Por Marino J. González R.
La brecha de inmunidad
contra covid-19 puede condicionar la dinámica global de los próximos años. Las
evidencias hasta la fecha son significativas. Mientras en la Unión Europea el
38,9% de la población ya está completamente vacunado contra covid-19, con 24
países (de 27) con coberturas superiores al 30%, en América Latina solo tres
países (de 20) superan este porcentaje. Esta evolución puede significar que al
final de este año —el segundo de pandemia— muchos países no habrán alcanzado la
meta de vacunaciones que permita el control. Conviene explorar las causas de
esta situación en América Latina y, especialmente, las opciones de políticas
que se deben ejecutar.
La primera condición
para el éxito de las vacunaciones contra covid-19 es contar con la disponibilidad
de dosis para la población objetivo.
De acuerdo con la
última información disponible en sitio web de la Universidad de Duke, solo cuatro
países de la región (Bolivia, Brasil, Chile y República Dominicana) tienen
suficiente número de dosis para vacunar a toda la población requerida sin tener
que utilizar dosis por el mecanismo Covax. Un quinto país (México) puede cubrir
a toda la población meta, pero incluyendo las dosis correspondientes a Covax.
Cuatro países (Cuba, Haití, Nicaragua, y Paraguay) no tienen registros de
disponibilidad de vacunas en el sitio web mencionado. Esto implica que en la
mayoría de los países de la región no se cuenta todavía con los acuerdos de
compra que garanticen las dosis necesarias de vacunas contra covid-19.
También la garantía de
disponibilidad está afectada por la escasez de vacunas en el mercado
internacional. En los meses de mayo y junio de este año, entre los países que
no han alcanzado la disponibilidad, solo El Salvador, Perú, Ecuador y Argentina
han logrado acuerdos de compras de vacunas.
Otro país que ha
concretado suministros es México, pero en este caso por una donación. La
dificultad de alcanzar la disponibilidad en la mayoría de los países de la
región es indicativo de las restricciones para compras de vacunas, la mayoría
de ellas se ha concentrado en los países de mayores recursos.
El suministro de
vacunas a través del mecanismo Covax también expresa notables diferencias. De
acuerdo con el seguimiento que realiza Unicef de las vacunas distribuidas a través de Covax, tres países
(El Salvador, Honduras y Bolivia) han recibido hasta la fecha más dosis que las
asignadas inicialmente. En El Salvador han sido casi cinco veces más las dosis
efectivamente recibidas, mientras en Honduras poco más de tres veces, y en
Bolivia poco menos de dos veces.
En tres países
(Argentina, Colombia y Paraguay) ya se han recibido todas las dosis asignadas.
Sin embargo, en otros países se han recibido menos de la mitad de las dosis
asignadas (República Dominicana, Nicaragua y Panamá). En Haití no se han
recibido dosis asignadas.
Cuba y Venezuela son
los únicos países de la región que no tienen a la fecha dosis asignadas por
Covax.
El tercer factor que afecta la posibilidad de alcanzar la cobertura meta es la capacidad de gestión de los sistemas de salud de la región. Si se examina el ritmo de vacunaciones diarias en los últimos 15 días, solo cuatro países de la región (Chile, Uruguay, República Dominicana y Cuba) registran un porcentaje superior a 0,4. De hecho, estos son los únicos países de la región que podrían alcanzar la meta de vacunación (esto es, el 70% de la población total) antes de que termine el año 2021.
En el resto de los
países de la región (16) la cobertura meta solo se podría alcanzar a partir de
2022. En dos países, de hecho, no es posible tener un estimado (Haití porque no
reporta información sobre vacunaciones, y Nicaragua porque no informa las dosis
discriminadas por primeras y segundas).
Al ritmo actual de
vacunaciones diarias solo Colombia y El Salvador podrían alcanzar la meta en el
primer semestre de 2022.
Otros países (Brasil,
Panamá, Argentina, Perú, y Ecuador) alcanzarían la meta a finales de 2022. El
resto de los países (México, Costa Rica, Bolivia, Paraguay, Guatemala, Honduras
y Venezuela) alcanzarían la cobertura a partir de 2023.
En el escenario
descrito, la brecha de inmunidad contra covid-19 se prolongaría en América
Latina por tres años más como mínimo. Esto significaría mantener la
incertidumbre ocasionada por las debilidades de las medidas de control, así
como la permanente afectación por los casos y muertes por covid-19.
Al día de hoy, siete
países de América Latina están entre los 15 con mayor cantidad de muertes
diarias por covid-19 por millón de habitantes. Que solo cuatro países estén
ejecutando las vacunaciones a un ritmo que permite alcanzar la cobertura en
2021, es indicativo de las significativas restricciones del resto de los
sistemas de salud de la región. A menos que se tomen medidas contundentes, el
impacto de esta brecha de inmunidad en la vida cotidiana de las personas, en
las condiciones políticas, económicas y sociales, será probablemente la
afectación más severa en la región hasta mediados de esta década.
Marino J. González es PhD en
Políticas Públicas, profesor en la USB. Miembro Correspondiente Nacional de la
Academia Nacional de Medicina.
14-07-21
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