Por Bony Pertíñez
Detective, es un
término de origen inglés, que literalmente significa detectar un hecho,
descubrir, develar, investigar, desenmascarar o aclarar circunstancias, así
como a personas en ellas involucradas. Precisamente para ello fue creado en
1958, el extinto Cuerpo Técnico de Policía Judicial, ahora Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
Con el nacimiento de la
democracia se creó una policía profesional, técnica, apolítica y auxiliar de
los tribunales de justicia, con posibilidades de ser aceptada y reconocida por
un pueblo que estaba conmovido por el espectro de la Seguridad Nacional.
Un detective debe ser
escogido de lo mejor de la sociedad, porque deberá trabajar con lo peor de la
humanidad. Un investigador puede pasar 20 años sin la necesidad de usar su arma
de fuego, pero todos los días enfrenta los dulces aromas de la corrupción. Solo
un buen proceso de selección, estabilidad económica y adecuado entrenamiento,
garantizarán tener el policía que la sociedad necesita, una persona con
integridad, fidelidad y decencia para este noble y difícil trabajo. Contar con
detectives que trabajen en estrecha colaboración con la comunidad, para llegar
a poseer calles por las que sea posible pasear sin peligro.
Lamentablemente la otrora
conocida organización detectivesca, con innumerables reconocimientos nacionales
e internacionales, se ha venido a menos. Tiene un déficit de más de 20 mil
funcionarios, la criminalística su fortaleza, su función medular, está
totalmente desactualizada, con equipos obsoletos, poco personal y con muchos
despachos que solo terminaron siendo depósitos de presos. A pesar que el
régimen bolivariano de Venezuela ha manejado los ingresos más altos del país en
los últimos cien años, nuestras policías siguen recibiendo asignaciones
presupuestarias paupérrimas. El gobierno ha sido incapaz de dar a nuestros
detectives, las herramientas necesarias para contrarrestar positivamente el delito
en todas sus manifestaciones. Por el momento lejos estamos de tener el
detective que la sociedad venezolana merece y los detectives del C.I.C.P.C.
lejos están de ser tratados como tales.
En la mayoría de las
ciudades de Venezuela, así como en muchas zonas rurales, se respira una
sensación de inseguridad. ¿Podemos esperar que la policía nos proteja del
crimen organizado y de los delincuentes comunes? ¿Harán que la seguridad reine
en las calles? ¿Ganarán la batalla contra la delincuencia?
En tiempos de anarquía sin
precedentes en nuestro país, concluyo con un saludo fraternal para los
funcionarios honestos que integran el Cuerpo de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas y mis profundas palabras de
condolencia, a los familiares de los funcionarios asesinados en la
Subdelegación El Valle. Jóvenes venezolanos que ingresaron con el sueño de ser
detectives y servir con honor, lealtad y abnegación, para afrontar la sagrada
misión de garantizar la seguridad y la vida de todos los ciudadanos.
06-04-16

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico