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martes, 5 de abril de 2016

.@manuelrosalesg, liderazgo imborrable, por @leofernandezf



Leonardo Fernández 03 de abril de 2016

Hace 7 años se inició la persecución política contra Manuel Rosales, un ensañamiento que ha llevado a nuestro líder a sufrir el exilio, clandestinidad y encarcelamiento producto de su liderazgo y capacidad para conectar con los sectores populares.

Su liderazgo en el Zulia fue indiscutible. Desde su llegada a la gobernación el régimen perdió constantemente elecciones en la región, eso lo hizo un personaje incómodo, pero tolerable mientras se mantuviera en el ámbito regional.


En 2006 decide dar un paso al frente por Venezuela e impulsar su candidatura presidencial. Aquel fue quizás el año más difícil para la oposición, desarticulada, dividida y sin presencia en las instituciones. Con aquella candidatura Manuel inició el camino, democrático, pacífico y electoral que nos llevó años después a ganar la Asamblea Nacional, para estar cada vez más cerca del cambio.

Durante la campaña “Atrévete” Rosales se dedicó a caminar los sectores donde los líderes de la Unidad no entraban por ser “zonas rojas”, pero haber llegado al corazón de las barriadas, es algo que no perdonan los enchufados, el haberse atrevido a penetrar en las comunidades más pobres de Venezuela y llevar un mensaje contra el miedo y la indiferencia, fue considerado por el gobierno su mayor delito.

Su regreso al país fue una decisión difícil, muchos le pedían que resguardara su integridad física y libertad, pero ese anhelo por contribuir al cambio fue mayor y regresó a su tierra arriesgándolo todo. Para sus detractores, su retorno fue oportunista o inútil, pero quienes hemos caminado los barrios del estado Zulia palpamos la esperanza que despertó su regreso, una acción que fue fundamental para lograr el triunfo en los comicios del 6-D.

Manuel posee un ascendente popular y una capacidad para entusiasmar a las clases populares, en contraste con el oficialismo, desarrolló el entendimiento con todos los estratos de la sociedad tras comprender que son necesarios para construir un país moderno y próspero, es un demócrata que no cree en el sectarismo impuesto a los venezolanos durante 17 años, por ello Manuel Rosales ha logrado liderar sin distingo de clases.

7 años después de iniciado el intento por destruirlo, política, moral y espiritualmente Manuel Rosales sigue en las mentes y los corazones de los venezolanos, en especial de los zulianos. Sin duda alguna, pronto esta etapa de oscuridad acabará y él será un actor fundamental en la reconstrucción de Venezuela.

Leonardo Fernández
@leofernandezf

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