Así
se denominó el segundo foro que se desarrolló este 30 de enero en el marco de Propuestas
Venezuela 2015, iniciativa de la UCAB, junto a la UCV y USB para
identificar, analizar y hacer frente a los verdaderos problemas del país.
Esta
actividad, que tuvo lugar en el Aula Magna de la Universidad Católica Andrés
Bello, reunió a cinco economistas, quienes evaluaron la situación económica
actual y expusieron sus recomendaciones para revertir una crisis carente de
medidas concretas y efectivas.
Francisco
José Virtuoso, Rector de la UCAB agradeció el esfuerzo reflexivo, emprendido
por la escuela de economía y el Instituto de Investigaciones Económicas y
Sociales de la casa de estudio que representa, así como por un equipo
multidisciplinario.
Virtuoso
insistió en que la economía debe ser abordada como parte de un conjunto, de
forma integral, porque está vinculada a “la anomia en la que vivimos” y las
políticas implementadas en este aspecto tienen un impacto en todas las áreas de
la vida social.
Las
apreciaciones
Los
economistas congregados en el evento al realizar sus presentaciones
coincidieron en la necesidad de desmontar el control de precios, unificar la
tasa cambiaria, frenar la emisión monetaria del BCV y ajustar el precio de la
gasolina.
Asdrúbal
Oliveros destacó entre otras cosas que el poder adquisitivo ha experimentado
una contracción “brutal” desde el año pasado y en lo que va de 2015, por lo que
el diseño e implementación de políticas de compensación social es vital.
Habló
de la existencia de una recesión institucionalizada, un déficit fiscal
que puede alcanzar 20 puntos del PIB y subsidios desmesurados. Además, indicó
que Venezuela requiere un plan integral, no medidas aisladas y de no tomar “los
correctivos quien sufrirá es la gente”.
Víctor
Álvarez hizo mención de un creciente gasto público y la baja presión fiscal
como rasgo de un sistema rentista. Explicó que la amenaza de la recesión
económica se potencia con la recesión política, es decir, con la inacción
gubernamental.
Señalo
que hay un margen de maniobrabilidad para compensar el descenso del ingreso
petrolero y planteó como alternativa un gobierno de coalición para encarar el
complejo panorama
Por
su parte, Ángel Alayón abordó el tema de la escasez como una consecuencia del
control de precios y un fenómeno inherente al socialismo clásico, en el que
priva el desplazamiento de la propiedad privada a la estatal.
Indicó
que desde 2004 la escasez no ha bajado de 10% cuando el nivel normal, según el
BCV, es de 5%.
Alayón
manifestó que gran parte de los problemas se debe a la planificación
centralizada y que algunas empresas deben pasar a manos privadas. Enfatizó en
que los subsidios deben estar dirigidos a los sectores más vulnerables y que la
“guerra económica” de la que habla el Gobierno traspasa “las políticas
económicas a enemigos que pueden o no existir”.
Orlando
Ochoa sugirió la aplicación de medidas de protección social; subsidios más
directos y eficientes; la reorganización de PDVSA y el establecimiento de
reglas fiscales creíbles.
Aseguró
que la caída de los precios del crudo agravó el flujo de divisas y el stock de
reservas nacionales.
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