Los Consejos Comunales Democráticos decimos ya basta

Por Kiomara Scovino

Estas líneas van referidas a los actos barbáricos perpetrados recientemente en la población de Caruao, estado Vargas, en contra de la dignidad de una familia venezolana que pasa a engrosar la lista de víctimas de lo injustificable hoy día en nuestra Venezuela. Debemos detenernos en un acto de reflexión. El gobierno nacional llamó desde sus inicios a los ciudadanos a organizarse para participar en la gestión comunitaria en pro de una mejor calidad de vida para todos. Retórica, ofertas y promesas con tintes ideológicos que no fueron convincentes produjeron más bien indiferencia y desconfianza; pero al hacerlo ley, dejó de ser una invitación para pasar a ser una obligación. Los ciudadanos de tradición pluralista y de Constitución democrática hemos asumido con diferente ánimo algunas disposiciones políticas reflejadas en el marco jurídico que nos ha sido impuesto. De esa manera, lo que pudo ser una oportunidad para la acción comunitaria a través de la figura de consejos comunales, que por cierto, fue extraída de experiencias democráticas foráneas, se ha convertido en una necesidad de organizarse para ser reconocidos como ciudadanos con derechos. Pero tal condición con el paso del tiempo, aunado a las sucesivas modificaciones a la ley respectiva, definen más el "tubo" ideológico por el cual debemos transitar para existir. Se impone la exclusión por razones políticas como pauta, ante lo cual ya no podemos ser indiferentes. Como ciudadanos responsables que hemos entendido la importancia de la participación ciudadana mediante Consejos Comunales, democráticos y respetuosos de la Constitución, debemos pronunciarnos en rechazo absoluto a las acciones vandálicas y criminales de los transgresores de Caruao y otras situaciones similares refugiadas en el discurso presidencial. Quienes fungiendo como pueblo empoderado que "recupera" lo que desea para sí, y por ello invaden, destruyen, vejan y desalojan de sus propiedades a familias venezolanas, deben ser apresados y condenados con todo el peso de la ley. Los Consejos Comunales interpretados para practicar el terrorismo y violar la ley no son más que bandas de delincuentes, y es obligación del gobierno nacional definirse de inmediato ante semejante monstruosidad. De no ser así, estamos indefectiblemente en manos del vándalos dirigidos por similares y el mensaje a enviar de nuestra parte es que los sectores que no cuenten con un consejo comunal, deben constituirlo a la brevedad posible pero ahora para protegerse, para defenderse del hampa organizada con discurso revolucionario, e incluso, para asegurar su ámbito territorial de los oportunistas que aparezcan y constituyan uno a su manera para arrogarse el derecho de tomar decisiones y aplicar su ley del terror.

Esta situación tan lamentable se asemeja a otros pasajes de la historia, de procesos fracasados que arremetieron contra pueblos del mundo, y se recuerdan hoy como vergüenzas de la humanidad.

Presidente de la República, Asamblea Nacional, Tribunal Supremo de Justicia, Fiscalía, Defensoría del Pueblo; en definitiva, Poder Moral, demuestren que no son lo que tememos los venezolanos. Deslíndense en verbo y obra del terrorismo hecho institución. Venezuela y el mundo los observa. Esperamos por ustedes!!

CONSEJO COMUNAL DE PRADOS DEL ESTE, MUNICIPIO BARUTA, ESTADO MIRANDA
Comisión de Servicios, Urbanismo y Ambiente