Eddie A. Ramírez 23 de diciembre de 2022
Así de
claro se expresó un expresidente de nuestra región, según narró el doctor
Asdrúbal Aguiar en exposición magistral en entrevista que le hizo Napoleón
Bravo. Ese crimen y esa estupidez la van a cometer los 72 diputados de Primero
Justicia, Acción Democrática y de Un Nuevo Tiempo, que ya votaron, en primera
discusión, el defenestrar al presidente Guaidó y asumir ellos el Poder
Ejecutivo, en paralelo con el Legislativo.
Llama
la atención que quienes han adversado de frente a Guaidó, como son Antonio
Ledezma y la fracción de diputados 16 J, se hayan opuesto a esa locura.
En cambio, quienes teóricamente lo respaldaban evidenciaron que sus intenciones
siempre han sido alevosas. Quieren asestar una puñalada trapera a Guaidó y a la
Constitución.
Andrés Velázquez, siempre ponderado, así como Proyecto Venezuela y Encuentro Ciudadano respaldan la Constitución, por lo que se oponen al Golpe de Estado del G3 y se oponen a los traficantes de la política que quieren que el mundo reconozca a Maduro como presidente.
Distinguidos
venezolanos y juristas como Román Duque Corredor y Asdrúbal Aguiar han
expresado claramente no solo la inconveniencia de sacar al presidente interino
y que la Asamblea asuma el poder, sino lo inconstitucional que sería esa
medida.
Las
organizaciones de la sociedad civil Aragua en Red, Ciudadanía Activa,
Compromiso Ciudadano, Fundación Espacio Abierto, Gente del Petróleo, Grupo la
Colina, Manifiesta, Red de Organizaciones Vecinales de Baruta y Red de
Vecinos de Naguanagua, publicaron un manifiesto que, entre otros considerandos
dice: “Despreciar la figura de la presidencia encargada , reconocida por más de
50 países, resulta inconcebible, además sería una decisión que favorecería al
régimen usurpador y destruiría la credibilidad de la plataforma democrática, y
allanaría el camino de continuidad de la usurpación de Maduro.
Adicionalmente, pondría en peligro los juicios en el exterior sobre los
cruciales activos venezolanos”.
Cabe
preguntar a los 72 Catilinas, encabezados por Borges y Capriles, qué es
lo que pretenden. ¿Acaso no perciben el rechazo que tienen? ¿ Acaso no
entienden que, por sus inconsistencias, han perdido credibilidad? ¿ Acaso
piensan que con esa actitud lograrán subir en las encuestas y ganar las
primarias? Hoy no se trata de la traición de los mejores, a los que se refirió
don Mario Briceño Iragorry, sino de la traición de los mediocres. Conste que,
en aras de la unidad, he predicado que no debía descalificar a la dirigencia,
pero lo que está ocurriendo obliga a ser severos con quienes promueven un golpe
de Estado, que solo se justificaría contra Maduro, por ser usurpador y
responsable de las violaciones a los derechos humanos.
¿Tendrá
el valor de rectificar en la segunda discusión, o seguirán alimentando las
dudas de muchos sobre su posible colaboracionismo con el régimen? ¡ A malhaya
un Ciceron para descalificar a tantos Catilinas!
¡No
más prisioneros políticos, ni exiliados! Solidaridad con el teniente coronel
Igbert Marín Chaparro, distinguido oficial de nuestra Fuerza Armada, en huelga
de hambre para defender sus derechos como preso político.
Eddie
A. Ramírez
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