Por Froilán Barrios
En noviembre de 2021 se
cumplirán 32 años del derrumbe del muro que dividía a los alemanes entre sí, y
a Alemania del mundo. Con ello cambiaron el equilibrio y el poder de la
política internacional, al caer como un dominó una a una de las repúblicas
europeas firmantes del Pacto de Varsovia, gobernadas todas por atroces
dictaduras mangoneadas a imagen y semejanza de la llamada Patria del Socialismo
Real, la URSS.
En lo ideológico el
efecto fue devastador porque la humanidad pudo conocer la estafa histórica de
la barbarie estalinista, lo que no impidió al castrismo tomar el testigo en
América Latina del devaluado socialismo soviético, y así continuar difundiendo
una redención social bajo la pose antiimperialista, que en realidad no aportó
calidad de vida ni en Cuba, ni a ninguno de los pueblos y países del
continente.
Entre tanto el
castrismo puso las barbas en remojo y como fiel copia de la satrapía soviética
y de la extinta RDA reforzó su aparato de represión el G-2 y sus bandas de
soplones, forjados bajo el modelo de la Stasi la policía política más tenebrosa
de Europa Oriental, donde los padres espiaban a los hijos, los hijos a los
padres, los carceleros a los presos y viceversa, en fin, un gigantesco mundo
orwelliano donde el miedo y el terror se confundían con la fidelidad
incondicional a la revolución.
El régimen farsante
creyó que era suficiente con el culto a la personalidad a Fidel, y en menor
grado a su hermano Raúl, creyendo tener eternamente asegurada la noble
paciencia del pueblo cubano, sin percatarse de que los tiempos en política son
diferentes a los de la gramática española, a tal extremo que terminaron
emboscándolos en el estallido social del 11/07, por cierto no esperado por
nadie ante sus dimensiones.
Hoy en Cuba hay una
rebelión en las entrañas de la sociedad capaz de manifestarse en frases como
“De tanta hambre que pasamos nos comimos el miedo”, o “ellos tienen el poder y
nosotros el pueblo” o los alaridos anónimos en esquinas de calles y pueblos de
la isla al son de “abajo la dictadura”, con un himno la canción «Patria y vida»
contrapuesta a la consigna incondicional de «Patria o muerte» fidelista.
En definitiva, el sacudón de julio de 2021 es protagonizado por nuevos héroes, artistas, jóvenes, periodistas, trabajadores, pueblo en general, quienes crecieron con el relato del bloqueo y del imperialismo como el lobo feroz del norte. Argumento al que recurrió de nuevo Díaz-Canel para justificar la implacable represión policial de las avispas negras, hoy rechazada por la población en silencio, como lo manifiesta un joven artista que participó en las movilizaciones, ante el desprestigiado discurso del devaluado mandatario cubano el 12/07. «Lo siento, señores dirigentes de este país, si no saben reconocer sus errores y tratar de arreglar todo lo mal que han hecho por años van a tener que matarnos”.
¿Cuánto tardará en
verse el tan esperado cambio? No sabemos, lo cierto es que luego de la caída
del muro de Berlín en un lapso de 2 años surgió una nueva Europa, se disolvió
la URSS, se reunificó Alemania, se formaron gobiernos independientes en todas
las antiguas repúblicas satélites del mundo soviético, desde Polonia hasta el
Báltico, pasando por Rumanía y llegando a los Balcanes.
Como vemos, la historia
es caprichosa y en el caso cubano la liebre puede saltar en cualquier momento,
para bien de una Latinoamérica que necesita derribar ese muro, que
ideológicamente ha generado falsas expectativas y consumadas estafas en
beneficio de élites políticas, cuya gestión en diferentes países ha
usufructuado la riqueza nacional en nombre de revoluciones ficticias que solo
han dejado hambre, miseria y represión.
El derrumbe del muro de
Berlín latinoamericano tendrá un impacto continental, no solo será libre Cuba
de elegir democráticamente sus gobernantes, en el mismo término significará
libertad y democracia para Venezuela, Nicaragua y para todos los países que
vean amenazados sus derechos humanos y la aspiración de vivir en paz y
prosperidad sin el chantaje ideológico de los gobiernos de corte dictatorial.
Es cuestión de tiempo, no hay marcha atrás, la guagua no va en reverso.
21-07-21
https://www.elnacional.com/opinion/se-desploma-el-muro-de-berlin-de-america-latina/
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