Por DR. FRANZEL
DELGADO SENIOR* Abril 10, 2013
Catorce años se consumieron, y
consumieron a Venezuela, antes de que se le diera el adiós a la “secta
destructiva”.
El criterio académico universal
precisa que : “Secta Destructiva, es todo grupo organizado que emerge en el
seno de una sociedad con la intención de destruirle sus valores e instituciones
y obligarla a asumir los de la secta”
Allí està la experiencia: las “sectas
destructivas” una vez desparecido el líder, que en ningùn caso es sustituible,
emprenden un proceso de desmoronamiento que concluye con su desaparición
inevitable. Toda la energía negativa con la que la secta intentó impactar a la
sociedad, se le revierte como poderosa fuerza para su propia implosiòn.
Es verdad que esta secta de Venezuela
queda con un andamiaje para su proselitismo, con todas las instituciones cómplices,
con una inmensa riqueza que se le renueva cada mañana y con solidaridades
internacionales que fueron compradas al contado. Pero todo ello no les será
suficiente para escapar a los pronòsticos de las ciencias que auguran la
desapariciòn de esos grupos patológicos.
Tal como los glóbulos blancos rodean y
vencen un estado infeccioso, así los recursos humanos de una sociedad, rodean y
vencen una secta intrusa y destructiva.
El funeral de la secta será muy
concurrido.
Allí estaràn las trescientas mil ánimas
de venezolanos que el hampa desalmada apartó de su camino vital, todos con sus
para siempre adoloridos familiares.
Estará la clase media en pleno
para despedir sus desventuras.
Estarán los niños para saludar con su
adiós la resucitación de su futuro.
Asistirán los viejos, a celebrar con
su presencia su tan ansiada seguridad de poder morir tranquilos.
Multitud de jóvenes irán juntos a
mirar por última vez a su pesimismo y a la obscuridad de su porvenir.
Padres y madres de todos los rincones
concurrirán a la bienvenida de sus noches de sosiego, libres de las inagotables
angustias de la espera de sus hijos, siempre en riesgo.
Asistirán todos los venezolanos que
darán la despedida a sus tristezas patrias, a sus insatisfacciones nacionales y
a las deslealtades internacionales.
Los venezolanos pueden estar
tranquilos porque el proceso ha comenzado, y será inevitable e irreversible.
Venezuela no será la excepción.
Hace pocos días se cumplió el primer
mes de la desaparición del líder de esta secta, y todos se olvidaron de
dispensarle algún recuerdo, hasta sus más fanáticos seguidores. Señal
inequívoca de que ya comienzan a cumplirse los claros designios de los estudios
universales.
En el año 2002 advertí que “el mayor
daño que ese líder le había infligido a Venezuela, era que la había quebrado la
lógica como nación”, y años mas tarde, que “si vivíamos en un escenario
ilógico, era de esperarse un desenlace tan ilógico como el propio escenario”. Y
pues la muerte inesperada llegó para ratificarlo.
Ahora, la nación comenzó el
camino hacia el rescate de su lógica.
Vicisitudes harán el camino más
difîcil y rudo, o más fácil y rápido, pero jamás torcerán el rumbo.
Mas allá del importante 14 de
abril, pase cuanto pase, todo progresiva e indefectiblemente irá buscando su
lugar y el escenario nacional terminará por reubicarse en el orden que tan
lamentablemente algún día extravió. Es un camino inexorable.
Venezuela volverá a ser la nación que
merece, y los venezolanos sepultaremos a la secta, y con ella, a todas nuestras
angustias, nuestras humillaciones, incertidumbres y nuestros sufrimientos que
durante tan largos y penosos catorce años se encargaron de perturbar la paz de
nuestras vidas.
* Médico
Psiquiatra, @delgadosenior, #yo soy venezolano
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