Gustavo Ocando Alex 19 de julio de 2021
@gusocandoalex
El
país suramericano acumula 44 meses de hiperinflación, advierten economistas.
Ese ciclo es similar al vivido por Grecia entre 1992 y 1994. Expertos estiman
que el fenómeno económico no se detendrá este año, a pesar de las esperanzas de
recuperación del gobierno de Nicolás Maduro.
El
ciclo de hiperinflación que experimenta Venezuela ininterrumpidamente desde
finales de 2017 ha igualado el segundo registro más prolongado de la historia
económica, subrayan expertos.
El
país suramericano cumple, desde hace 44 meses, con cualquiera de los tres
estándares mundiales según los cuales se diagnostica que hay un proceso de
aumento descontrolado de los precios de sus productos, bienes y servicios,
comenta el economista venezolano y profesor universitario Carlos Ñáñez.
Su
colega Phillip Cagan, de la Universidad de Columbia, indicó en 1956 que la
hiperinflación ocurre cuando la tasa mensual de alza de precios supera el 50%.
Otra teoría, de los economistas Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, asegura que
ese fenómeno se da cuando la inflación alcanza en un año 500%, y una tercera,
de la Junta de Normas Internacionales de Contabilidad, lo diagnostica cuando la
subida de precios supera el 100% durante un ciclo de tres años. Venezuela
cumple con los tres criterios, afirma Ñáñez.
Sus 44
meses continuos con hiperinflación igualan a Venezuela con el segundo mayor
registro de esa estirpe, el de Grecia, entre 1992 y 1994, detalla. El proceso
de alza de precios más prolongado jamás conocido por la economía moderna es el
de Nicaragua, con 58 meses, entre junio de 1986 y marzo de 1991.
El
retraso en la publicación de cifras oficiales de la economía local por parte
del Banco Central de Venezuela, afín al gobierno de Nicolás Maduro, ha
estancado la certificación del proceso hiperinflación, advierte el experto.
El BCV
ya no publica data cada mes, como lo demanda la Constitución -este año, solo
publicó cifras en enero y mayo-. Sus notas esporádicas comprueban
eventualmente, sin embargo, lo que especialistas independientes apuntan sobre
la hiperinflación: solo en 2018, la inflación venezolana fue de 130.060%; en
2019, de 9.585,5%; en 2020, de 2.959,8 puntos porcentuales.
La
última publicación del BCV certificó una inflación acumulada de 264,8% en
los cinco primeros meses de 2021. El vacío de información oficial lo llenan
reportes de economistas y analistas de línea opuesta al poder ejecutivo.
La
comisión de finanzas del Parlamento de 2015, de mayoría opositora, y el
Observatorio Venezolano de Finanzas han reportado cifras que dan cuenta
de un
ciclo hiperinflacionario desde 2017.
“Estas
cifras (de BCV e independientes) ya colocan a Venezuela en la estadística de
segundo país con la inflación más longeva del planeta. Ese ciclo ha destruido
el signo monetario, al bolívar como institución social”, expresa Ñáñez a
la VOA.
Lejos
de una economía normal
El
cuadro de alza continua de precios es síntoma de una economía que ha visto cómo
su principal pulmón, la industria petrolera, se desploma de 3,2 millones de
barriles de producción al día, en 1999, a solo 529.000 barriles, según fuentes
secundarias de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Esa
caída ha sido clave en la pérdida de 83,5% del producto interno bruto
venezolano desde 2013 y ha impulsado una dolarización de facto.
El
nuevo puesto de Venezuela en la lista de procesos hiperinflacionarios
prolongados refleja, por un lado, que el modelo económico actual es errado y,
por otro, que el Banco Central ha violado el artículo constitucional que
prohíbe la convalidación y el financiamiento de “políticas fiscales
deficitarias”, observa el economista y docente de la Universidad de los Andes,
Aldo Contreras.
Ese
fenómeno se traduce, a su vez, en la caída de 100% del sector construcción
o la
manufacturación de apenas un solo vehículo en Venezuela durante todo el primer
semestre de 2021, recalca como ejemplos.
“Aún
estamos lejos de una economía normal, donde la inflación sea de uno o dos
dígitos. Esa segunda posición histórica da cuenta de la estanflación de nuestra
economía, que es una caída del PIB sumada a alta inflación. Los precios suben
todos los días y el poder adquisitivo se pulveriza”, expresa a la VOA.
Viraje
a la vista
Contreras
recuerda que el gobierno de Maduro estaría a punto de emprender la tercera
reconversión monetaria del país en los últimos 13 años, en agosto, según la
agencia Bloomberg.
Oscar
Doval, presidente de la casa de bolsa Rendivalores y del fondo de inversión
privado Venecapital, observa que el gobierno de Maduro ha dado “un viraje hacia
la economía de mercado” en los últimos dos años, tratando de fomentar las
inversiones en un momento “muy complejo”.
“Es la
época de hiperinflación más grave y la inyección de dinero (del BCV para
financiar el déficit fiscal) es más moderada. El bloqueo comercial no ha
ayudado para nada la circunstancia política” venezolana, manifiesta a la VOA,
refiriéndose a las sanciones económicas estadounidenses al gobierno nacional.
Maduro
suele atribuir la crisis económica de Venezuela a esas restricciones
financieras. Las ha catalogado como políticas “crueles”. En una reciente
entrevista con Bloomberg, argumentó que las prohibiciones de venta del
petróleo, bauxita u oro venezolanos le impiden honrar su deuda externa.
Empero,
se mostró esperanzado en que Venezuela se convierta en una “tierra de
oportunidades” para inversores extranjeros en el marco de la aprobación de
nuevas leyes en el Congreso, de mayoría oficialista, y de un proceso de
negociación política con mediación de actores foráneos, como Noruega.
El
retraso en la publicación de cifras oficiales de la economía local por parte
del Banco Central de Venezuela, afín al gobierno de Nicolás Maduro, ha
estancado la certificación del proceso hiperinflación, advierte el experto.
El BCV
ya no publica data cada mes, como lo demanda la Constitución -este año, solo
publicó cifras en enero y mayo-. Sus notas esporádicas comprueban
eventualmente, sin embargo, lo que especialistas independientes apuntan sobre
la hiperinflación: solo en 2018, la inflación venezolana fue de 130.060%; en
2019, de 9.585,5%; en 2020, de 2.959,8 puntos porcentuales.
La
última publicación del BCV certificó una inflación acumulada de 264,8% en
los cinco primeros meses de 2021. El vacío de información oficial lo llenan
reportes de economistas y analistas de línea opuesta al poder ejecutivo.
La
comisión de finanzas del Parlamento de 2015, de mayoría opositora, y el
Observatorio Venezolano de Finanzas han reportado cifras que dan cuenta
de un
ciclo hiperinflacionario desde 2017.
“Estas
cifras (de BCV e independientes) ya colocan a Venezuela en la estadística de
segundo país con la inflación más longeva del planeta. Ese ciclo ha destruido
el signo monetario, al bolívar como institución social”, expresa Ñáñez a
la VOA.
Lejos
de una economía normal
El
cuadro de alza continua de precios es síntoma de una economía que ha visto cómo
su principal pulmón, la industria petrolera, se desploma de 3,2 millones de
barriles de producción al día, en 1999, a solo 529.000 barriles, según fuentes
secundarias de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Esa
caída ha sido clave en la pérdida de 83,5% del producto interno bruto
venezolano desde 2013 y ha impulsado una dolarización de facto.
El
nuevo puesto de Venezuela en la lista de procesos hiperinflacionarios
prolongados refleja, por un lado, que el modelo económico actual es errado y,
por otro, que el Banco Central ha violado el artículo constitucional que
prohíbe la convalidación y el financiamiento de “políticas fiscales deficitarias”,
observa el economista y docente de la Universidad de los Andes, Aldo Contreras.
Ese
fenómeno se traduce, a su vez, en la caída de 100% del sector construcción
o la
manufacturación de apenas un solo vehículo en Venezuela durante todo el primer
semestre de 2021, recalca como ejemplos.
“Aún
estamos lejos de una economía normal, donde la inflación sea de uno o dos
dígitos. Esa segunda posición histórica da cuenta de la estanflación de nuestra
economía, que es una caída del PIB sumada a alta inflación. Los precios suben
todos los días y el poder adquisitivo se pulveriza”, expresa a la VOA.
Viraje
a la vista
Contreras
recuerda que el gobierno de Maduro estaría a punto de emprender la tercera
reconversión monetaria del país en los últimos 13 años, en agosto, según la
agencia Bloomberg.
Oscar Doval,
presidente de la casa de bolsa Rendivalores y del fondo de inversión privado
Venecapital, observa que el gobierno de Maduro ha dado “un viraje hacia la
economía de mercado” en los últimos dos años, tratando de fomentar las
inversiones en un momento “muy complejo”.
“Es la
época de hiperinflación más grave y la inyección de dinero (del BCV para
financiar el déficit fiscal) es más moderada. El bloqueo comercial no ha
ayudado para nada la circunstancia política” venezolana, manifiesta a la VOA,
refiriéndose a las sanciones económicas estadounidenses al gobierno nacional.
Maduro
suele atribuir la crisis económica de Venezuela a esas restricciones
financieras. Las ha catalogado como políticas “crueles”. En una reciente
entrevista con Bloomberg, argumentó que las prohibiciones de venta del
petróleo, bauxita u oro venezolanos le impiden honrar su deuda externa.
Empero,
se mostró esperanzado en que Venezuela se convierta en una “tierra de
oportunidades” para inversores extranjeros en el marco de la aprobación de
nuevas leyes en el Congreso, de mayoría oficialista, y de un proceso de
negociación política con mediación de actores foráneos, como Noruega.
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