Por María Gabriela
Olavarria A., 21/04/2013
LOS MUROS CAEN
PERO LLEVAN SU TIEMPO, NUESTRO TIEMPO ES AHORA. La historia nos reseña, cuanto
han tenido que vivir y soportar las naciones que han padecido regímenes
totalitarios, autocráticos y dictatoriales, nosotros mismos, tenemos mucha
historia interna que leer y recordar, para entender que vivimos actualmente, un
momento crucial, que se debate, en el asentamiento definitivo de esta nueva
dictadura disfrazada bajo el nombre de la Revolución del Siglo XXI y la
Democracia como baluarte de los DDHH y la libertad en todas sus acepciones.
Lo primero
siempre, para salir de cualquier atolladero o problema es asumirlo, aceptarlo,
reconocerlo para entenderlo y poderlo confrontar y superar. Yo, veo aún con
sorpresa que muchos no han terminado de entender la profundidad de la realidad
que estamos viviendo, no solo, política, sino social y económica, que deriva
lógicamente de la primera, la política. Tal vez, esto ocurra, porque muchos
ante los problemas lo bloqueamos, los evadimos para sufrir menos, pero eso nos
lleva muchas veces a mantenernos en el mismo circulo vicioso, y nos resta
capacidades para avanzar.
Hoy, sin duda
alguna, enfrentamos en estos comicios a la autocracia, al totalitarismo y al
comunismo que los abandera, frente a la voluntad popular de un pueblo
mayoritario que quiere democracia, progreso, libertades, respeto y reencuentro
social, para construir un país productivo, justo, con paz social y estabilidad
económica.
Y ganó el bien
sobre el mal, pero tal vez lo que olvidamos durante esos días emocionantes de
campaña, es que estábamos luchando contra un pulpo, contra Goliad, contra todos
los poderes del Estado identificados y leales a la ideología Castro Comunista,
a mi me place más llamarla dictadura chavista. Haber olvidado, contra quien
luchábamos, ante el avance sistemático de nuestro gran líder Henrique Capriles,
del Comando Simón Bolívar y de nosotros mismos, por habernos organizado de
forma tal, que todos un granito dimos, nos hizo sentir vencedores, como en
efecto lo fuimos, pero percibo que nos resto realismo, para estar preparados a
la respuesta tramposa y premeditada que daría Goliad, junto con las
instituciones y poderes públicos, que ya no responden a un pueblo al que deben
servirle para mantener la paz social, sino responden a una ideología
autocrática, totalitaria y muy especialmente muchos a sus intereses
individuales como las arcas personales y la ambición del poder, que los hace
sentir más poderosos y grandes que Dios.
El haber perdido
la atención a este particular. Siento, que ha llevado a muchos a sentirse
anticipada y prematuramente derrotados, porque lógicamente todos deseábamos y
nos urgía un cambio inmediato, ya que este sistema nos ha restado calidad de
vida a todos, y aunque nos definan y perciban fuera como un país feliz, no lo
somos. Es importante, ver, lo que sí hemos obtenido, y no lo que, aún, no
tenemos, porque, si podemos ver, lo que si hemos obtenido, podremos ver con fe
y confianza el camino para el cambio, para el fin de esta dictadura.
En estos momentos
el CNE juega con nosotros y con la verificación o auditoria del 46% restante de
las mesas que no fueron auditadas el 14A, al decir, que de allí no saldrá un
nuevo escrutinio, que allí supuestamente no se verificarán los votos que están
en las cajas o urnas electorales, pero es que el propio manual que le
repartieron a los periodistas para la auditoria que se hizo en la fase 2, así
lo establece. Qué sentido tendría hacer una auditoria que detecte irregularidades
y no genere cambios. Sin duda alguna, nos quieren hacer montarnos en un
larguísimo viaje que tiene varias paradas CNE, TSJ, Instancias internacionales,
y debemos hacerlo, independientemente que sepamos el resultado anticipado de
las dos primeras instancias. En esta oportunidad ya no somos los mismos, y cada
día esta otra mitad se ha hecho más grande y fuerte. De hecho toda esta
respuesta represiva, violatoria de todos los DDHH, nos dice cuanto miedo
tienen, y como a lo interno esa disque “Revolución” comienza a venirse en
picada. No podemos permitir el desgaste psicológico, emocional y espiritual que
pretenden obtener alargando este camino que ya arrancó, que las rocas y
obstáculos, que vamos a encontrar, solo sirvan para fortalecernos cada vez más,
nuestra fortaleza, disciplina, unión e inteligencia, es lo único que nos
llevará a la victoria, este no es un pueblo sumiso, callado, conformista, fácil
de someter, y menos ahora, que pública y notoriamente los socialistas se han
comenzado a quitar las caretas, ya muchos han visto el rostro verdadero de este
falso socialismo, y han sentido el golpe duro de la persecución y el Dios todo
poderoso revolucionario que exige que se arrodillen a la voluntad y líneas,
rojas rojitas.
Solo quiero, hacer
un llamado a la reflexión profunda, para que, antes de juzgar cualquier postura
de la oposición, podamos entender el momento país que vivimos, no ser
disciplinados, pacientes y consecuentes nos puede poner en la acera de
enfrente, que no es más que la del fascismo puro.
No lo digo yo, lo
dicen los hechos que están a la vista y a la orden de todos y del mundo entero,
las aberraciones recientes de este régimen colorado que además se enrojece con
la sangre derramada en manos de fascistas vestidos de soldados. Ya la matriz
internacional no es la misma. Así que necesario es entender que el camino está
trazado y todos somos fundamentales e importantes para que ese camino se
consume. Esta lucha es de todos y para todos. Que Dios nos acompañe y nos
ilumine y bendiga siempre. Juntos venceremos, divididos seremos vencidos. María
Gabriela Olavarría A.
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