Por María Victoria Fermín
La Estación Climatológica de
la Universidad Central de Venezuela es, después del observatorio Cagigal, la
segunda en el país con más años de registro de parámetros, como horas de sol,
precipitación, temperatura, humedad relativa, evaporación, lámina infiltrada,
radiación solar y viento.
Sin embargo, las condiciones
adversas que han experimentado no se limitan al clima. En los últimos años el
centro, adscrito al Departamento de Ingeniería Hidrometeorológica y localizado
en los terrenos detrás del gimnasio cubierto, padece las consecuencias del
presupuesto insuficiente que ha denunciado reiteradamente la UCV.
“Lo asignado a la Facultad
de Ingeniería para 2016 no alcanza ni para comprar una computadora”, aseguró el
jefe y único profesor de alta dedicación del departamento, Abraham Salcedo.
La ingeniería
hidrometeorológica, según la página web del
DIHM, puede contribuir a áreas como la
agricultura, para mejorar la productividad y disminuir los riesgos de pérdidas
de cosecha, así como garantizar los recursos hídricos para el consumo humano,
agrícola e industrial.
Otras áreas de influencia
son la navegación aérea, marítima, terrestre y fluvial, la prevención de
enfermedades, aclimatación, desarrollo de fuentes alternas de energía y la
adecuación de los ambientes físicos para la construcción.
Gran parte de los equipos
del departamento datan de 50 años y por falta de recursos no han podido ser
remplazados. Valdemar Andrade, profesor jubilado, citó un ejemplo de cómo la
situación los afecta: “Teníamos una torre que recibía información de parámetros
en América Latina, pero no se pudo hacer la renovación tecnológica”.
También han tenido
dificultades para encontrar insumos necesarios para el funcionamiento de
equipos, como las bandas del pluviógrafo –para el registro de lluvias–, que hay
que importar porque no se consiguen en el país.
Cuando alguna de estas
máquinas se daña, la reparación suele correr por cuenta de dos de los seis ingenieros,
activos o jubilados, que de manera voluntaria, mantienen el funcionamiento de
la estación. Desde hace cinco años, luego de que falleciera el operador
encargado, no han repuesto la vacante, también por falta de presupuesto,
aseguran.
Inseguridad. Rejas
rotas y rastros que han dejado intrusos son constancia de hurtos a las
instalaciones. En carnaval robaron unos cables que dejaron sin luz al edificio
principal donde se encuentra la biblioteca, un salón de clases y otras
oficinas; infraestructura que evidencia deterioro y filtraciones en las
paredes. Otra víctima: una bola de cristal que es parte del heliofanógrafo,
aparato que mide la intensidad de los rayos solares.
Salcedo señaló que la
inseguridad también ha espantado a estudiantes de Ingeniería y otras carreras,
como Geografía y Arquitectura, que veían clases en la estación o se acercaban a
buscar información para sus campos. Agregó que hace cinco años ofrecían
posgrados para estudiantes de Suramérica y el Caribe, promovidos por la
Organización Meteorológica Mundial, pero que paulatinamente se suspendió el
programa, pues indicaron que era riesgoso traer a los estudiantes al país.
La Estación Climatológica de
la UCV opera desde hace 66 años. El lugar es uno de los centros regionales de
enseñanza y formación profesional de la Organización Meteorológica Mundial. El
Departamento de Ingeniería Hidrometeorológica tiene un sitio web:hidromet-ucv.org.ve. En
Twitter comparten información a través de la cuenta @lluviasUCV.
06-05-16
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