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domingo, 2 de febrero de 2014

Un gobierno "yo no fui"

POR ANTONIO RIVAS 21 ENERO 2014

Más indignante que la misma situación en la que se encuentra el país, es la evasión de la responsabilidad por parte del gobierno. Lo primero es ineptitud, lo segundo es bajeza. Muchos serían los cambios positivos que podrían llevar a cabo si asumieran la culpa de sus errores como un equipo digno, sin embargo las declaraciones de sus voceros y líderes distan de estar ahí.

Abrumados ahora con el tema de la delincuencia, a pesar de que había decenas de miles de víctimas cada año, dan declaraciones circenses, como haciendo malabares con una papa caliente, y cuya única afirmación tajante es que la culpa de la delincuencia es "del capitalismo" y que es un problema "heredado de la cuarta república". Nunca como hoy se había vivido en nuestro país este nivel de inseguridad, impunidad y violencia, pero ellos siguen empeñados en apuntar a la Venezuela de hace 20 años para buscar culpables. Y con esa historia, se lavan las manos y siguen.

Lo mismo ocurre con el desabastecimiento y la inflación. Luego de una vorágine expropiadora donde se hicieron de todos los sectores "estratégicos" de la economía para "proteger al pueblo", donde han tenido leyes habilitantes que les han permitido gobernar y legislar sin control ni traba alguna, y con los ingresos más altos de nuestra historia, tenemos un índice inflacionario abrumador y un nivel de desabastecimiento comparable a los países más pobres del mundo. ¿Qué pasó con lo expropiado? Se perdió. ¿Para qué han servido las leyes habilitantes? Para nada ¿Qué ha pasado con el caudal de dólares que ha ingresado al país? Solo Dios sabe. Pero según ellos, la culpa del fracaso económico está en una guerra económica por parte de grupos de ultraderecha, apátridas (que no tienen nombre, ni están presos ni se les puede controlar), etc. No tiene que ver con las erradas decisiones de un gabinete económico que está más pendiente de trancar el juego y poner de rodillas a las empresas que en generar bienestar construyendo, ni con su incapacidad de administrar ni en el despilfarro y regalos a países adeptos al "proyecto". Todo es culpa de alguien más. Y por tanto, pues no tienen nada que corregir, y así seguimos dilapidando reservas, imprimiendo billetes y poniendo a la gente a hacer cola para comprar leche.

La lista es larga. Podríamos hablar de la deficiencia en los servicios públicos por falta de mantenimiento, modernización y gerentes capaces, pero achacadas al "saboteo". De la corrupción galopante a todo nivel endosada, una vez más, a las prácticas de la cuarta república. Pero el espacio es corto y no se necesitan más ejemplos para hacer un punto que es evidente.

Ahora bien, complementando lo que menciono al principio del artículo: no ser apto para un cargo, no saber de gerencia, ni de toma de decisiones, no es pecado. Pero esconder información, manipularla, atacar a los medios que la divulguen, cerrar los espacios, devaluar sin querer decirlo, dilatar la divulgación de los indicadores económicos, evitar hablar de cifras de homicidios y jugar al "yo no fui" culpando de la situación a terceros cuando es totalmente responsabilidad de un gobierno que se sabe incapaz, es realmente bajo y vil. Es aferrarse al mando con un discurso de patriotismo mientras la bandera venezolana cada vez tiene menos amarillo y más rojo.

Lo he dicho antes y vale de nuevo la afirmación: este gobierno puede engañar a toda una generación de venezolanos, pero no podrá engañar a la historia. Su irresponsabilidad, inoperancia, manipulación y ambición de poder eterno maquillada en ideología, quedará, pues, escrita como tal.

Tomado de: http://www.sienteamerica.com/b/articulo/rivas_antonio/279-un-gobierno-yo-no-fui/

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