: en diversos momentos en la historia, el ser humano ha
demostrado cómo vencer la censura. Esto a pesar de los mecanismos cada vez más
férreos y sofisticados para imponerla.
Este
lunes, la periodista rusa Maria Ovsiannikova, editora de un noticiero de la
televisión estatal, se colocó detrás del ancla del espacio audiovisual, con una
pancarta en mano, en rechazo a la acción bélica de su país contra Ucrania.
Tras un par de segundos, un titubeante director de cabina sacó la imagen del aire, para colocar un video de un hospital. La productora se enfrenta a entre tres y quince años de cárcel por esa osadía.
Entretanto,
la censura rusa detiene a ciudadanos por
portar carteles en blanco, en reclamo contra la mordaza estructurada en
forma de leyes que legitiman la censura.
Circulan
imágenes de dos mujeres rusas detenidas por declarar ante la cámara de un medio
de comunicación.
Así,
no dejando espacios para probables opiniones a ser si quiera emitidas, los
agentes del orden interpretan el anuncio del Ministerio del Interior en Rusia,
sobre tomar “todas las medidas necesarias” ante acciones que el estado ruso
estime, y citamos literalmente, “agresivas o provocadoras”.
Y las
detenciones no son lo único contra la comunicación en esa nación. También cerraron
Instagram en Rusia.
El
derecho a la comunicación parece contrario a regímenes de corte autoritario.
¿Por qué?
Estima
usted que un gobierno de corte dictatorial, ¿estaría interesado en que las
personas se comuniquen?
¿Cree
usted que la comunicación, el entendimiento, la articulación social producto
del diálogo, el contraste de ideas y racionamientos, el derecho a disentir,
tiende por naturaleza a ser contrario a las pretensiones hegemónicas?
Evalúe
usted respuestas a partir de estos otros casos.
En
China están censurados Google, Facebook, Twitter, Instagram, Wikipedia y Gmail.
En
China están censurados Google, Facebook, Twitter, Instagram, Wikipedia, Gmail.
Aplican lo que llaman el “Gran Cortafuegos”, con el cual se controla y censura
el flujo de datos, especialmente en la China Continental.
Allí,
saben poco de la represión en sus plazas, historias que han borrado del mapa
digital y que no penetran en el ecosistema mediático.
Gran
parte de los chinos desconfía de la televisión y los diarios. Siendo así,
algunos se comunican con lenguajes encriptados a través de mensajería y
microblogs.
También,
al igual que ocurre en nuestro país, por cierto, las personas recurren a VPNs.
Un tipo de conexión encriptada que no puede ser rastreable, a fin de poder
acceder a sitios web y a aplicaciones que han sido bloqueadas.
En
Cuba, Nicaragua y Venezuela han establecido métodos y mecanismos de censura
directa e indirecta, a fin de que usted también deje de comunicarse libremente.
A los
cierres de emisoras de radio, televisión y expropiaciones de infraestructura
comunicacional, se han sumado procesos judiciales y detenciones de
periodistas. Los llevan presos bajo supuestas investigaciones por instigación
al odio, terrorismo, entre otras.
No
obstante, ciudadanos y comunicadores comparten un boca a boca para encontrar
vías a fin de mantenerse conectados con la realidad. Aunque la capacidad de
articulación social se haya visto mermada por el miedo y la persecución de la
disidencia.
¿Qué
lleva a una persona a levantar una pancarta que señala un no a la guerra en
televisión abierta, en una nación como Rusia?
Algunos
tienen la completa convicción de que su señal será identificada y que tiene el
poder de decirle a otros que no están solos.
Saber
que puede levantar el ánimo para, en rebeldía, gritar al mundo que a pesar de
los silencios impuestos, el espíritu humano intenta conectarse con el otro.
Conectar con quien comparte llanto, indignación y necesidad de cambio.
Rusos
contra la censura: la comunicación no es algo que se pueda eliminar con
decretos ni presidio.
Se le
restringe y limita, pero ejemplos históricos sobre comunicación en la
clandestinidad han existido, sin importar la ideología de la dictadura.
¿Quién
olvida la prensa clandestina en regímenes como el de Pérez Jiménez, Franco y
Pinochet?
Los
ejemplos dejan atrás las tendencias de izquierda y derecha, poniendo sobre la
mesa a dos tipos de personas: opresores y oprimidos.
Con el
caso de estos rusos y de otros muchos en la historia, como el de los jóvenes
del grupo la Rosa Blanca en la Alemania Nazi, el mundo atestigua, hoy en tiempo
cuasi real, como el valor se manifiesta en seres que deciden expresarse, sin
importar el costo.
¿Puede
ser la censura inviolable?
¿Puede
el totalitarismo acallar por siempre la noción de justicia y libertad?
León
Hernández
@El_Leon
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