Por Gioconda San Blas
Mientras Ud., apreciado
lector, hoy jueves 19 de mayo lee estas líneas, se está llevando a cabo el
segundo día del 11º Encuentro Mirandino de Ciencia y Tecnología, de la
Dirección de Ciencia y Tecnología del Gobierno de Miranda, en las instalaciones
de la Universidad Católica Andrés Bello.
Comparto con Uds. algunos
pensamientos desarrollados en mi discurso inaugural:
“Para nuestra Dirección es
muy satisfactorio alcanzar este momento. Hay mucho que agradecer: a la UCAB, a
las diversas Direcciones de la Gobernación e instituciones participantes, a los
docentes y estudiantes. Y a cada uno de los miembros de la Dirección de Ciencia
y Tecnología.
Para llegar hasta aquí, el equipo trabajó tesoneramente a lo
largo de todo el año lectivo, comenzando con ferias internas en los liceos y
ferias regionales, de donde surgieron los 25 proyectos ganadores que se exhiben
en este 11º Encuentro. En esta atmósfera, universitaria, nuestros muchachos y
sus docentes encontrarán suficiente estímulo para disfrutar y apropiarse de la
ciencia y la tecnología, dejando de lado el tradicional temor a las materias
científicas.
Siendo la educación la
prioridad fundamental del actual Gobierno de Miranda, es lógico que en este
siglo del conocimiento, como se llama al siglo XXI, elaboremos programas que
estimulen la curiosidad científica en los estudiantes y animen a los docentes a
asumir proyectos cada vez más retadores intelectualmente.
De hecho, los datos
recogidos a lo largo de los últimos cinco años en nuestra Dirección de Ciencia
y Tecnología, nos indican que a pesar de las dificultades de todo orden que nos
agobian como país, por encima de presupuestos insuficientes y erosionados año a
año por la hiperinflación, las calificaciones obtenidas en cada feria anual de
ciencia y tecnología han ido subiendo, al tiempo que hemos ido aumentando las
exigencias académicas, un resultado que se nos antoja altamente satisfactorio
para estudiantes y docentes por igual, que compartimos con unos 120 promotores
de ciencia y cerca de 400 voluntarios.
Si bien no todos nuestros
concursantes de hoy se orientarán hacia carreras científicas, es primordial que
nuestros jóvenes tengan conocimientos de ciencia para ser competitivos en el
mundo que les toca vivir. Y esa es una misión insustituible del sistema educativo
moderno: una cada vez más exigente preparación intelectual.
En esta Venezuela de hoy,
tan convulsionada por factores políticos, sociales y económicos, los esfuerzos
de superación o el tesón para lograr conocimientos académicos por encima de las
dificultades, son vistos con sospecha por quienes desde las alturas del poder
desprecian el conocimiento y buscan enrasar por lo bajo a toda la sociedad, sin
parar mientes en que sólo con mayor y mejor conocimiento, con libertad de
expresión, con libre discusión de las ideas, es como una sociedad puede mirar
al futuro y apostar por consensos que hagan posible la construcción de un país
más productivo y mejor distribuido. El conocimiento como palanca de ascenso
personal es también motor para el ascenso colectivo como nación.
No en balde, la actual
Asamblea Nacional ha dado una voz de alarma y un irrestricto apoyo a la
universidad venezolana, en un extenso documento dado a conocer hace pocos días
por la Comisión Especial de la Asamblea Nacional para el Sector
Universitario, en reconocimiento a la contribución de la
universidad venezolana en las luchas por la libertad, la democracia y la
justicia en Venezuela.
Llegará el tiempo en que
recordemos la realidad de hoy como una pesadilla superada, con una universidad
vibrante, marchando a su destino, como señalan las palabras iniciales del Himno
de la UCAB.
Será esa universidad libre y
creadora la que acoja a los jóvenes liceístas que hoy participan en el 11º
Encuentro Mirandino de Ciencia y Tecnología. No me queda la menor duda de que
así será y muy pronto”.
19-05-16
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